Las v¨ªctimas olvidadas
El tr¨¢gico desenlace de la desaparici¨®n de la joven Aintzane Garay y el posterior hallazgo de su cuerpo con claras se?ales de agresi¨®n sexual me han tra¨ªdo recuerdos de otros casos, igualmente fat¨ªdicos, pero, sobre todo, sin resolver. Qu¨¦ pensar¨ªa la sociedad vasca, gran v¨ªctima de ETA, si casi una docena de asesinatos a¨²n estuvieran sin esclarecer y los asesinos siguieran libres.
SOS V¨ªctimas lleva varios a?os trabajando en la resoluci¨®n de estos casos totalmente olvidados por la sociedad vasca. Muchos de los casos que han aparecido estos d¨ªas en los medios de comunicaci¨®n nos han hecho recordar situaciones familiares que hemos vivido con ciudadanos que muchas veces han estado en la mayor de las soledades. Durante much¨ªsimos meses y tambi¨¦n a?os, han sufrido en la intimidad de sus hogares el asesinato de su hijo, hija, marido.
Hoy a¨²n es el d¨ªa en que ciudadanos de este pa¨ªs siguen visitando a sus seres queridos en los cementerios sin saber qui¨¦n se cruz¨® un d¨ªa en su camino y les anul¨® sus vidas y su futuro.
Es verdad que muy t¨ªmidamente estos asesinatos ya no aparecen en la secci¨®n de sucesos y en algunos casos son pol¨ªticamente reconocidos con una ley integral hacia la violencia ejercida contra la mujer. Sin embargo, hay casos que nada tienen que ver con la violencia de g¨¦nero que siguen relegados a la marginalidad medi¨¢tica.
Se observa una dispersi¨®n y desorientaci¨®n en el trato general hacia el fen¨®meno violento, lo que redunda en que el colectivo de v¨ªctimas del delito violento, directas e indirectas, se halle desprotegido y abandonado.Es un hecho que las v¨ªctimas no s¨®lo se hallan abandonadas y desprotegidas por los poderes p¨²blicos, sino que los actuales sistemas judicial, resarcitorio y asistencial son de una imperfecci¨®n tal que apartan m¨¢s a la v¨ªctima de la Justicia, de percibir una indemnizaci¨®n integra y de reintegrarse en la sociedad.
El choque entre las necesidades y expectativas de las v¨ªctimas de los delitos y el funcionamiento te¨®rico y cotidiano del sistema penal puede explicar la frustaci¨®n y descofianza de aqu¨¦llas hacia la Administraci¨®n de Justicia. Entre esas expectativas se encuentran: el restablecimiento del orden jur¨ªdico (investigaci¨®n de los hechos y reproche hacia los autores); el restablecimiento de la situaci¨®n anterior al delito en la esfera personal, familiar y social de la v¨ªctima; la atenci¨®n p¨²blica a las necesidades concretas originadas por el delito y el proceso (acogida, informaci¨®n, intermediaci¨®n, asistencia m¨¦dica y emocional, etc¨¦tera).
Es fundamental, aparte de que no quede ning¨²n crimen impune, la actuaci¨®n eficaz del Estado para prevenir otra victimaci¨®n. Una buena asistencia a las v¨ªctimas reafirma la solidaridad social, beneficiando a toda la comunidad.
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