Villepin promete en el Parlamento ayudas para los barrios marginales
La izquierda culpa al Ejecutivo de haber suprimido las subvenciones
Para compensar la declaraci¨®n del estado de emergencia, el primer ministro, Dominique de Villepin, anunci¨® ayer que restablecer¨¢ buena parte de las medidas de tipo social que ha ido eliminando desde que ocupara el poder tras la victoria electoral de 2002. Villepin explic¨® ayer ante los diputados de la Asamblea Nacional una bater¨ªa de medidas sociales destinadas a paliar los problemas de fondo de los barrios m¨¢s degradados.
El predecesor de Villepin, Jean-Pierre Raffarin, hab¨ªa eliminado 100 millones de euros en subvenciones para las asociaciones ciudadanas de esos barrios.
Nadie, desde la oposici¨®n, se opuso abiertamente a la declaraci¨®n del estado de emergencia, aunque arreciaron las cr¨ªticas al partido en el poder, la neogaullista Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP), por haber dejado a un lado los problemas de la periferia de las grandes ciudades.
Lionel Jospin, ex primer ministro socialista y candidato derrotado a la presidencia en 2002, no se ahorr¨® las cr¨ªticas al Gobierno y denunci¨®, en una entrevista radiof¨®nica, la demolici¨®n de la red social creada por el Gobierno socialista. "Escoger una ley de 1955, de la guerra de Argelia, no me parece el mejor de los s¨ªmbolos para hacer frente a esta situaci¨®n", a?adi¨®, "pero si el Gobierno no puede hacerlo de otra manera, que utilice este recurso con responsabilidad, con sensibilidad".
Ante los diputados, Villepin repiti¨® buena parte de lo que ya hab¨ªa avanzado la noche del lunes por televisi¨®n, especialmente en cuanto a la determinaci¨®n del Gobierno de acabar con la violencia que describi¨® con tintes muy oscuros. "Hacemos frente a individuos con determinaci¨®n, a bandas estructuradas, a la criminalidad organizada que no retrocede ante nada para imponer el desorden y la violencia", dijo. "Nuestra responsabilidad colectiva es hacer de estos barrios un territorio como cualquier otro de la Rep¨²blica", a?adi¨®.
Sin embargo, el primer ministro reconoci¨® que los problemas que ha puesto en evidencia esta revuelta tienen mucho m¨¢s calado que la simple criminalidad y admiti¨® que los habitantes de estas zonas degradadas de Francia y, en general, los de origen magreb¨ª y subsahariano padecen una discriminaci¨®n estructural y permanente que hace muy dif¨ªcil su ascenso en la clase social. En este sentido, anunci¨® la creaci¨®n de "una gran agencia para la cohesi¨®n social y la igualdad de oportunidades" as¨ª como de la figura de unos prefectos delegados que controlar¨¢n las denuncias por discriminaci¨®n.
En el terreno del empleo, el primer ministro prometi¨® ampliar las zonas en las que se conceden facilidades para la instalaci¨®n de empresas. Tambi¨¦n anunci¨® medidas destinadas a reforzar la educaci¨®n y para la renovaci¨®n urbana. Uno de los aspectos m¨¢s determinantes de la violencia es el modelo urbano de colmenas construidas a partir de 1970, ahora muy deterioradas y convertidas en guetos.
El portavoz socialista acus¨® a los sucesivos Gobiernos conservadores de desmontar la red social que paliaba la situaci¨®n dram¨¢tica de los barrios.
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