Un modelo v¨¢lido para la investigaci¨®n
Desde el Gobierno, se reconoce el atraso que lleva Espa?a frente a otros socios de la UE en el ¨¢rea de Investigaci¨®n, Desarrollo e Innovaci¨®n (I+D+i), herramienta b¨¢sica para la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, por una simple ecuaci¨®n, a mejor calificaci¨®n del empleo, mejores niveles de ingreso.
Es una clara diferencia pol¨ªtica con el anterior Gobierno, centrado en el desarrollo del sector inmobiliario, que requiere grandes cantidades de mano de obra de baja calificaci¨®n y por ende menores salarios. Modelo "facilista" para mantener en marcha la rueda de la econom¨ªa, pero que al no tener efecto reproductivo cae inevitablemente en crisis. Moraleja final: los ricos m¨¢s ricos y los pobre m¨¢s pobres.
Este proceso de cambio expresado como una simplificaci¨®n extrema, encierra un camino muy dif¨ªcil de convertir en realidad, mas aun cuanto la gesti¨®n del sistema universitario de investigaci¨®n y la transferencia de tecnolog¨ªa Universidad- Empresa no se ha estado haciendo adecuadamente, menos a¨²n la creaci¨®n de empresas de base tecnol¨®gica, fruto de la investigaci¨®n en el campo universitario. Aun as¨ª, cada vez que se habla de potenciar la investigaci¨®n, inmediatamente se piensa en Universidad, y sus autoridades est¨¢n en la primera fila de los actos oficiales, pero la realidad es tozuda y est¨¢ a la vista.
Concientes de ello, un peque?o grupo de investigadores de la Universidad de Sevilla, crearon en 1998 la Fundaci¨®n para la Promoci¨®n de la Investigaci¨®n y el Desarrollo Tecnol¨®gico Industrial (www.prodti.us.es), una fundaci¨®n privada (figura jur¨ªdica sin ¨¢nimo de lucro). Desde entonces se han gestionado varias decenas de proyectos con subvenciones y ayudas de sectores p¨²blicos y privados, y creado una empresa de base tecnol¨®gica. En ese contexto vale la pena se?alar:
- Los investigadores que participan en la actividad de la Fundaci¨®n, se han acercado plenamente al conocimiento de la gesti¨®n administrativa de sus fondos de investigaci¨®n, con un modelo mucho m¨¢s simple, cercano y econ¨®mico de gestionar. Frente a lo que ocurre en el sistema universitario de oficinas de gesti¨®n, con una larga y penosa cadena de dificultades y derroche de tiempo.
- El investigador pas¨® a ser el responsable m¨¢ximo del proyecto: no est¨¢ subordinado a ninguna otra instancia m¨¢s que la de quien otorga la subvenci¨®n. Resulta l¨®gico que siendo los investigadores, con su curr¨ªculo, los que consiguen las ayudas, luego sean los responsables de gestionarlas. En la Universidad, la burocracia, se adue?a del proyecto y el investigador pasa a ser un eslab¨®n m¨¢s. En esta p¨¦rdida de rumbo, se olvida que la Universidad es solo una persona jur¨ªdica, que vale por la calidad de los cerebros que la integran. Pero no les reserva ning¨²n sitio de relevancia, m¨¢s bien los machaca, d¨¢ndoles un sitial subalterno.
- La Fundaci¨®n despliega una labor de acercamiento a las empresas, tiene en cuenta que el empresario necesita ver resultados: en la vida empresarial el tiempo vale y mucho, mientras que en la gesti¨®n p¨²blica el tiempo no cuenta, no vale, los resultados no se miden m¨¢s que en normativas cumplidas. El ¨¦xito de la gesti¨®n es aleatorio, ya que depende de encontrarse con un funcionario conciente de su labor, que los hay y ejercen muy dignamente su labor, pero no siempre es as¨ª.
- La Fundaci¨®n necesita salir a buscar al empresario para garantizar su subsistencia. En toda la extens¨ªsima burocracia universitaria, no hay nadie preparado, ni con la funci¨®n espec¨ªfica para salir a la calle a buscar empresarios.
- Finalmente, un argumento que en el sector pol¨ªtico est¨¢ reservado a quienes administran los fondos p¨²blicos con responsabilidad y probidad, sin caer en la tentaci¨®n de ostentar grandezas. La suma de peque?os emprendimientos, adem¨¢s de competir en eficacia, minimiza y reparte el riesgo para los contribuyentes.
Sin embargo, estas ideas no son acogidas con agrado dentro de algunos estamentos universitarios. Existe temor a un sistema competitivo, subsiste una visi¨®n estrecha, en donde todo debe estar centralizado. Olvidan que el ¨²ltimo gran modelo de centralizaci¨®n, cual fue la Uni¨®n Sovi¨¦tica, termin¨® en estrepitoso fracaso.
Lo de peque?as fundaciones, no es un objetivo en s¨ª mismo, es la demostraci¨®n de que se puede empezar con poco y si se maneja adecuadamente la organizaci¨®n, se puede llegar a ser grande, mientras se da tiempo a los gestores a ir aprendiendo. Si por el contrario el resultado fuese negativo, no se habr¨ªan dilapidado fondos en iniciar algo grande, con ingentes costos iniciales y de mantenimiento, que si luego se va de las manos, tendr¨ªa p¨¦rdidas cuantiosas.
Tambi¨¦n es cierto que otros organismos, tales como Ministerios y Consejer¨ªas reconocen a las fundaciones privadas. Y que las ayudas para la investigaci¨®n son indicadores en ese sentido.
Andaluc¨ªa es el ¨¢rea sobre la que se puede transmitir una impresi¨®n directa, y en ese sentido, destacar la creaci¨®n de los Centros de Innovaci¨®n y Tecnolog¨ªa, iniciativa plausible, pero por el momento no se aprecian los resultados, ya que carecen de contenido, tan es as¨ª que fuera del ¨¢mbito de la Consejer¨ªa de Innovaci¨®n, que es la que regula estas entidades, se desconoce su existencia.
La experiencia permite afirmar sin lugar a dudas, que las fundaciones privadas se presentan como un modelo apto para aumentar el potencial investigador del pa¨ªs y la transferencia de resultados al sector privado. Los estamentos pol¨ªticos tienen la palabra.
Como reflexi¨®n final a esta situaci¨®n de querer y no poder, parafraseando el famoso informe de Andrei Sakharov de los a?os 70, mientras por una parte se est¨¢ pisando el acelerador, alguien se encarga de pisar el freno. Se trata de soltar el freno para dar paso a la imaginaci¨®n.
Eduardo Yagli¨¢n Steiner es profesor asociado del Departamento de Tecnolog¨ªa Electr¨®nica de la Universidad de Sevilla. Investigador de la Fundaci¨®n ProDTI dentro del programa Torres Quevedo.
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