La polic¨ªa relaciona 17 grupos delictivos con el despacho de Marbella y ha bloqueado 72 millones en 28 bancos
![Luis G¨®mez](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F2ce46456-ac54-4700-96db-0b8f394a4fda.jpg?auth=77002eb2305650451646ff522b8a51b014f7c806758a28329fafa3c3944a40f6&width=100&height=100&smart=true)
La dimensi¨®n de la operaci¨®n Ballena Blanca se ha agrandado tras las investigaciones de la polic¨ªa en los ¨²ltimos meses. El dinero bloqueado en 28 entidades bancarias asciende ya a 72 millones de euros, los inmuebles incautados se acercan a los 400 y el n¨²mero de organizaciones criminales relacionadas con el despacho Del Valle Abogados (DVA) de Marbella asciende a 17, cuando inicialmente se habl¨® de nueve grupos. La operaci¨®n sigue su curso y el juez Miguel ?ngel Torres ha conseguido que el Consejo General del Poder Judicial le autorice a seguir con la instrucci¨®n y a no tomar posesi¨®n de la plaza que le hab¨ªan adjudicado en un juzgado de Granada.
La operaci¨®n Ballena Blanca, la investigaci¨®n sobre blanqueo de dinero m¨¢s importante iniciada en Espa?a, sigue abierta y la polic¨ªa baraja nuevas detenciones. El sumario acumula ya 58 detenidos entre profesionales tan caracter¨ªsticos como notarios, abogados, empresarios, promotores inmobiliarios y, desde hace un mes, un alcalde, el de Manilva (M¨¢laga). El sumario seguir¨¢ estando parcialmente secreto durante un tiempo que no ser¨¢ largo, porque se pretende cerrarlo y abrir, en su caso, otras instrucciones para evitar un macrojuicio que pueda perjudicar la investigaci¨®n original.
El bufete de abogados de Fernando del Valle manejaba casi 1.000 sociedades, la mitad bajo sospecha de la polic¨ªa
Los investigadores han detenido a 58 personas, incluidos abogados, notarios, empresarios y un alcalde malague?o
Del Valle participa en 143 sociedades con sede en Delaware y en 25 radicadas en Gibraltar
Las ramificaciones del despacho llegan a Reino Unido, Holanda, Francia, Suecia o Israel
El n¨²mero de inmuebles confiscados en la operaci¨®n se acerca ya a los 400, fundamentalmente en la Costa del Sol
Han transcurrido ya casi dos a?os de investigaci¨®n en un caso que puede sentar un importante precedente en el negocio inmobiliario de la Costa del Sol. La polic¨ªa acumulaba fundadas sospechas sobre la actuaci¨®n de algunos despachos de abogados, pero no hab¨ªa tenido la oportunidad de emprender una investigaci¨®n a fondo. Uno de los despachos sospechosos era el presidido por el abogado chileno Fernando del Valle, cuya expansi¨®n le hab¨ªa permitido disponer de sucursales en Marbella, San Pedro de Alc¨¢ntara, Benissa, Orihuela (Alicante) y ten¨ªa la intenci¨®n de abrir otro despacho en Almer¨ªa. A la polic¨ªa no se le escap¨® un curioso detalle: casi todo el personal de dicho despacho, tanto en la central como en las sucursales, estaba formado por mujeres j¨®venes, en su mayor¨ªa abogadas con poca experiencia profesional.
Fue una investigaci¨®n de rutina, relacionada con un narcotraficante de origen tunecino llamado Sophiani Hambli -encarcelado en Francia, de donde se escap¨® de la prisi¨®n de Metz para refugiarse en Espa?a- la que permiti¨® relacionar a un delincuente buscado por la polic¨ªa francesa con el despacho de Fernando del Valle. Un lugarteniente de Hambli fue detenido en Marbella con 3,2 toneladas de hach¨ªs en abril de 2004. Unas semanas despu¨¦s, era detenido en Marbella tras un tiroteo con la polic¨ªa el propio Hambli. La polic¨ªa francesa sospechaba que este narcotraficante estaba blanqueando dinero en Espa?a a trav¨¦s de su familia, afincada en la Costa del Sol. Como consecuencia de unas comisiones rogatorias de las autoridades francesas, aparecieron en escena sociedades como Silverkey Properties SL, Garden Gates Inversiones SL o Funfair Inversiones SL. Estas empresas se constituyeron en el despacho de Del Valle.
El 2 de mayo de 2004, el juez Torres tom¨® una decisi¨®n muy importante, a juicio de la polic¨ªa: intervenir los tel¨¦fonos tanto de Del Valle como de la empleada de su despacho Estela Elena Herrera. A partir de ese momento, la investigaci¨®n policial cobr¨® una nueva dimensi¨®n. "No es f¨¢cil y todav¨ªa sigue siendo una cuesti¨®n muy restringida", confiesan fuentes policiales, "obtener la intervenci¨®n telef¨®nica de determinados despachos de abogados".
Lo que en otras ocasiones era una mera investigaci¨®n de tipo fiscal, cobr¨® la velocidad y las posibilidades de una investigaci¨®n policial. Y el caso tom¨® otro rumbo. "Tengamos en cuenta que se trataba de gente que estaba convencida de que actuaba en la m¨¢s completa impunidad", dicen fuentes del Ministerio del Interior. "Eso les dio a los investigadores una gran ventaja y poder contar con el factor sorpresa", a?aden.
Seg¨²n avanzaron las investigaciones, la polic¨ªa fue descubriendo el aut¨¦ntico perfil de algunos de los clientes del despacho DVA Abogados. En su entorno aparec¨ªan personajes con antecedentes policiales por diversos delitos, generalmente por narcotr¨¢fico, fraude, prostituci¨®n y tambi¨¦n un caso de asesinato. La intervenci¨®n de los tel¨¦fonos de Del Valle permiti¨® tambi¨¦n, seg¨²n consta en el sumario, determinar que el abogado era consciente en algunas ocasiones del verdadero car¨¢cter de sus clientes. As¨ª sucedi¨®, en una llamada que recibi¨® Fernando del Valle de un empleado suyo preocupado por un cliente con malas pulgas.
"Tenemos un peque?o problema", le advirti¨® ese empleado al abogado. "Hay un cliente al que le vendimos una propiedad y dio un dep¨®sito, pero ahora no puede conseguir la hipoteca. Ha aparecido esta ma?ana en la oficina y ha amenazado a Richard, dici¨¦ndole que si no tiene el dep¨®sito para ma?ana por la ma?ana a las diez le va a pegar un tiro".
Fue entonces cuando Fernando del Valle contest¨® lo siguiente: "Hay que tener cuidado. Ese tipo ha estado en la c¨¢rcel y, al parecer, ha disparado a alguien en Holanda. Eso dijo en la oficina". Del Valle se qued¨® encargado de hablar con ese cliente y de calmarle. Para la polic¨ªa, esa frase era una prueba de que Del Valle sab¨ªa que su cliente era un delincuente.
La investigaci¨®n de los movimientos de Del Valle y el trabajo desarrollado por sus despachos comenz¨® a dar frutos espectaculares. Cuando la polic¨ªa decidi¨® detener a Del Valle, en una operaci¨®n desarrollada el 11 de marzo (para lo cual se llegaron a formar hasta 15 equipos policiales para practicar registros y detenciones), los datos en su haber eran contundentes: el abogado Fernando del Valle participaba en 194 sociedades extranjeras, de las cuales 143 ten¨ªan su domicilio en el Estado de Delaware (Estados Unidos) y 25 en Gibraltar, adem¨¢s de otras en conocidos para¨ªsos fiscales.
Su despacho manejaba un total de casi 1.000 sociedades f¨ªsicas o jur¨ªdicas, de las cuales 523 estaban bajo la sospecha de la polic¨ªa. Se daba el caso de que una empleada de su bufete, Estela Elena Herrera, sin tener medios econ¨®micos acreditados, aparec¨ªa como socia o administradora de 257 sociedades y como representante de otras 43. El despacho constitu¨ªa con mucha frecuencia sociedades con participaci¨®n de mercantiles domiciliadas en el extranjero. De ellas, 330 se constituyeron en tres notar¨ªas de Marbella, en las que se aceptaba que la citada empleada "acreditara de forma verbal" su representaci¨®n de esas compa?¨ªas.
En algunas de esas notar¨ªas, se constitu¨ªan varias de esas empresas en la misma semana. A veces en el mismo d¨ªa. Algunos de los notarios detenidos declaraba en el juzgado que no le llam¨® la atenci¨®n ese procedimiento porque "es muy usual en Marbella la constituci¨®n de empresas con socios extranjeros", seg¨²n la confesi¨®n de uno de ellos. Tampoco les llam¨® la atenci¨®n el papel de Estela Herrera. Ninguno de las notar¨ªas advirti¨® a las autoridades de estos pormenores.
La investigaci¨®n de dichas sociedades se?alaba, a juicio de la polic¨ªa, una intenci¨®n manifiesta de ocultar el origen del dinero y la identidad de los propietarios del mismo. Sobre las sociedades domiciliadas en Delaware, la polic¨ªa destacaba el modus operandi: "Part¨ªan todas ellas de un mismo domicilio en Delaware, y en Marbella hac¨ªan lo que se llama el kit comanche, es decir, Del Valle se quedaba como representante y se otorgaba una mayor¨ªa de acciones al portador a su aut¨¦ntico due?o". Esas sociedades, aunque domiciliadas todas en la misma direcci¨®n, pod¨ªan haberse constituido en otras partes de Estados Unidos o del mundo.
Sucesivas investigaciones han ido engrosando el n¨²mero de empresas y el n¨²mero de grupos criminales relacionados con las mismas. Las ramificaciones del despacho llegan hasta numerosos pa¨ªses de Europa, fundamentalmente Holanda, Reino Unido y Francia, pero tambi¨¦n Suecia o Finlandia. Muy pronto se establecieron oscuras conexiones de la red de empresas con ciudadanos rusos y de otros pa¨ªses del Este, con la petrolera Yukos, y tambi¨¦n con Israel. Esa parte del sumario permanece a¨²n secreta.
![El abogado Fernando del Valle, el 26 de septiembre, cuando fue liberado tras abonar una fianza de 600.000 euros.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/75H5W6KHFZVOJ2HFTEYS7KUVCU.jpg?auth=ac6f8589bd630e46016d140bf44e8d80b8e80ed3ad1681d6e078e5407b050e14&width=414)
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.