T¨®xicos en el supermercado
Grupos cient¨ªficos apoyan una iniciativa europea para evaluar los efectos de las sustancias qu¨ªmicas
Alguien se imagina que los productos cosm¨¦ticos que utilizamos para cuidar la piel puedan afectar negativamente al sistema hormonal? Es dif¨ªcil de creer, pero, seg¨²n diversos estudios cient¨ªficos, eso es exactamente lo que sucede cuando usamos determinados productos -desde champ¨²s a desodorantes- que incluyen unos compuestos qu¨ªmicos llamados parabenos en su composici¨®n. Est¨¢n a la venta en cualquier supermercado y se consumen constantemente en todos los hogares, a pesar de que diversos investigadores han encontrado parabenos (¨¦steres del ¨¢cido hidroxibenzoico) en tumores de mama y se ha descrito su capacidad para interferir en determinadas hormonas.
El caso del parabeno es un ejemplo m¨¢s de una realidad que ha quedado oculta tras las campa?as publicitarias comerciales: las estanter¨ªas de los supermercados est¨¢n llenas de compuestos qu¨ªmicos que, a determinadas dosis, pueden ser perniciosos para la salud humana. Algunos, como el Bisfenol, se utilizan en envases alimentarios de todo tipo, a pesar de que se sabe que producen desequilibrios hormonales. Otros, la gran mayor¨ªa de los 100.000 compuestos qu¨ªmicos que nos rodean, nunca han sido investigados y se desconocen sus efectos sobre la salud humana.
Los envases con que se presentan las pizzas pueden tener efectos estrog¨¦nicos
El tributil esta?o, ahora prohibido, hace crecer un pene en las hembras de molusco
Los cient¨ªficos no cesan de advertir sobre los riesgos de este c¨®ctel qu¨ªmico sobre la salud. Representantes de 400 cient¨ªficos agrupados en el proyecto europeo CASCADE (www.cascadenet.org) han hecho p¨²blica una carta en la que piden el m¨¢ximo apoyo para el proyecto REACH, que el Parlamento Europeo debe aprobar pasado ma?ana, jueves, 17 de noviembre. La iniciativa REACH prev¨¦ someter a los productos qu¨ªmicos a un proceso de evaluaci¨®n sistem¨¢tica para conocer y prevenir sus efectos en la salud. El objetivo es que no pueda comercializarse ninguna nueva mol¨¦cula sin que se haya comprobado su inocuidad.
Pero esta iniciativa se est¨¢ encontrando con la f¨¦rrea oposici¨®n de la industria, y los cient¨ªficos temen que se acabe aprobando una versi¨®n descafeinada del proyecto. Por ello han hecho sentir su voz de alarma en diversos foros. La semana pasada, medio millar de m¨¦dicos y de personal sanitario firm¨® un manifiesto a favor del proyecto REACH, en un acto respaldado por el sindicato Comisiones Obreras y por Greenpeace. La asociaci¨®n CIMA (Cient¨ªficos por el Medio Ambiente, www.cima.org.es) tambi¨¦n ha reiterado sus advertencias.
Todos ellos coinciden en que hay motivos de preocupaci¨®n. Seg¨²n los cient¨ªficos de CASCADE, "hay muchas enfermedades cuya incidencia va en aumento en el mundo occidental, enfermedades como el c¨¢ncer de test¨ªculo, diabetes, alergias, esterilidad, pubertad precoz y trastornos de demencia", cuyo aumento se debe a diversas causas, pero una de las principales radica "en los muchos agentes qu¨ªmicos a los que nos exponemos desde el embarazo, durante la infancia y la vida adulta, que afectan a nuestro sistema hormonal y que a largo plazo producen las enfermedades".
Un paseo imaginario por el supermercado con Nicol¨¢s Olea, catedr¨¢tico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada, ayuda a entender la magnitud del problema. En la secci¨®n de alimentos podemos encontrar una cierta proporci¨®n de frutas o verduras con residuos de pesticidas. El pescado "puede ser una fuente importante de residuos antiguos, como los organoclorados persistentes, que se prohibieron a?os atr¨¢s pero que ahora aparecen acumulados en el pescado m¨¢s graso", afirma Olea.
Los embalajes para envolver alimentos contienen a menudo ftalatos y bifenoles, unos compuestos que interfieren en el sistema hormonal y por ello se denominan disruptores endocrinos. El Bisfenol A es uno de los peores. Se utiliza para fabricar pl¨¢sticos, policarbonatos y resinas. Seg¨²n Olea, "est¨¢ en todas partes, en todo tipo de utensilios de cocina, envases, biberones, latas de refresco o de comida precocinada, gafas, empastes dentales...".
El calor es uno de los agentes que provoca que el Bisfenol A contamine el alimento. Olea alerta de que "todos los envases de pizza son estrog¨¦nicos", ya que la tinta y el cart¨®n reciclado son una importante fuente del t¨®xico, y el calor del alimento provoca su liberaci¨®n.
El Bisfenol A mimetiza y suplanta el efecto de las hormonas, fundamentalmente el de los estr¨®genos, y por ello puede provocar un largo corolario de da?os en el desarrollo, crecimiento y reproducci¨®n. Los investigadores han descubierto, por ejemplo, que dosis muy bajas de este compuesto son suficientes para causar anormalidades en el desarrollo embrionario de ratones.
Pero la industria tiene otra opini¨®n. Los investigadores Frederick vom Saal y Wade W. Welshons, de la Universidad de Misuri, lo explican en un reciente art¨ªculo publicado en la revista Environmental Research: "Hay 109 estudios publicados hasta julio de 2005 que documentan efectos perniciosos de los bisfenoles a bajas dosis en animales". Estos resultados provienen siempre de estudios financiados con dinero p¨²blico. En el otro lado hay "11 estudios financiados por la industria qu¨ªmica, el 100% de los cuales concluyen que el Bisfenol no causa efectos significativos", seg¨²n estos autores.
Las secciones de cosm¨¦tica y de droguer¨ªa del supermercado no van por mejor camino. Muchas cremas solares contienen benzofenonas, unos compuestos que tambi¨¦n interfieren en la regulaci¨®n hormonal, seg¨²n Nicol¨¢s Olea. Y hace apenas tres meses se ha prohibido el tributil esta?o, un compuesto utilizado en las pinturas de barcos y piscinas y que es el responsable de alteraciones metab¨®licas tan vistosas como el crecimiento de un pene en las hembras de los moluscos.
Nicol¨¢s Olea se pregunta: "?Cu¨¢ntas veces m¨¢s tendremos que ver que se proh¨ªbe un producto que se ha estado utilizando alegremente durante d¨¦cadas?" Por eso defiende que se hagan pruebas regulares y sistem¨¢ticas de los compuestos qu¨ªmicos, que es lo que REACH propone.
La investigadora N¨²ria Ferrer, qu¨ªmica de la Universidad de Barcelona y miembro de CIMA, sostiene que la propaganda comercial incita a establecer unos h¨¢bitos de consumo perniciosos. "Se pretende que los ni?os y j¨®venes beban refrescos a todas horas del d¨ªa. Como esto crea problemas de obesidad, la soluci¨®n que ha ideado la industria es promover las bebidas light. Pero en Espa?a se usan algunos edulcorantes artificiales, como el ciclamato, que est¨¢n prohibidos en otros pa¨ªses como Alemania, Nueva Zelanda y Estados Unidos por su posible efecto cancer¨ªgeno". Para el consumidor es algo muy dif¨ªcil de detectar, ya que el ciclamato no aparece como tal en los envases, sino con su nombre t¨¦cnico E-952.
Los ejemplos que aporta N¨²ria Ferrer son numerosos. El uso de antitranspirantes es cuestionable, ya que "impiden esta funci¨®n natural del cuerpo y la consecuente eliminaci¨®n de toxinas". Ferrer sostiene que es el consumidor quien elige qu¨¦ producto se mete en el cuerpo y por ello tiene un enorme poder que debe ejercer de manera responsable. Y recomienda a la gente "que se pregunten si realmente necesitan usar ciertos productos" que, en su opini¨®n, son "totalmente superfluos".
No se sabe si el programa REACH va a prosperar o no. Lo que s¨ª est¨¢ claro es que algunos cient¨ªficos se est¨¢n convirtiendo en la conciencia cr¨ªtica de la sociedad de consumo.Salud
Sustancias que alteran los genes
Los cient¨ªficos apenas conocen las causas de una gran parte de las enfermedades m¨¢s frecuentes, como el c¨¢ncer, el Parkinson, el Alzheimer o la diabetes.
Pero de una cosa est¨¢n seguros: "Los agentes qu¨ªmicos ambientales juegan un papel causal importante en estas enfermedades", afirma Miquel Porta, catedr¨¢tico de Salud P¨²blica de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona y ex presidente de la Asociaci¨®n Cient¨ªficos por el Medio Ambiente.
Se sabe, por ejemplo, que determinados agentes qu¨ªmicos ambientales afectan a la expresi¨®n de los genes. Porta explica que "un gen clave para prevenir el desarrollo de tumores (el P53) deja de funcionar cuando act¨²an determinados toxicos, mientras que otros genes que intervienen en el desarrollo de tumores, como el oncogen K-ras, se activan por la influencia de metales pesados y compuestos organoclorados".
Porta lamenta
"el desprecio"
que legisladores
y autoridades muestran hacia la enorme cantidad de conocimiento que se acumula sobre el efecto de los agentes qu¨ªmicos en la salud humana. "El equilibrio de los sistemas fisiol¨®gicos se rompe muchas veces por sustancias qu¨ªmicas que afectan a millones de personas y son responsables de una parte importante de la carga de enfermedad que soportamos", afirma. "Entiendo que hay que tomar riesgos, pero ¨¦stos han de estar basados en una informaci¨®n rigurosa. Lo que no podemos tolerar es la ignorancia y la falsa dicotom¨ªa 'o el t¨®xico o el empleo', porque es un chantaje inaceptable".
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