Los firmantes de la moci¨®n contra Moragues negocian el reparto de competencias en X¨¤bia

X¨¤bia vive, no sin sobresaltos, los d¨ªas previos al pleno de la moci¨®n de censura presentada el pasado jueves por el PSPV, Bloc-Centristes y el concejal independiente Enrique Bas. Un debate municipal extraordinario de mero tr¨¢mite, convocado 24 horas despu¨¦s, puso en evidencia las consecuencias del factor sorpresa sobre los concejales del equipo de gobierno, con el alcalde del PP al frente. La moci¨®n de censura, que desbancar¨¢ a Juan Moragues para que lo sustituya el concejal del Bloc-Centristes Eduardo Monfort, ha abierto la negociaci¨®n del nuevo reparto de competencias.

El desencadenante de la actual crisis fue la decisi¨®n de Ana Vasbinder y Amanda Dean de abandonar el PP para incorporarse al grupo mixto. Moragues plante¨® una remodelaci¨®n de su equipo para conservar el apoyo de ambas concejales que oblig¨® a desplazar a Enrique Bas, que fuera alcalde por el PSPV y ahora encabeza el Grupo Independiente de X¨¤bia (GIX). Al t¨¦rmino de la sesi¨®n, el alcalde manifestaba aceptar el juego pol¨ªtico en democracia, y aseguraba al mismo tiempo: "Por eso mismo, todav¨ªa no he dicho la ¨²ltima palabra. Hay muchos proyectos de primer orden que ¨ªbamos a ejecutar de inmediato y la responsabilidad caer¨¢ sobre los que, ahora, no puedan cumplir con los ciudadanos".

Con esa velada amenaza Juan Moragues pon¨ªa de manifiesto la compleja din¨¢mica que la clase pol¨ªtica ha sido capaz de instruir en X¨¢bia y que presenta antecedentes capaces de mantener el beneficio de la duda hasta el mismo d¨ªa 22 en el que se votar¨¢ la candidatura del concejal del Bloc-Centristes Eduardo Monfort. Precisamente Monfort ya fue alcalde en la anterior legislatura al contar con el respaldo de Moragues quien encabez¨® la lista de Uni¨®n Valenciana tras sentirse desplazado por el Partido Popular, en el que mantuvo una dura pugna con el actual senador Jos¨¦ Cholbi.

Los saltos de partido a partido ya hab¨ªan comenzado a ser una t¨®nica habitual entonces, en la pol¨ªtica local, en la que Moragues manten¨ªa un importante tir¨®n entre el electorado, encabezase las siglas que encabezase.

El mandato de Monfort se trunc¨® dos a?os despu¨¦s precisamente por otra moci¨®n de censura propiciada por Moragues que volvi¨® a acercarse al PP y que llev¨® al popular Sapena a la alcald¨ªa. Enrique Bas pieza clave de la situaci¨®n actual se aline¨® con Moragues despechado con el partido que le aup¨® a?os atr¨¢s a la alcald¨ªa: el PSPV-PSOE. La factura que pag¨® el nuevo primer edil fue dolorosa: ceder a Juan Moragues la cabeza de la lista popular en las ¨²ltimas elecciones.

Se hab¨ªa abierto la veda del saltimbanquismo pol¨ªtico. Los centristas de Eduardo Monfort se fusionaron con el Bloc. Nacieron los partidos independientes, uno de ellos liderado por Bas tras la desaparici¨®n de UV. Bas, sin duda el pol¨ªtico m¨¢s despejado y experimentado de todos, se gan¨® el apoyo de los extranjeros y en la presente legislatura volvi¨® a ser pieza clave. Siempre en un segundo plano. Hasta que la p¨¦rdida de la portavoc¨ªa del actual gobierno tripartito y ahora la decisi¨®n del alcalde de sacrificarle en urbanismo para contentar a la edilas rebeldes, acab¨® con la paciencia de Enrique Bas. Para m¨¢s inri la gesti¨®n del llamado catastrazo se suma al terrible desgaste de Moragues multiplicado por la gesti¨®n de la crisis en la que no s¨®lo cedi¨® las principales competencias sino que adem¨¢s se vio obligado a reducir el sueldo de los concejales. Demasiado tributo, lo que daba entender que hab¨ªa mucho en juego y daba vida al argumento de la oposici¨®n, que denunci¨® una excesiva dosis de intereses personales sobre los colectivos. As¨ª lo ha entendido buena parte de la ciudadan¨ªa que llen¨® el sal¨®n de plenos el viernes para aplaudir el paso dado por la oposici¨®n. Por tanto el momento elegido por los firmantes de la moci¨®n, goza de un aval consistente.

Las conversaciones entre Bloc-Centristes y PSPV ya han comenzado. La presencia de los socialistas en el Gobierno central mantiene un margen de confianza para intentar conseguir una reducci¨®n de los valores catastrales, lo que dar¨ªa al nuevo pacto unas garant¨ªas extraordinarias de futuro. En estas conversaciones Enrique Bas se mantendr¨ªa vigilante sin irrumpir en el proceso natural de adjudicaci¨®n que dar¨ªa el Urbanismo precisamente al lider del PSPV-PSOE, curiosamente su sobrino, Rafael Bas. Hacienda quedar¨ªa en manos del cabeza visible de los nacionalistas, Vicent Chorro. El pr¨®ximo gran reto es la adjudicaci¨®n del contrato de basuras por diez a?os y un montante superior a los 40 millones de euros. Ah¨ª, en las contrataciones, es donde puede aparecer la figura de Bas (GIX). Comienza pues una semana de tensi¨®n, con campo abierto para muchas maniobras.