La sexta extinci¨®n
El investigador Miguel Delibes de Castro y el paleont¨®logo Jos¨¦ Luis Sanz analizan en C¨¢diz el fin de las especies
Hace 65 millones de a?os, un enorme meteorito choc¨® contra la Tierra a 90.000 kil¨®metros por hora. Se origin¨® una explosi¨®n con una fuerza mil veces superior a la que supondr¨ªa disparar al mismo tiempo todo el arsenal nuclear del mundo en la actualidad. Es una de las explicaciones que da la ciencia a la extinci¨®n de casi la totalidad de los dinosaurios. A ello se sum¨® un incremento de la actividad volc¨¢nica y profundos cambios geogr¨¢ficos que terminaron por modificar aquella biodiversidad. Hoy, la vida se enfrenta a una nueva forma de extinci¨®n masiva. La sexta, seg¨²n la cuenta de los expertos. El hombre, con similares consecuencias a la del meteorito o los volcanes, se ha convertido en la principal amenaza.
El investigador Miguel Delibes de Castro, profesor del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) y ex director de la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana, y el paleont¨®logo Jos¨¦ Luis Sanz, catedr¨¢tico en la Universidad Aut¨®noma de Madrid y considerado unos de los principales expertos nacionales en esta materia, acercaron ayer sus conocimientos sobre los procesos de extinci¨®n a un p¨²blico nutrido de numerosos estudiantes en la primera sesi¨®n de una nueva edici¨®n del ciclo de conferencias Di¨¢logos con la ciencia, que organiza la Diputaci¨®n de C¨¢diz.
El encuentro permiti¨® descubrir que el dinosaurio y el lince ib¨¦rico tienen algo en com¨²n. Su lucha por la vida. El primero la termin¨® perdiendo en una guerra de meteoritos, volcanes y cambios geogr¨¢ficos. El segundo todav¨ªa se enfrenta a esa batalla por la supervivencia, aunque con pocas esperanzas de vencerla.
Sanz, considerado uno de los mayores expertos en Paleontolog¨ªa, dice que la acci¨®n del hombre en el devenir de las especies comenz¨® a ser determinante hace 50.000 a?os. Una fecha "bastante reciente" para un investigador acostumbrado a rescatar retazos de historia con millones de a?os.
La sexta extinci¨®n la marca el hombre, sus ansias de progresar, sus intentos de hacerse fuerte. En definitiva, su lucha por la vida ha marcado la derrota de otras especies. Pero Sanz no quiere hacer distinciones entre esta sexta extinci¨®n y las anteriores, marcadas por cat¨¢strofes meteorol¨®gicas, elementos extraterrestres o cambios geogr¨¢ficos de la propia evoluci¨®n de la Tierra. "Todo es un proceso natural porque el hombre es tambi¨¦n parte de la naturaleza".
Miguel Delibes de Castro s¨ª traza una l¨ªnea diferenciadora para defender la necesidad de luchar contra la actual desaparici¨®n de especies: "La diferencia es que ahora lo estamos viviendo. Somos sujeto y objeto de esos cambios. Y en la misma forma que los producimos podemos luchar por proteger la biodiversidad". Delibes de Castro quiere un mundo rico en especies. Con muchos linces ib¨¦ricos. Apenas quedan 200 ejemplares y, si nada lo remedia, en 25 a?os desaparecer¨¢n definitivamente. Atropellados, disparados o, simplemente, incapacitados para sobrevivir en un mundo que les ha quitado su h¨¢bitat y su comida natural. "Ahora s¨ª podemos hacer algo", asegur¨® ayer el investigador. Porque el meteorito de la sexta extinci¨®n todav¨ªa puede ser detenido.
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