Negocio criminal
Lo que se va conociendo de la llamada Operaci¨®n Ballena Blanca, tras desvelar el juez instructor una parte de la investigaci¨®n, no s¨®lo confirma la magnitud de la red de blanqueo de dinero negro de origen presuntamente delictivo detectada hace dos a?os en Marbella, sino la amplitud de los circuitos jur¨ªdicos y financieros involucrados en su cobertura legal. Este aspecto es quiz¨¢ lo m¨¢s preocupante del asunto: la falta de escr¨²pulos con que determinados profesionales del derecho y responsables de entidades bancarias ponen sus conocimientos y medios al servicio de un negocio criminal para otorgarle respetabilidad y darle visos de legalidad.
El levantamiento parcial del secreto del sumario ofrece una radiograf¨ªa detallada del recorrido del dinero negro en la Costa del Sol malague?a procedente de las m¨¢s variadas actividades delictivas -narcotr¨¢fico, prostituci¨®n, tr¨¢fico de armas, evasi¨®n fiscal...- y cuyo destino fundamental es la especulaci¨®n inmobiliaria. El sumario acumula ya 58 acusados entre profesionales tan caracter¨ªsticos como abogados, notarios, empresarios, promotores inmobiliarios y, desde hace un mes, un alcalde, el de Manilva (M¨¢laga), lo que es una muestra m¨¢s de la corrupci¨®n pol¨ªtica que suele acompa?ar a esta actividad delictiva que ha encontrado un campo abonado en Marbella, durante a?os el para¨ªso de la gesti¨®n corrupta.
De la magnitud de la red de blanqueo investigada da cuenta el valor de lo confiscado hasta ahora en 28 entidades bancarias, que asciende a 72 millones de euros, y la intervenci¨®n judicial de 400 inmuebles. Pero lo m¨¢s grave es que este negocio criminal pudiera encontrar amparo en un despacho jur¨ªdico -el de un afamado abogado hispano-chileno afincado en Marbella y que figura entre los acusados- que se prest¨® presuntamente a camuflarlo en sociedades ficticias o domiciliadas en Gibraltar y en otros para¨ªsos fiscales, en notarios que se avinieron a la constituci¨®n y registro de esas sociedades, y en responsables bancarios que coadyuvaron a ese negocio con la concesi¨®n de pr¨¦stamos insuficientemente garantizados y condicionados, en ocasiones, a futuras e hipot¨¦ticas recalificaciones de suelo.
Ser¨¢ la justicia la que determine el alcance y el car¨¢cter de esa connivencia jur¨ªdico-profesional con un capitalismo gansteril que expande la corrupci¨®n y distorsiona el buen funcionamiento del sistema econ¨®mico-financiero. Pero no s¨®lo corresponde al Estado atajar ese mal con leyes rigurosas contra quienes colaboran en el blanqueo de dinero de origen il¨ªcito y no respetan las reglas. Esa batalla tambi¨¦n concierne y debiera preocupar a los sectores profesionales e instituciones financieras que, por su funci¨®n, se ven abocados a entrar en contacto con un mundo oscuro, de dif¨ªcil deslinde a veces entre lo legal y lo criminal.
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