Dos cortocircuitos del mercado el¨¦ctrico

Aunque la OPA de Gas Natural sobre Endesa, congelada ahora por el nervio obstruccionista de los directivos de la compa?¨ªa el¨¦ctrica y sus aliados pol¨ªticos del PP, ha relegado al olvido la reforma del mercado el¨¦ctrico, el Ministerio de Industria tendr¨¢ que enfrentarse bien pronto a dos consecuencias indeseables de ese mercado el¨¦ctrico degradado que construyeron los equipos econ¨®micos de Aznar para simular una racionalizaci¨®n de los ingresos y los costes de las compa?¨ªas. El primero de estos desperfectos es el llamado d¨¦ficit de tarifa, que superar¨¢ muy probablemente al finalizar el a?o los 3.600 millones de euros; quiz¨¢ se aproxime a los 3.800 millones, seg¨²n los c¨¢lculos de analistas privados que todav¨ªa no se asustan al acercarse al mareante agujero negro creado por las compa?¨ªas el¨¦ctricas y sus empresas vinculadas.

En el c¨¢lculo del d¨¦ficit de tarifa deber¨ªa incluirse solamente el aumento de los costes reales, es decir, el encarecimiento del precio del combustible

El segundo es qu¨¦ hacer con los Costes de Transici¨®n a la Competencia (CTC), reconocidos por Rodrigo Rato y Josep Piqu¨¦, responsables de Econom¨ªa e Industria en el primer Gobierno de Aznar como una generosa contribuci¨®n a las compa?¨ªas el¨¦ctricas con cargo a los bolsillos de los consumidores. Seg¨²n el informe de la Comisi¨®n Nacional de la Energ¨ªa (CNE) elaborado durante el mandato de Pedro Mero?o, a 31 de diciembre de 2004 quedaban unos 3.800 millones de euros por amortizar en concepto de CTC, despu¨¦s de corregir la amortizaci¨®n nominal seg¨²n la cual faltar¨ªan unos 8.500 millones de euros con los resultados de explotaci¨®n superiores a lo previsto en el c¨¢lculo inicial en 1997. No parece que la mencionada OPA vaya a corregir estas dos graves disfunciones del mercado. El Gobierno tendr¨¢ que decidir sobre ambas bolas de nieve, si quiere evitar sus consecuencias sobre las tarifas a partir de 2006.

El d¨¦ficit de tarifa -es decir, los ingresos por tarifa son insuficientes para retribuir los costes reconocidos de las el¨¦ctricas- es un efecto l¨®gico de la deficiente construcci¨®n del mal llamado mercado el¨¦ctrico de generaci¨®n, en el que los precios vienen fijados por las decisiones de las grandes el¨¦ctricas y sus compa?¨ªas vinculadas. Ansiosos por trasladar a sus votantes la idea de que la gesti¨®n del PP abarataba el recibo de la luz, los gobiernos del PP construyeron la ficci¨®n de que bajaban las tarifas, pero se cuidaron mucho de explicar que lo que las compa?¨ªas el¨¦ctricas no percib¨ªan v¨ªa tarifa lo recib¨ªan v¨ªa CTC; y que, adem¨¢s, se pon¨ªa en marcha el agujero negro creciente del d¨¦ficit tarifario, admitido sin m¨¢s examen ni limitaci¨®n por los gobiernos del PP, primero, y, ahora, del PSOE. En el estramb¨®tico mercadillo el¨¦ctrico que regula el precio final del kilovatio de generaci¨®n, el c¨¢lculo de las tarifas para este a?o se hizo sobre un coste estimado del megavatio de unos 36 euros; y el precio actual supera los 50. En el c¨¢lculo del d¨¦ficit de tarifa deber¨ªan incluirse solamente el aumento de los costes reales -b¨¢sicamente, el encarecimiento del precio del combustible-. El Gobierno no deber¨ªa aceptar el aumento de los costes de estructura que las empresas incorporan -hasta el momento, sin oposici¨®n alguna- en el c¨®mputo final del d¨¦ficit. Tecnolog¨ªas como el agua o la nuclear, cuyos precios no se han visto afectados por la subida de los combustibles f¨®siles, se benefician de que el esquema actual de retribuci¨®n paga el precio marginal del mercado fijado por las centrales t¨¦rmicas convencionales y ciclos combinados.

Si Jos¨¦ Montilla quiere ordenar la tarifa el¨¦ctrica de forma inteligible para los consumidores y para los inversores, deber¨ªa cerrar de una vez por todas la embarazosa situaci¨®n creada por los CTC, el mercadillo el¨¦ctrico de generaci¨®n y el d¨¦ficit tarifario. Sin mercado real (es decir, sin un mercado no manipulado) no hay posibilidad real de calcular el precio del kilovatio producido. Las opciones que explora el Gobierno para racionalizar la situaci¨®n son:

- Reconocer solamente los aumentos de costes reales en el c¨¢lculo del d¨¦ficit tarifario. Recalcular los CTC pendientes, explorando a fondo el ¨²ltimo informe de la CNE, que suger¨ªa que, despu¨¦s de que el resultado real de explotaci¨®n superara la previsi¨®n de resultados que sirvieron de base al c¨¢lculo de CTC, la cantidad m¨¢xima pendiente de pagar a las empresas es de 3.800 millones de euros como m¨¢ximo.

- Si se admite el pago del d¨¦ficit tarifario, se har¨ªa a cuenta de los CTC. Como las cantidades son parecidas, una soluci¨®n correcta ser¨ªa cancelar los CTC con el pago del d¨¦ficit y acabar de una vez con las perturbaciones de la tarifa. Contraindicaci¨®n: la Endesa resultante que quedar¨ªa en manos de GN -si triunfa la OPA- sufrir¨ªa una merma importante de ingresos.

- Si el Gobierno pretende seguir fijando las tarifas, es necesario establecer un mecanismo fiable para calcular los costes. El mercado actualmente en funcionamiento no lo es. Para formar un mercado eficiente ayudar¨ªa que GN culminara con ¨¦xito la OPA sobre Endesa -en la operaci¨®n est¨¢ impl¨ªcito un intercambio de activos-, aunque, desde luego, no ser¨ªa suficiente. Probablemente ser¨¢ necesario poner en marcha nuevos intercambios de activos con otros agentes distintos.

- El Libro Blanco de Ignacio P¨¦rez Arriaga sugiere la aplicaci¨®n de subastas virtuales, contratos a largo plazo y otras limitaciones para perfeccionar el mercado. Es dudoso que la estructura actual del Ministerio de Industria sea capaz de articular disposiciones legales complejas para poner en marcha tales limitaciones del mercado, complejas y de dif¨ªcil gesti¨®n.

- Supuesta la ausencia de mercado, las posibilidades van desde la fijaci¨®n de tarifas en funci¨®n de los resultados de las compa?¨ªas hasta fijar un procedimiento de fijaci¨®n de precios forward al principio de cada trimestre.

- Quiz¨¢ la opci¨®n m¨¢s coherente con el mercado -y con la comprobaci¨®n de que el Gobierno carece de instrumentos para fijar correctamente las tarifas- es la de liberalizar el precio de la electricidad. Esa hip¨®tesis requerir¨ªa, al menos, un pacto impl¨ªcito con los agentes energ¨¦ticos -no ser¨ªa posible con la estructura actual de mercado-, que incluir¨ªa la eliminaci¨®n del riesgo regulatorio a cambio de una competencia efectiva, y la separaci¨®n total de la propiedad de generaci¨®n, por un lado, transporte y distribuci¨®n.