Agitaci¨®n en Israel
La inesperada derrota de Sim¨®n Peres al frente del laborismo israel¨ª, en una votaci¨®n interna que ha puesto al frente del partido de centro izquierda a un sindicalista desconocido fuera del pa¨ªs y 30 a?os m¨¢s joven, Amir Peretz, supone una conmoci¨®n en la formaci¨®n que fund¨® el Estado jud¨ªo y previsiblemente pondr¨¢ en marcha acontecimientos que pueden cambiar su panorama pol¨ªtico. Para empezar, Peretz, que se ver¨¢ con Ariel Sharon la semana pr¨®xima, ha anunciado que abandonar¨¢ la coalici¨®n gubernamental, lo que forzar¨¢ al primer ministro israel¨ª a convocar elecciones anticipadas, quiz¨¢ en los primeros meses del pr¨®ximo a?o.
A lo largo de una carrera de casi 50 a?os, Peres, nacido en Polonia, ha conseguido un Nobel de la Paz -en 1994, por los acuerdos de Oslo-, pero nunca gan¨® unas elecciones (lo intent¨® cinco veces) y casi nunca logr¨® conectar con los intereses de los israel¨ªes de a pie, que ven en la distancia a los askenaz¨ªes de origen europeo. Su sucesor es todo lo contrario: un tipo llano, de verbo agresivo, l¨ªder indiscutible del mayor sindicato israel¨ª y el primer sefard¨ª (nacido en Marruecos) que llega a la direcci¨®n del partido socialdem¨®crata. Peretz, contrario a la pol¨ªtica de asentamientos y partidario de la negociaci¨®n con los palestinos, es un cr¨ªtico contundente de la que considera pol¨ªtica antisocial del Gobierno. Ya ha anunciado que una de sus misiones fundamentales ser¨¢ devolver la palabra a los trabajadores, marginados en sus aspiraciones por la eterna primac¨ªa militar. Mill¨®n y medio de israel¨ªes viven por debajo del umbral de pobreza.
Que el laborismo, casi cien mil votantes, haya defenestrado a Peres sugiere el alejamiento definitivo de la vieja guardia. Algo parecido podr¨ªa suceder a Sharon en el derechista Likud, que tambi¨¦n decidir¨¢ sobre su liderazgo antes de las pr¨®ximas elecciones legislativas, previstas para finales de 2006 pero ahora mucho m¨¢s cercanas. El jefe del Gobierno, sin embargo, tras cinco a?os en el poder, goza todav¨ªa de un s¨®lido apoyo popular derivado de la percepci¨®n de que representa la mejor garant¨ªa de seguridad para su pa¨ªs.
Desaparecido Arafat hace justamente un a?o, con los palestinos en agitada transformaci¨®n, Peres pol¨ªticamente liquidado y Sharon disputando el cetro de su partido con el ultraoportunista Netanyahu, una ¨¦poca de la pol¨ªtica israel¨ª podr¨ªa estar tocando a su fin. Antes de la concreci¨®n de esa posibilidad, sin embargo, el primer ministro debe recomponer su maltrecha alianza, en la que los laboristas que ahora se desenganchan estaban para garantizarle el apoyo que otros grupos m¨¢s afines le negaban por su decisi¨®n de abandonar Gaza hace dos meses, tras 38 a?os de ocupaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.