Peter Pan del sexo
"A ¨¦se/a lo que le hace falta es un buen polvo". Detr¨¢s de semejante frase, de apariencia zafia e insultante, en ocasiones puede haber una pizca de verdad. Es el caso del protagonista de Virgen a los 40, pel¨ªcula donde sus ancianos vecinos le dedican la citada sentencia en variados momentos, acompa?ados siempre por la condescendiente mirada del que todo lo sabe y todo lo ha visto.
Con una base como la figura de un cuarent¨®n virginal, invariablemente se corre el peligro del exclusivismo c¨®mico de la sal gorda. Sin embargo, sus creadores, el novato director Judd Apatow y el protagonista, Steve Carell, que tambi¨¦n es coguionista y coproductor, han evitado de forma m¨¢s que aceptable que la chabacaner¨ªa lleve las riendas de su historia. De hecho, los pocos momentos en los que ¨¦sta hace su aparici¨®n, son sin duda los menos logrados de una comedia que, a pesar de una duraci¨®n a todas luces excesiva, se ve con cierto agrado.
VIRGEN A LOS 40
Direcci¨®n: Judd Apatow. Int¨¦rpretes: Steve Carell, Catherine Keener, Paul Rudd, Seth Rogen. G¨¦nero: comedia rom¨¢ntica. EE UU, 2005. Duraci¨®n: 110 minutos.
Honesto y soso
Porque donde mejor han hundido el dedo en la llaga los creadores de la pel¨ªcula ha sido en el retrato de ese Peter Pan en la cuarentena que, como dice otro de los personajes, est¨¢ a un paso de convertirse en un asesino en serie. Coleccionista desde que era un cr¨ªo de mu?ecos que ni siquiera ha sacado de la caja porque as¨ª adquieren m¨¢s valor econ¨®mico en el mercado, el tan honesto como sosaina protagonista es un obseso del orden interior y exterior al que su cuadriculada cabeza no le permite tener agujero negro de duda alguna. As¨ª que la mejor manera de atajar esa contrariedad es expulsarla muy lejos. No por el sexo (o la ausencia de ¨¦l), sino por lo que conlleva la dichosa virginidad: un complejo que, para su propia desgracia, hace tiempo que dej¨® de ser un problema porque simplemente era m¨¢s f¨¢cil tirar la toalla que coger el toro por los cuernos. Ese continuo aplazamiento del gran momento existencial es lo mejor de una comedia que no pasar¨¢ a la historia del cine, pero que est¨¢ por encima de la media nacional estadounidense a la que estamos acostumbrados.
Apatow y Carell tiran de manual para rodear al protagonista de una llamativa galer¨ªa de secundarios (entre los que destaca la chica de la librer¨ªa, con la que mantiene una jocosa conversaci¨®n tendente a la excitaci¨®n femenina), aunque, sorprendentemente, estropean el desenlace con un conservador parche en forma de boda que no resulta cre¨ªble y, ni mucho menos, acorde con lo narrado hasta entonces y con el esp¨ªritu gamberro que hab¨ªa estado guiando la pel¨ªcula.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.