Blair sufre su primera derrota en ocho a?os en el Parlamento
La C¨¢mara rechaza la detenci¨®n preventiva de 90 d¨ªas por terrorismo
Tony Blair sufri¨® ayer una humillante derrota pol¨ªtica al rechazar el Parlamento su propuesta de aumentar de 14 a 90 d¨ªas el periodo de detenci¨®n cautelar de los sospechosos de terrorismo, que qued¨® fijado en s¨®lo 28 d¨ªas. Pese a que los laboristas tienen una mayor¨ªa de 66 diputados, la propuesta fue derrotada por 322 votos contra 291 en lo que constituye su primera derrota parlamentaria desde que lleg¨® al poder, en mayo de 1997.
Numerosos diputados laboristas votaron contra Blair, cuya autoridad como primer ministro est¨¢ seriamente en cuesti¨®n. Fue sobre todo una derrota personal de Blair, que abort¨® la tendencia de su ministro del Interior, Charles Clarke, a pactar a la baja con la oposici¨®n. El primer ministro pareci¨® calcular mal el impacto que iba a tener en sus filas y entre los tories m¨¢s tibios su irrupci¨®n personal en la pol¨¦mica sobre los 90 d¨ªas.
Blair, coreado por los tabloides y el grupo de medios del magnate Rupert Murdoch, aument¨® las presiones, azuz¨® el fantasma de dos atentados desbaratados desde julio, apelando al voto del miedo y la mala conciencia. "No vais a votar contra m¨ª, vais a votar contra los deseos de los servicios de seguridad", amenaz¨® a¨²n ayer.
Pero m¨¢s all¨¢ del contencioso concreto de la nueva ley antiterrorista, la derrota amenaza con ser no s¨®lo la primera de Blair desde que lleg¨® a Downing Street, sino la primera quiz¨¢s de una serie. Con un mayor¨ªa de s¨®lo 66 esca?os y una treintena de rebeldes dispuestos a forzar su marcha cuanto antes, las numerosas reformas que han de pasar por los Comunes en los pr¨®ximos meses amenazan con transformarse para ¨¦l en el calvario parlamentario vivido en 1993 por John Major.
"No creo que sea una cuesti¨®n sobre mi autoridad", rechaz¨® Blair tras la votaci¨®n, y dej¨® claro que no va a dimitir. "La gente de este pa¨ªs no va a entender que los Comunes hayan tomado esta decisi¨®n. Esperaba que los conservadores se movieran hacia un compromiso, pero se han quedado en los 28 d¨ªas. Para m¨ª, 90 d¨ªas ya era un compromiso", insisti¨®. Scotland Yard expres¨® en una nota su "decepci¨®n" por el voto.
Aumentando el cargado ambiente de trascendencia que precedi¨® a la votaci¨®n, Blair hab¨ªa instado a Gordon Brown y a Jack Straw -dos pesos pesados en el Gobierno, rival pol¨ªtico y aspirante a sucederle el primero; crecientemente distanciado el segundo, cuyas reservas sobre la intervenci¨®n en Irak nunca fueron tenidas en cuenta- a que regresaran a Londres de inmediato para estar en los Comunes a la hora de la votaci¨®n, a media tarde.
Brown interrumpi¨® su estancia en Israel y Straw se volvi¨® de Mosc¨², donde encabezada una delegaci¨®n como presidente de turno del Consejo de ministros de la Uni¨®n Europea. La amplitud de la derrota en los Comunes, que nadie hab¨ªa anticipado, convirti¨® ese precipitado regreso en un peque?o rid¨ªculo.
Rebeldes laboristas
La magnitud de esa derrota adquiri¨® proporciones a¨²n mayores al aprobar la C¨¢mara minutos despu¨¦s de la votaci¨®n una enmienda de los rebeldes laboristas estableciendo el periodo de detenci¨®n cautelar en 28 d¨ªas, muy lejos de los 42 d¨ªas que el ministro del Interior, Charles Clarke, parec¨ªa dispuesto a pactar con la oposici¨®n tory.
Fue el propio Blair quien decidi¨® mantener la propuesta de los 90 d¨ªas, limitando las anunciadas concesiones a fijar para la nueva ley un periodo de vigencia de un a?o para que el Parlamento pudiera decidir tras esa experiencia sobre la conveniencia de ratificar la ley o rechazarla y que la polic¨ªa justificara cada semana ante un juez las razones de la detenci¨®n.
"A veces es mejor perder haciendo lo debido que ganar haciendo lo que no se debe hacer", sintetiz¨® Blair en el ¨²nico signo de duda que dej¨® traslucir por la ma?ana, durante un tenso question time (turno de preguntas) en los Comunes que acab¨® convirti¨¦ndose en un espont¨¢neo debate parlamentario sobre la Ley de Terrorismo. Pese a que algunas encuestas reflejaban un claro apoyo de la opini¨®n p¨²blica a los 90 d¨ªas de detenci¨®n preventiva, el l¨ªder conservador Michael Howard mantuvo su oposici¨®n a una medida que calific¨® de draconiana. "El Gobierno no ha conseguido dar ni un s¨®lo ejemplo concreto que demuestre la necesidad de esa medida", se quej¨® Howard, que cree que con 28 d¨ªas hay tiempo suficiente para investigar a un sospechoso y decidir si hay elementos suficientes que justifiquen su procesamiento.
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