?Qu¨¦ pasa en la concertada?

La escuela concertada representa el 26% de la educaci¨®n no universitaria en Espa?a. En ella estudian alrededor de 1.800.000 alumnos. Ellos, sus padres y sus profesores est¨¢n convocados a la manifestaci¨®n de hoy, en la que protestar¨¢n porque "la nueva ley educativa ataca la libertad de los padres" para poder elegir el centro escolar que deseen y por la "asfixia econ¨®mica" a la que, dicen, les han sometido en los ¨²ltimos a?os.

A pesar de todo, el porcentaje de alumnos matriculados en los centros concertados ha crecido desde 1999 un 1,5%, y desde 1996 casi cuatro puntos porcentuales. El crecimiento ha sido muy desigual: mientras algunas comunidades, como Andaluc¨ªa, no han variado pr¨¢cticamente su porcentaje de escuela p¨²blica y privada desde hace a?os, en otras, como Madrid, no ha dejado de crecer la concertada. El signo pol¨ªtico de cada comunidad determina en gran medida el auge o ca¨ªda de la educaci¨®n privada financiada con fondos p¨²blicos. Y tambi¨¦n los distintos gobiernos que ha tenido el pa¨ªs desde la democracia han marcado la historia de esta doble red educativa.

La nueva ley educativa propone controles m¨¢s rigurosos para la admisi¨®n de alumnos

Sostienen que en los ¨²ltimos 11 a?os han perdido el 17% en su poder adquisitivo

En los a?os setenta, el Estado comenz¨® a financiar a los colegios privados para que acogieran a una poblaci¨®n escolar que hab¨ªa crecido porque era obligatorio estudiar hasta los 14 a?os, y no hab¨ªa escuelas suficientes. Pero se les daba dinero de una forma arbitraria y poco estable. Con la llegada de los socialistas se regularon los conciertos. Lo hizo la Ley Org¨¢nica del Derecho a la Educaci¨®n (LODE); los archivos conservan las fotos de grandes manifestaciones en la calle encabezadas por Manuel Fraga y los religiosos de la ense?anza.

El Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez les aseguraba una financiaci¨®n estable por cuatro a?os consecutivos, que inclu¨ªa el pago a los profesores, pero les exig¨ªa unos criterios equitativos y comunes en la admisi¨®n de alumnos cuando la demanda superara la oferta de plazas escolares. Los padres pueden elegir en libertad si hay plazas suficientes en el centro; si no las hay, mandan los criterios de admisi¨®n, el m¨¢s importante era la proximidad del domicilio al colegio. Esa era la filosof¨ªa. Desde entonces, cuando gobiernan los socialistas se plantean exigencias en la admisi¨®n de alumnos, que se rebajan cuando llegan al poder los populares.

La Ley Org¨¢nica de Educaci¨®n (LOE) que ahora se plantea no es muy distinta de las anteriores socialistas, pero s¨ª endurece los controles en la admisi¨®n de alumnos. La causa ha sido la llegada masiva de inmigrantes en los ¨²ltimos a?os (500.000 ni?os extranjeros hay ya este curso), que han sido derivados mayoritariamente a las escuelas p¨²blicas, donde estudian m¨¢s del 70% de ellos. Los que han seguido de cerca las negociaciones saben que los controles en la admisi¨®n de alumnos que establece la ley, han sido la piedra que ha bloqueado un posible acuerdo. La LOE crea comisiones de admisi¨®n "que supervisar¨¢n este proceso y garantizar¨¢n el cumplimiento de las normas que lo regulan". La Administraci¨®n ser¨¢ la encargada de establecer "la proporci¨®n de alumnos con necesidades educativas que deban ser escolarizados en los centros p¨²blicos y en los concertados" y la que establezca la reserva de plazas en unos colegios y otros para escolarizar a los que llegan una vez iniciado el curso.

Los representantes de la escuela concertada ven en ello un ataque a la libertad para elegir centro educativo. Estos controles no los establec¨ªa la Ley de Calidad que aprob¨® el PP en su ¨²ltimo Gobierno.

Pero no es esa su ¨²nica queja. La "asfixia" econ¨®mica a la que, dicen, les han sometido en los ¨²ltimos a?os, les ha ocasionado, sostienen, p¨¦rdidas del 17% en su poder adquisitivo. En la ¨²ltima d¨¦cada, como poco, el dinero p¨²blico que reciben se ha incrementado por debajo del IPC. Adem¨¢s, la ley impide que recauden dinero cobrando cuotas a las familias. El Gobierno ha llegado esta misma semana a un acuerdo con los sindicatos de la concertada que prev¨¦ una subida para estos colegios en 2005 del 2,7% y en 2006 del 3,1%, por encima de las subidas que ofreci¨® en su ¨¦poca el PP.

Otra de las quejas que ha sacado a la calle a la escuela concertada (religiosa en su mayor¨ªa) ha sido el cambio en la ley para hacer nuevos conciertos, es decir, para financiar nuevos colegios privados. Cuando uno de estos colegios re¨²na las condiciones previstas para impartir clases y tenga demanda para ello podr¨¢ "solicitar" financiaci¨®n p¨²blica para ofrecer de forma gratuita estas ense?anzas. Solicitar, algo que vienen haciendo desde hace a?os en algunas comunidades sin ¨¦xito, se quejan. La anterior ley del PP dec¨ªa que, reunidos los requisitos, estos centros podr¨ªan "acogerse" al r¨¦gimen de conciertos, sin m¨¢s.

Por ¨²ltimo, un dato econ¨®mico: la red concertada recibe cada a?o 4.000 millones de euros para sus centros. La p¨²blica cerca de 19.500 millones, aunque en esta ¨²ltima cifra se incluyen partidas que no son para los centros, sino para la gesti¨®n del propio sistema educativo, inspectores, centros de formaci¨®n de profesores...