El viaje inaugural de 'Dulcinea'
La tuneladora estar¨¢ a pleno rendimiento durante 22 meses y s¨®lo parar¨¢ unas horas el d¨ªa de Nochebuena
Dulcinea, la tuneladora m¨¢s grande del mundo, empez¨® a horadar ayer por la noche el subsuelo de la capital. Tras tres meses de montaje y otro m¨¢s de pruebas, su misi¨®n ahora es construir el nudo sur: un t¨²nel de 4,2 kil¨®metros de la M-30 en el tramo entre la avenida del Mediterr¨¢neo y el paseo de Santa Mar¨ªa de la Cabeza. Aunque la m¨¢quina s¨®lo avanza a un ritmo medio de un metro por hora, uno de los ingenieros responsables de la obra, Juan Pablo Garc¨ªa, que ha trabajado en la ampliaci¨®n del metro y el t¨²nel del AVE que atraviesa la sierra de Guadarrama, asegura con entusiasmo que Dulcinea es el Ferrari de las tuneladoras.
Excava dos veces m¨¢s r¨¢pido que otros modelos y tiene una potencia de 12.000 kilovatios, fuerza suficiente para levantar un avi¨®n Boeing 747. A pleno rendimiento, Dulcinea consume tanta electricidad como una ciudad de 40.000 habitantes. Mide 107 metros de largo.La tuneladora vino a Espa?a desmontada en dos barcos y para llevarla hasta el pozo de ataque en la plaza del Conde de Casal, se han usado 100 camiones. La empresa constructora contratada por el Ayuntamiento ha desembolsado 42 millones de euros por ella, una "buena inversi¨®n", seg¨²n explican fuentes de la compa?¨ªa, gracias a la fiebre constructora del municipio.
Dulcinea, a pleno rendimiento, requiere la atenci¨®n contin¨²a de un equipo de 30 operarios. Para cumplir con el reto de trabajar las 24 horas se dividen en cuatro turnos. Nochebuena es el ¨²nico d¨ªa que est¨¢ previsto que la tuneladora descanse unas horas antes de salir a la superficie en la calle de Santa Mar¨ªa de la Cabeza, seg¨²n explica Garc¨ªa. Estar¨¢ trabajando alrededor de 22 meses.
Adentrarse en las tripas de la m¨¢quina que se pone en marcha en la obra de la M-30 es una lecci¨®n de tecnolog¨ªa punta en cuanto a la construcci¨®n de t¨²neles, explica con orgullo el jefe de la obra.
La estructura en s¨ª es lo m¨¢s parecido a un tren, ya que se mueve sobre un sistema de ra¨ªles. Consiste en una locomotora y dos vagones. Cada secci¨®n de la tuneladora tiene tres pisos con ordenadores para vigilar el proceso, tanques, cuartos de trabajo y una larga cinta transportadora que la atraviesa por medio para expulsar la tierra.
Moverse entre los diferentes pisos es posible gracias a numerosas escaleras e incluso a un par de ascensores.
La locomotora est¨¢ encabezada por un doble disco giratorio -una rueda exterior y otra central que gira en direcci¨®n contraria- con 372 picos que horadan la tierra.
Un sistema de enfriamiento evita el sobrecalentamiento de las ruedas por la fricci¨®n producida entre el disco de ataque y la tierra y mantiene una temperatura entre 50 y 60 grados. Justo detr¨¢s de las ruedas de corte hay una c¨¢mara de excavaci¨®n con puertas especiales como en un submarino para mantener una presi¨®n constante en la zona de ataque y as¨ª evitar posibles socavones si Dulcinea se topa con bolsas de arena o con agua durante el recorrido de 4,2 kil¨®metros entre Conde de Casal y Santa Mar¨ªa de la Cabeza. Algo que Garc¨ªa ha asegurado que es poco probable durante la excavaci¨®n del bypass-sur: "En zonas de la costa, el agua y la arena puede ser un problema y dificulta el trabajo, pero en Madrid el terreno es uniforme", explica.
Otra instalaci¨®n de seguridad novedosa, seg¨²n Juan Pablo Garc¨ªa, es un escudo que envuelve los primeros ocho metros de la m¨¢quina para proteger a los operarios en caso de un derrumbe.
La m¨¢quina tambi¨¦n se encarga del revestimiento del propio t¨²nel. Justo detr¨¢s del escudo, la misma tuneladora coloca las dovelas de cemento que forman el anillo del t¨²nel, de 13,5 metros de ancho.
Durante este proceso, que dura alrededor de 40 minutos, la m¨¢quina suspende la excavaci¨®n para que seis operarios pongan las dovelas y llenen las grietas entre ellas con cemento.
Tambi¨¦n en el primer vag¨®n hay una cabina de piloto de 15 metros cuadrados desde donde dos ingenieros supervisan la velocidad, la presi¨®n y la temperatura de la excavaci¨®n a trav¨¦s de los datos que salen continuamente en cinco pantallas.
La tierra que se saca se mezcla con agua y espuma. Y luego se deposita en contenedores que recorren los mismos ra¨ªles para sacarla a la superficie. All¨ª, decenas de camiones transportan los escombros fuera del centro de la capital. El ritmo en este punto es fren¨¦tico: cada minuto se llena un cami¨®n con tierra.
Los dem¨¢s vagones apoyan todo el proceso. En el segundo hay tanques de mortero para la construcci¨®n del anillo del t¨²nel y la mayor¨ªa de los 15 motores el¨¦ctricos y un par de tanques de aceite para el sistema hidr¨¢ulico de Dulcinea. Adem¨¢s, hay bombonas de agua para enfriar las ruedas de ataque. En el ¨²ltimo piso los operarios tienen armarios para guardar sus pertenencias.
En el tercer vag¨®n, el ¨²ltimo, est¨¢ el sistema de suministro el¨¦ctrico. Dos enormes rollos de cables se desenrollan mientras avanza la tuneladora para asegurar la corriente el¨¦ctrica.
Mientras machaca el subsuelo de la capital algo brilla por su ausencia, el polvo. No es un trabajo limpio, pero el ambiente no est¨¢ cargado con las part¨ªculas que se podr¨ªa esperar de una obra de estas dimensiones. La explicaci¨®n es sencilla: Dulcinea sigue un recorrido de tierra h¨²meda en las proximidades del r¨ªo Manzanares. Pero no siempre resulta as¨ª.
Uno de los peores recuerdos del ingeniero era la tremenda nube de polvo que impregnaba la zona de trabajo durante la excavaci¨®n del t¨²nel de Guadarrama. "Al final es una cuesti¨®n de las propiedades del subsuelo, y en este caso hemos tenido suerte", afirma el t¨¦cnico.
El bypass-sur, una vez completado, pasar¨¢ por debajo de la M-30, el parque de Tierno Galv¨¢n y los barrios de Legazpi y La Chopera. En las inmediaciones del puente de Praga estar¨¢ la otra boca del t¨²nel, donde una segunda tuneladora har¨¢ el mismo recorrido que Dulcinea, pero en sentido inverso. Ambos t¨²neles estar¨¢n conectados por galer¨ªas entre s¨ª para facilitar la evacuaci¨®n y estar¨¢n conectados a cuatro salidas de emergencia que comunican con el exterior.
Cada t¨²nel tiene una anchura de aproximadamente 14 metros, espacio suficiente para tres carriles, junto con los correspondientes arcenes y aceras de servicio. Justo debajo de la calzada principal hay un segundo t¨²nel para veh¨ªculos de emergencia.
Pero es el paso por debajo del parque de Tierno Galv¨¢n el que ha levantado la ira de los vecinos del pulm¨®n verde. Este parque es donde los t¨¦cnicos del Ayuntamiento han elegido para situar la extracci¨®n de las emisiones producidas por los 80.000 veh¨ªculos que recorrer¨¢n diariamente la nueva v¨ªa y que se acumular¨¢n dentro de los t¨²neles. El proyecto original consist¨ªa en grandes chimeneas que fueron sustituidas tras el rechazo vecinal por un sistema de "depuraci¨®n de aire", seg¨²n Jorge Presa, jefe del departamento de construcci¨®n y representante del Ayuntamiento en la obra.
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