Una exposici¨®n revela la g¨¦nesis del 'Monumento al Padre Donostia' de Oteiza
El conjunto de Agi?a, que el escultor realiz¨® con el arquitecto Luis Vallet, ser¨¢ rehabilitado
El 20 de junio de 1959, apenas dos meses antes de cerrar su experimentaci¨®n escult¨®rica en el vac¨ªo, Jorge Oteiza y el arquitecto Luis Vallet inauguraban en la estaci¨®n prehist¨®rica de Agi?a (Lesaka) el Monumento al Padre Donostia. Una peque?a capilla y una sencilla piedra negra constituyeron un proyecto pionero en la intervenci¨®n art¨ªstica en el paisaje. El conjunto, deteriorado por el paso del tiempo y la agresi¨®n sufrida en 1993, va a ser rehabilitado. El Museo de Alzuza ha inaugurado la exposici¨®n Piedra en el paisaje-Harria Paisaian, que muestra documentos y piezas in¨¦ditas del encargo realizado a Oteiza y Vallet por la Sociedad Aranzadi.
La exposici¨®n, comisariada por Guillermo Zuaznabar, se centra en las claves de la escultura-estela de Oteiza y en la intervenci¨®n arquitect¨®nica de Vallet en el monte Agi?a, dentro de la estaci¨®n megal¨ªtica hom¨®nima, que re¨²ne abundantes restos prehist¨®ricos. Permanecer¨¢ abierta hasta abril de 2006.
El monumento fue encargado en 1956 por la Sociedad Aranzadi. Aita Donostia (1886-1956) hab¨ªa fallecido poco antes. La intervenci¨®n de Oteiza conten¨ªa elementos determinantes de la fase conclusiva de su prop¨®sito experimental. Se gest¨® casi al mismo tiempo que las obras de la Bienal de S?o Paulo y en la estela naci¨® el Oteiza-poeta. El escultor describi¨® su piedra como "un ancla en la rotaci¨®n incesante del paisaje". El proyecto supuso el encuentro con el cr¨®mlech y su concepci¨®n de espacio vac¨ªo y circular, que el artista relacion¨® con el vac¨ªo sagrado.
"Agi?a [tejo, en castellano] es un lugar complejo, porque conjuga otras intervenciones art¨ªsticas, monumentales y paisaj¨ªsticas en un punto fronterizo, pero central", subraya Zuaznabar.
El convenio suscrito por el Museo de Alzuza, el Ayuntamiento de Lesaka y Aranzadi permitir¨¢ regenerar Agi?a, reservando los 800 metros de longitud del ¨¢rea como paso exclusivo para los visitantes del conjunto. Se colocar¨¢n nuevas se?alizaciones y se rehabilitar¨¢ la estela, pero sin reintegrarla a su forma original.
Tras la brutal agresi¨®n sufrida en 1993 [un grupo de personas golpe¨® el monolito con cinceles y martillos y realiz¨® una pintada], las inclemencias meteorol¨®gicas han ido degradando la pieza en las zonas da?adas. El objetivo es consolidarlas para evitar su progresivo deterioro. Aranzadi seguir¨¢ tutelando la zona y el Museo de Alzuza difundir¨¢ la instalaci¨®n. Visitas guiadas que se programar¨¢n antes de final de a?o permitir¨¢n recorrer el entorno.
Zuaznabar ha reunido dibujos, planos y documentos originales del proyecto, muchos de ellos in¨¦ditos, realizados por Oteiza y Vallet. Fotograf¨ªas del proceso de construcci¨®n y dos estelas originales de diferentes medidas previas a la definitiva integran igualmente la muestra.
Pintura convertida en objeto
"Hay m¨²ltiples referencias formales al pintor suprematista Kasimir Mal¨¦vich", indica el comisario. "Agi?a es esa pintura convertida en un objeto tridimensional y sagrado, una piedra bipolar de g¨¦nesis y conclusi¨®n", indica Zuaznabar.
Un audiovisual de Manuel As¨ªn incide en la acci¨®n de la luz sobre la escultura, en la relaci¨®n entre el movimiento del sol y la pieza, colocada en el centro de un cr¨®mlech pretendidamente original, pero en cuya formaci¨®n Aranzadi sospecha que pudo intervenir la mano del propio Oteiza. Esa posibilidad a?adir¨ªa todav¨ªa m¨¢s inter¨¦s al concepto de paisaje vivo "tambi¨¦n artificial, que cambia y se construye en cuanto es un concepto propio del hombre, del hombre urbano que hace el acto de mirar", como rese?ara el antrop¨®logo Julio Caro Baroja.
La documentaci¨®n dispersa sobre el Monumento al Padre Donostia ha sido reunida en el proceso de dise?o de la exposici¨®n y se ha incorporado al centro de documentaci¨®n del museo navarro.
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