Muy brillante
Tras unos comienzos prometedores y un cierto estancamiento posterior, Yakov Kreizberg (San Petersburgo, 1959) parece ir reconduciendo su carrera con inteligencia y cuidado. Hoy es titular de la Filarm¨®nica de Holanda y principal invitado de la Sinf¨®nica de Viena, con la que se presentaba el lunes en Iberm¨²sica. Es un maestro de gesto extravertido, muy vistoso para el p¨²blico y, por lo advertido aqu¨ª, capaz de analizar cuidadosamente una partitura, exponerla con atenci¨®n al detalle y construir un discurso l¨®gico, bien armado y suficientemente expresivo. Es lo que sucedi¨® en Las travesuras del Till Eulenspiegel de Richard Strauss, dichas por la Sinf¨®nica de Viena con verdadero primor, guiada por Kreizberg hacia la consecuci¨®n del clima poem¨¢tico que est¨¢ en su origen, con todo en su sitio y con esa sensaci¨®n de ver la m¨²sica que anhelaba su autor. Fue, con mucho, lo mejor del programa y, en corto, una grand¨ªsima versi¨®n. Antes se nos hab¨ªa ofrecido un Don Juan, tambi¨¦n de Strauss, de trazo m¨¢s grueso, con los colores algo empastados, que no acab¨® de traspasar y en los que la excelente orquesta vienesa no luci¨® como lo habr¨ªa de hacer enseguida.
Orquesta Sinf¨®nica de Viena
Yakov Kreizberg, director. Obras de Richard Strauss y Dvor¨¢k. Iberm¨²sica. Auditorio Nacional. Madrid, 31 de octubre.
Efectismo
La Octava de Dvor¨¢k la plante¨® el maestro ruso nacionalizado estadounidense con m¨¢s deseo de brillantez que de hondura. Y si el conjunto de la versi¨®n result¨® de muy alta calidad t¨¦cnica, algunos detalles revelaron ese cierto efectismo que provoca que destaque la prestaci¨®n orquestal sobre el concepto del maestro, lo que hace que nos quedemos como a media raci¨®n. Un ejemplo: la ca¨ªda de tensi¨®n en el final, en el pasaje m¨¢s l¨ªrico que precede a la coda y que qued¨® como aislado del conjunto por m¨¢s que excelentemente dicho. Se pudo, pues, llegar a cotas m¨¢s altas con un planteamiento m¨¢s certero. Hubo luz a raudales, pero falt¨® sabor y esa continuidad expresiva que hab¨ªa logrado hace 15 d¨ªas Temirkanov con la Sinf¨®nica de Baltimore en la Sinfon¨ªa del Nuevo Mundo.
La Sinf¨®nica de Viena se mostr¨® como una formaci¨®n de estupenda categor¨ªa, a la que seguramente la presencia habitual de un maestro como Kreizberg ha reconducido por los caminos de un sonido mucho m¨¢s l¨ªmpido y, ya se ha dicho, m¨¢s brillante que el que habitualmente consigue su titular, el ruso Vlad¨ªmir Fedoseyev, que no es precisamente un prodigio de sutileza. Dentro del equilibrio del conjunto, destaca un excepcional flauta solista que se luci¨® de lo lindo en la sinfon¨ªa. Hubo tres propinas -dos Danzas eslavas de Dvor¨¢k y Unter Donner und Blitz de Johann Strauss II-, y en ellas los symphoniker se divirtieron, mostraron su capacidad para echarse a la espalda sin complicaciones una m¨²sica que saben de memoria, hasta el punto de que su director se limit¨® a dar alguna entrada con la vista y a llevar el ritmo con los hombros. Con ellas culmin¨® en clima de apoteosis esta suerte de batalla incruenta en la que el brillo venci¨® a la idea.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.