Chapapote en Huelva
De nuevo la desgracia medioambiental ha ca¨ªdo en Huelva, esta tierra desgraciada, maltratada e injustamente tratada desde que las industrias se instalaran aqu¨ª. Una vez m¨¢s Huelva es noticia por un desastre medioambiental, una vez m¨¢s no se har¨¢ nada, las noticias se dar¨¢n a medias, los peri¨®dicos silenciar¨¢n lo posible, le quitar¨¢n importancia, porque las f¨¢bricas le tienen la boca bien tapada. Una vez m¨¢s los pol¨ªticos entrelazar¨¢n palabrejas de lamento mientras chocan la mano y abrazan al poderoso, a las industrias de Huelva.
Esta vez ha sido Cepsa, otro d¨ªa le tocar¨¢ a otra, mientras Endesa se levanta su nueva "casita" de ciclo combinado, la misma que en Sevilla ha sido prohibida nada m¨¢s y nada menos que por Medio Ambiente. Ins¨®lito. Muy ins¨®lito. As¨ª que en Sevilla no y en Huelva s¨ª. ?Somos personas de segunda?
Es una verdadera verg¨¹enza que no hay por d¨®nde empezar a contar. Aqu¨ª se manipulan las informaciones, se desprestigia a los que se atreven a alzar la voz y se les achacan intenciones ocultas, compran lo que haya que comprar (prensa, pol¨ªticos, empresas, m¨¦dicos...), subvencionan fiestas, deportes, Universidad, y hasta la Semana Santa, con tal de que exista mucha gente que tenga que estarle agradecida para que no digan ni p¨ªo.
Aqu¨ª se aluden a los puestos de trabajo una y otra vez como si eso fuese lo que les preocupa, cuando lo que les preocupa son, por supuesto, sus intereses econ¨®micos, dinero, poder, el money. Enga?an, mienten. Y mientras nos envenenan, nadie hace nada. Nos ensucian la ciudad por aire, mar y agua.
Supongo que alg¨²n d¨ªa se sabr¨¢ y se reconocer¨¢ el da?o que se ha hecho a esta ciudad, que tiene un ¨ªndice alt¨ªsimo de c¨¢nceres y, por supuesto, de asma, de alergias...Y hasta una enfermedad propia: la "hipertiroiditis at¨ªpica de Huelva", descubierta por el endocrino L¨®pez Rueda, el cual fue apartado y marginado porque sus descubrimientos no conven¨ªan a este tinglado que tienen tan bien montado. Alg¨²n d¨ªa, digo, se sabr¨¢ todo esto, pero ese d¨ªa est¨¢ a¨²n muy lejano, y no s¨¦ si lo veremos nosotros.
Ayer, cuando ve¨ªa nuestras playas, El Rompido, Punta Umbr¨ªa, llenas de esa asquerosidad, se me parti¨® el coraz¨®n.Una vez m¨¢s.
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