Los partidos, a la caza del voto de los inmigrantes que ir¨¢n a las urnas en 2007

La alcald¨ªa de Alcal¨¢ de Henares se decidi¨® en 2003 por apenas 3.000 votos. En este municipio de casi 200.000 vecinos al este de Madrid viven unos 18.000 rumanos, 18.000 ciudadanos cuya voluntad, si se cumplen los plazos de adhesi¨®n de Rumania a la UE en 2007, ser¨¢ decisiva para definir el color pol¨ªtico del Consistorio. No es un caso aislado. En Espa?a hay, a falta de dos a?os para los pr¨®ximos comicios, 978.245 inmigrantes con derecho al voto, un 58% m¨¢s que en 2003. Los partidos comienzan a calentar motores electorales para captar estos importantes sufragios.

Todos los pol¨ªticos consultados aseguran que el voto inmigrante ser¨¢ decisivo

En las pr¨®ximas elecciones habr¨¢ 280.000 personas con doble nacionalidad

No es la primera vez que sucede. Desde 1999 los residentes en Espa?a procedentes de la Uni¨®n Europea pueden ejercer el derecho al voto y ser votados en los comicios locales. De hecho, en algunos municipios de la costa alicantina es normal encontrase con concejales extranjeros. La gran novedad es que en 2007 podr¨¢n expresar su voluntad en las urnas los que provengan de los 10 nuevos pa¨ªses de la Uni¨®n, incluido Bulgaria y Rumania, cuyos ciudadanos est¨¢ previsto que sean comunitarios con plenos derechos el 1 de enero de ese a?o. En estos momentos hay 754.537 europeos con derecho al voto, de los que 264.941 proceden de los pa¨ªses de la ampliaci¨®n.

Tampoco es nada desde?able el grupo formado por los ciudadanos que han logrado la doble nacionalidad que, como cualquier espa?ol, pueden votar en todas los sufragios. El n¨²mero de concesiones de nacionalidad ha crecido casi tanto de 2003 a 2005 (96.733 nuevos espa?oles) como en la d¨¦cada anterior (121.725). De seguir con las m¨¢s de 3.500 concesiones mensuales, en las pr¨®ximas elecciones habr¨¢ unas 280.000 personas con doble nacionalidad. La mayor¨ªa proceden de Latinoam¨¦rica porque consiguen el documento demostrando dos a?os de residencia legal, mientras el resto (excepto los de Portugal, Filipinas, Guinea Ecuatorial y sefard¨ªes) tienen que esperar diez a?os.

La voluntad de los emigrantes con derecho al voto, un 62% de los que tienen autorizaci¨®n de residencia, pueden que se diluyan en los comicios nacionales o incluso auton¨®micos -aunque en la Comunidad de Madrid con m¨¢s de 500.000 inmigrantes legales las ¨²ltimas elecciones se decidieron por 30.000 votos- pero puede ser decisiva en muchos municipios.

A los partidos pol¨ªticos no se les escapa esta situaci¨®n y est¨¢n realizando las primeras acciones para llevar a su terreno a m¨¢s del mill¨®n de nuevos electores. Algunos organizan viajes a los pa¨ªses de origen de la mayor¨ªa de los extranjeros, otros firman convenios con sus asociaciones, Esperanza Aguirre (presidenta de la Comunidad de Madrid) ha creado una consejer¨ªa de inmigraci¨®n, etc. Los partidos de izquierdas han pedido en diversas ocasiones que puedan votar todos los que tengan permiso de residencia. Iniciativa per Catalunya (IC-V) ha anunciado que en Figueres (Gerona) su cabeza de lista ser¨¢ un brit¨¢nico. Y mucho m¨¢s explicito ha sido el presidente del PP en Castell¨®n, Carlos Fabra, quien abiertamente ha pedido el censo de inmigrantes.

Todos los pol¨ªticos consultados por EL PA?S reconocen que el voto inmigrante tendr¨¢ una influencia decisiva en las elecciones locales y coinciden en que lo m¨¢s importante es fomentar su participaci¨®n. Aunque, aseguran, de momento no est¨¢n haciendo ninguna acci¨®n de captaci¨®n. En el PSOE especifican que no realizar¨¢n ninguna campa?a espec¨ªfica porque "ser¨ªa discriminatoria", seg¨²n Antonio Hernando, diputado y responsable de inmigraci¨®n. "Tienen los mismos problemas de vivienda, trabajo y educaci¨®n que el resto de ciudadanos y deben ser tratados igual", a?ade. En el PP tambi¨¦n consideran que tienen las mismas necesidades, aunque su diputada y portavoz del ¨¢rea, ?ngeles Mu?oz, admite que realizar¨¢n acciones especiales, como redactar el programa electoral en distintos idiomas, dirigirse a medios de comunicaci¨®n de los extranjeros o incluirlos en sus listas: "Lo importante es que tengan toda la informaci¨®n para que sepan que su mejor opci¨®n es el PP".

Lo m¨¢s dif¨ªcil es saber si acudir¨¢n a las urnas. En los cinco pa¨ªses europeos en los que todos los extranjeros con papeles pueden votar, su participaci¨®n es m¨¢s baja que la de la poblaci¨®n aut¨®ctona, seg¨²n M¨®nica M¨¦ndez, profesora de la Universidad de Murcia que ha estudiado el voto inmigrante. Tambi¨¦n ha sido baja la participaci¨®n de los europeos que vienen a Espa?a en busca de sol y de playa. Suelen tener sus vidas resueltas y a muchos les preocupa poco la pol¨ªtica de los pueblos en los que viven, normalmente aislados en urbanizaciones. Sin embargo, es la primera vez que un nutrido grupo de inmigrantes del mundo pobre con necesidades de trabajo, vivienda, servicios sociales, podr¨¢ votar. "Su participaci¨®n depender¨¢ mucho de la movilizaci¨®n hacia el voto que hagan sus asociaciones y los partidos pol¨ªticos", asegura la experta.

Dora Aguirre, la presidenta de Rumi?ahui, una de las asociaciones m¨¢s numerosas, opina que la mayor¨ªa de los 200.000 ecuatorianos (equivalente a la poblaci¨®n de M¨®stoles) que tendr¨¢n derecho a voto acudir¨¢n a las urnas porque "ha habido un proceso importante de conocimiento del entorno y conf¨ªan m¨¢s en las instituciones que en Ecuador". Aguirre considera que, a pesar de que un informe de la ONU revela que m¨¢s de la mitad de los latinoamericanos apoyar¨ªan un r¨¦gimen autoritario si le solucionara los problemas econ¨®micos, los ecuatorianos en Espa?a votar¨¢n a quien haya realizado "un discurso conciliador y rechazar¨¢n los que hayan fomentado la xenofobia".

Sin embargo, el presidente de la Federaci¨®n de Asociaciones de Inmigrantes Rumanos (Fedrom), Miguel Fonda, cree que los procedentes de este pa¨ªs han sufrido tanta corrupci¨®n "que miran con desconfianza el tema pol¨ªtico". "Como no lo remediemos, no ejercer¨¢n su derecho al voto". Para ¨¦l, los acercamientos de los partidos a los inmigrantes son todav¨ªa "t¨ªmidos". "Les da miedo la reacci¨®n xen¨®foba que puede haber si extienden el derecho de voto a todos los inmigrantes residentes".