Agujeros
?Qui¨¦n ha dicho que la LOE no limita el derecho de los padres a elegir qu¨¦ colegio quieren para sus hijos? Naturalmente que lo limita. Por ejemplo: si unos padres quieren que sus hijos vayan a un colegio concertado y sin moritos, quiz¨¢s lo tengan un poquito m¨¢s crudo si se aprueba esta ley. Y digo "quiz¨¢s", porque en el fondo dudo mucho que esas comisiones creadas por la LOE para establecer qu¨¦ porcentaje de inmigrantes deben estudiar en qu¨¦ colegios aprovechen la ocasi¨®n para hacer que los colegios privados arrimen el hombro en un asunto que nos concierne a todos.
La educaci¨®n de los moritos es una tarea con la que carga casi en exclusiva la ense?anza p¨²blica. Aunque alg¨²n concertado tenga que reservar alguna placita decorativa, es en los colegios p¨²blicos donde se libra la verdadera batalla de la inmigraci¨®n y se sufren las tensiones que provoca la llegada masiva de extranjeros. ?Qu¨¦ hacer en una clase con inmigrantes que no saben hablar muy bien espa?ol? ?Bajamos el nivel y perjudicamos a los nativos? ?Mantenemos el nivel y que se apa?en los negritos? ?Metemos m¨¢s dinero y contratamos profesores de apoyo? ?Los ponemos a todos en la misma clase, para que vayan haci¨¦ndose una idea del futuro? Al fin y al cabo, cuanto antes estalle en Espa?a la violencia que ahora sacude Francia, mejor; ?para qu¨¦ esperar 20 ¨® 30 a?os?
Hasta ahora, como digo, los colegios concertados no ten¨ªan que hacerse estas preguntas. Pese a recibir dinero p¨²blico, s¨®lo un 30% de los inmigrantes estudiaba por hache o por be en estas escuelas. Con la simple triqui?uela de poner una cuota mensual para el uniforme un colegio concertado puede quitarse estas molestias de encima. Y los padres pueden elegir; tienen ante ellos un panorama di¨¢fano: blanco y negro. O mejor dicho: blancos y negros; a un lado la ense?anza p¨²blica llena de moritos que bajan mucho el nivel. Y al otro, la ense?anza concertada, que te cuesta algo de dinero, s¨ª, pero que te asegura que el ni?o est¨¢ con la gente de su clase (social).
Pero ahora esta LOE de Zapatero pretende endurecer el control en la admisi¨®n de alumnos. En realidad las cosas no ser¨¢n muy diferentes a como han sido siempre: lo ¨²nico que har¨¢ la LOE en este aspecto es crear una comisi¨®n que supervisar¨¢ el proceso de admisi¨®n de alumnos. Un proceso que regular¨¢ la Administraci¨®n, claro, que es la que pone el dinero. Ser¨¢ ella la que establezca cu¨¢ntos extranjeros pobres van a qu¨¦ colegios. Pero entre nosotros: ?creen ustedes que aqu¨ª, en Almer¨ªa, las Jesuitinas o La Salle recibir¨¢n tantos inmigrantes como el colegio de El Puche?
Por motivos diferentes, a m¨ª tampoco me gusta la LOE, que vuelve a claudicar frente a las dos Iglesias, la cat¨®lica y la nacionalista. Pero me gusta menos la desfachatez. Lo digo porque la semana pasada estuvimos llamando al Ayuntamiento de Almer¨ªa para que colgara unas perchas en el colegio del barrio, que se acaba de construir y que est¨¢ a medio terminar. El mantenimiento de los colegios es competencia de los ayuntamientos. Pero nadie se puso al tel¨¦fono. Habr¨ªan ido a la manifestaci¨®n. As¨ª que mientras ellos luchaban por la Libertad, nosotros, los padres, hicimos los agujeros con unos taladros que llevamos de nuestras casas.
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