Londres celebra el arte de la China imperial
La Royal Academy re¨²ne 400 piezas que pertenecieron a la dinast¨ªa Qing en los siglos XVII y XVIII
La Royal Academy de Londres resalta en la exposici¨®n China: los tres emperadores, 1662-1795 las obras y valores culturales y art¨ªsticos en los reinados de los m¨¢s importantes mandatarios de la dinast¨ªa Qing, cuya ca¨ªda, en el siglo XX, signific¨® el final de la China imperial. La instituci¨®n brit¨¢nica re¨²ne en sus salas de Picadilly unos 400 trabajos y joyas art¨ªsticas procedentes en su mayor¨ªa de la colecci¨®n del Museo del Palacio, de Pek¨ªn. La muestra, que recorre 150 a?os de poder militar, social, cultural y art¨ªstico, coincide con la visita oficial al Reino Unido del presidente de la Rep¨²blica china, Hu Jintao, y es un anticipo del extenso programa de actividades que Londres dedicar¨¢ al pa¨ªs asi¨¢tico en el primer trimestre de 2006.
Destacan los estores y rollos iluminados con escenas cotidianas de la vida imperial
El presidente Hu Jintao inaugurar¨¢ esta noche la exposici¨®n China: los tres emperadores, 1662-1795 en una recepci¨®n oficial que forma parte del programa de actos previsto en su primer viaje de Estado al Reino Unido. Es una visita pol¨¦mica y discutida que est¨¢ provocando protestas de un sector de la poblaci¨®n y de los medios de comunicaci¨®n. Del mismo modo, la presencia de Hu Jintao en la sede de la Royal Academy, en Picadilly, cuya exposici¨®n est¨¢ formada casi en exclusiva por piezas cedidas por el principal museo de Pek¨ªn, est¨¢ dando pie a lecturas comparativas entre el pasado y presente del coloso chino.
La dinast¨ªa Qing, cuyos tres m¨¢ximos reinados -de los emperadores Kangxi (1662-1722), Yongzheng (1723-1735) y Qianlong (1736-1795)- son objeto de un intenso estudio en Londres, se hundi¨® en 1911. Procedente del norte, de la regi¨®n de Manchuria, esta ¨²ltima dinast¨ªa china desplaz¨® a los Ming en 1644 y un siglo m¨¢s tarde controlaba un vasto imperio en Euroasia, con sus fronteras delimitadas mas all¨¢ del T¨ªbet, al oeste; Mongolia, al norte, y Vietnam, al sur. Era tanto o m¨¢s importante que los imperios de sus m¨¢s inmediatos vecinos, los Romanov de Rusia y los otomanos de Turqu¨ªa.
En los albores del siglo XXI, seg¨²n recordaba ayer el diario brit¨¢nico The Independent, China tambi¨¦n es prominente en los escenarios mundiales, al tiempo que el poder que ejerce internamente su presidente Hu rivaliza con el que ten¨ªa Mao Zedong en su etapa de m¨¢ximo esplendor. La Rep¨²blica china va camino de convertirse en la segunda potencia econ¨®mica mundial para 2020.
El control de los nuevos emperadores chinos choca con el talante liberal de sus antecesores, seg¨²n se puede observar en la exposici¨®n de la Royal Academy, sobre todo en el ¨¢rea de libertad religiosa: en su conquista de China, los tres emperadores asimilaron y promovieron las costumbres y creencias de las distintas etnias y pueblos que conformaban China en los 150 a?os sobre los que se centra la muestra. As¨ª, la dinast¨ªa Qing preserv¨® el culto tradicional de Manchuria, el chamanismo, y respet¨® y promovi¨® la m¨¢s extendida doctrina de Confucio y las creencias budistas propias del T¨ªbet. Precisamente, la muestra se detiene en el cap¨ªtulo religioso de la Antigua China y re¨²ne en una sala objetos, atuendos y ofrendas que se utilizaban en las ceremonias de Estado en los altares del Cielo, la Tierra, el Sol y la Luna.
La personalidad y el estilo de cada emperador se reflejan en el recorrido por la Royal Academy. De Kangxi resalta la consolidaci¨®n militar del imperio y la adopci¨®n de las tradiciones t¨ªpicamente chinas. Su hijo, Yinzhen, inaugur¨® la era denominada Yongzheng y convirti¨® su imperio en una excelente Administraci¨®n enfocada a la producci¨®n de artes decorativas de m¨¢xima calidad y lujo en las escuelas y talleres palaciegos. Y, por ¨²ltimo, Qianlong, excelente mecenas de la cultura china, amas¨® la colecci¨®n art¨ªstica m¨¢s extensa de la historia y se dedic¨® con igual pasi¨®n al cultivo personal de la literatura y de la pintura. Se dice que este emperador de finales del XVIII escribi¨® m¨¢s de 30.000 poemas.
Presiden la sala de donde parte el recorrido por 150 a?os de poder militar, social, cultural y art¨ªstico de la China imperial los solemnes retratos del tr¨ªo imperial protagonista. Junto a ellos, exquisitos atuendos de ¨¦poca, bellos ejemplos del arte de la caligraf¨ªa y la pintura, en colores llamativos, y hasta un trono imperial con toda la parafernalia tradicional. Sobresalen los estores y rollos iluminados con escenas cotidianas y extraordinarias de la vida imperial, ya sea en palacio, en la corte o en campa?a militar. Y sorprende la apertura de los mandatarios hacia Occidente. Los emperadores Qing mantuvieron bajo su tutela a los misioneros jesuitas, que ense?aron a artistas palaciegos los ¨²ltimos avances en t¨¦cnica pict¨®rica, tecnolog¨ªa y astronom¨ªa.
La mayor¨ªa de las 400 piezas exhibidas procede del museo m¨¢s importante de Pek¨ªn y sirven para ilustrar c¨®mo los emperadores asimilaron y respondieron a los retos de su expansi¨®n por territorios de gran diversidad ¨¦tnica, religiosa y cultural. Con los ropajes expuestos, con las pinturas, manuscritos iluminados y telares, con las elaboradas porcelanas, las lujosas piezas decorativas de jade, los talismanes y amuletos, adem¨¢s de muebles exquisitamente labrados, la muestra presenta los diferentes papeles adoptados por cada emperador para hacerse respetar y ganarse el apoyo de sus nuevos s¨²bditos. China: los tres emperadores, que se abre al p¨²blico el pr¨®ximo s¨¢bado, se puede visitar en la Royal Academy de Londres hasta el 17 de abril de 2006.
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