Otra vida y otro mundo

En el trasfondo t¨¢cito de este refinado libro, que describe con una l¨®gica impecable lo que, en estos casos, casi siempre, no es ni puede ser, por la naturaleza propia del objeto, m¨¢s que parad¨®jico, est¨¢ Raimundo Lulio (y, con ¨¦l, el misticismo persa de Algazel), el maestro Eckhart (y, con ¨¦l, toda la m¨ªstica alemana), con ampliaciones (te?idas de Heidegger) a la filosof¨ªa iran¨ª, como la expone Corbin, y a la budista de la Escuela de Kioto, donde ha convivido el autor. Referentes estudiados ya por Amador Vega en otras publicaciones: por citar dos estrat¨¦gicas, Zen, m¨ªstica y abstracci¨®n (Madrid, 2002) sobre lo ¨²ltimo, y Ramon Llull y el secreto de la vida (Madrid, 2002, Nueva York, 2003) sobre lo primero. Es la escuela de vida de la que nace esta obra original, personal¨ªsima, de alguien experto ya en bucear en esa especie de trascendencia inmanente que descubrimos en el fondo de uno mismo cuando, en una especie tambi¨¦n de experiencia ext¨¢tica, trabajosa pero nada arrobada, se nos revela, oscuramente desde luego, que somos -que las cosas son- algo m¨¢s de lo que creemos en el negocio diario.

La aventura de lo profundo tiene un precio: experimentar el vac¨ªo y el silencio, tan m¨ªsticos como epistemol¨®gicos, o tan oscuros como l¨®gicos, que fundamenta a este yo y este mundo coloristas, con y por el que paseamos a diario nuestra vanitas, camino a nada. Tiene tambi¨¦n su recompensa: de ella se emerge, renacido a una actitud nueva -de mayor sensatez y elegancia humanas- para vivir en un mundo clarificado desde las oscuras posibilidades que plantea m¨¢s all¨¢ de su comprensi¨®n sensible y racional. Que las hay: ilusiones, quiz¨¢, pero ilusi¨®n es todo. ?Cu¨¢les? Las de una vida superada en esa trascendencia inmanente de que hablamos: en un m¨¢s all¨¢ latente en uno mismo, el¨ªptico, substra¨ªdo a toda esperanza concreta, sensible, imaginable -a toda esperanza posible, sin m¨¢s-, desde categor¨ªas representativas. ?C¨®mo? Vivo sin vivir en m¨ª, dec¨ªa Teresa de Jes¨²s. ?Qu¨¦? Un modo de vida sin modo alguno, dir¨ªa Eckhart; el de un ser humano sin propiedades, dijo Musil, el de un ser-separado, dice Vega.

As¨ª, este libro consiste en una interpretaci¨®n de la experiencia f¨¢ctica de la vida, que supera la facticidad (para volver a ella) a la luz de una descripci¨®n de la vida del esp¨ªritu, mediante dos modos de comprensi¨®n de la experiencia (desde el "cuerpo sensible" y el "cuerpo inteligible") y dos modos de experiencia de la comprensi¨®n (el "esp¨ªritu inteligible" y el "esp¨ªritu sensible").

El cuerpo sensible posibilita la sensaci¨®n y, con ella, el mundo, un mundo. El cuerpo inteligible, a trav¨¦s de la imaginaci¨®n, que trabaja con lo posible no real, sin un pasado en lo sensible ni un futuro en lo inteligible, pero entre ambos, crea as¨ª la extra?a y parad¨®jica realidad de la vida. Pero la imaginaci¨®n no puede imaginarse a s¨ª misma, experimentar su comprensi¨®n de la experiencia para significar algo, as¨ª que se queda ah¨ª, sin suelo, sin sentido. El esp¨ªritu (inteligible) puede conocerse a s¨ª mismo, aunque en un proceso en que descubre que todo lo que se llama real s¨®lo es en cuanto aparece en ese proceso como momento suyo, como significado por ¨¦l, y que ¨¦l no es m¨¢s que ese proceso de significar, ya sin significado alguno.

Lo inteligible se disuelve en lo inteligible, esto es, en el vac¨ªo y el silencio (la facticidad superada) como modos de significaci¨®n ¨²ltimos, m¨¢s all¨¢ de los cuales tampoco puede ser significado nada. El esp¨ªritu sensible, liberado ya de todo en el vac¨ªo y el silencio, como ser-separado, regresa al mundo y a la vida, sin modos, sin ruidos, al "encuentro con la materia liberada de sus primitivos significados mundanos". Para cumplir el viejo ciclo: modo de ser, modo de entender, modo de significar y modo sin modo. "Entonces, la tierra, que contiene los ¨®rdenes de la creaci¨®n, escupe de su vientre, liber¨¢ndolos, los elementos que la han compuesto". ?sta es la experiencia y comprensi¨®n, la comprensi¨®n y la experiencia, del abismo m¨ªstico, sin iglesias, no del religioso, con dioses.