La gran batalla del senador McCain

El 26 de octubre de 1967, el caza que pilotaba John McCain era alcanzado por un misil cuando bombardeaba Hanoi. Su paraca¨ªdas cay¨® en un lago y desde all¨ª McCain fue arrastrado, mientras era apaleado, a la prisi¨®n de Hoa Loa, tristemente conocida como "Hanoi Hilton". El teniente McCain se rompi¨® las dos piernas y un brazo en la ca¨ªda. Durante los cinco a?os que dur¨® su cautiverio en el "Hanoi Hilton", el joven sufri¨® aislamiento y tortura. Tras su liberaci¨®n, el hoy senador republicano por Arizona regres¨® a casa con 31 a?os como un h¨¦roe de la guerra de Vietnam.

El senador que aspir¨® a la presidencia hace cinco a?os y cuya candidatura en 2008 es una posibilidad que cobra peso, se opone a la tortura y ha logrado que el Senado respaldara abrumadoramente hace un mes su propuesta de prohibici¨®n de su uso -que ser¨¢ ley si la C¨¢mara de Representantes la ratifica-. McCain lucha ahora contra la advertencia de la Casa Blanca de eliminar o modificar la propuesta. George W. Bush amenaza con vetar cualquier ley que incluya restricciones en el tratamiento de los detenidos. Alega el presidente que esa ley limitar¨ªa la capacidad del comandante en jefe del Ej¨¦rcito -¨¦l mismo- para proteger a los estadounidenses e impedir nuevos ataques terroristas.

"Obviamente, para derrotar a nuestros enemigos necesitamos informaci¨®n, pero informaci¨®n fiable", relata en un art¨ªculo publicado esta semana por Newsweek el senador, de 69 a?os. "No deber¨ªamos torturar o tratar de forma inhumana a los terroristas capturados. El abuso de los prisioneros da?a, no ayuda, nuestros esfuerzos en la guerra", prosigue el republicano. "En mi experiencia, las torturas a los prisioneros a menudo produce mala informaci¨®n para los servicios secretos", explica McCain, "porque bajo tortura una persona dir¨¢ cualquier cosa que crea que su captor quiere o¨ªr -sea o no falsa- si considera que sus palabras le librar¨¢n del tormento", justifica el senador.

Padre de siete hijos y abuelo de cuatro nietos, McCain relata en Newsweek que cuando le preguntan de d¨®nde sacaron las fuerzas los prisioneros de guerra estadounidenses en Vietnam para sobrevivir a la tortura siempre responde lo mismo: "Ten¨ªamos fe los unos en los otros, ten¨ªamos fe en Dios y fe en nuestro pa¨ªs. Nuestros enemigos no estaban sujetos a la Convenci¨®n de Ginebra", expone el senador. "Muchos de mis camaradas recibieron un trato cruel e inhumano. Algunos murieron. Pero cada uno de nosotros sab¨ªa, y le daba fuerzas, creer que si hubi¨¦ramos estado en el otro lado, no nos hubi¨¦ramos deshonrado cometiendo semejante maltrato".

McCain est¨¢ convencido de que la imagen de EE UU podr¨ªa verse muy perjudicada si el Congreso no proh¨ªbe que se torture a los prisioneros bajo custodia estadounidense. Puede que muchos norteamericanos no deseen saber demasiado sobre "el lado oscuro" de los servicios secretos y las degradantes im¨¢genes de los detenidos en Irak y Afganist¨¢n, se asegura en Newsweek, pero el senador por Arizona certifica: "Nos est¨¢ destrozando, nos est¨¢ destrozando".