Medio siglo de cultura alemana
El Goethe-Institut celebra sus 50 a?os en Barcelona con un acto en el Liceo
Dec¨ªa Carlos Gardel en un tango que "veinte a?os no es nada", y quiz¨¢ ten¨ªa raz¨®n. Ahora bien, cumplir los 50 ya es asunto de mayor enjundia. Eso debieron de pensar los responsables del Goethe-Institut de Barcelona, que decidieron celebrar su cumplea?os el pasado mi¨¦rcoles con una fiesta en el Sal¨® dels Miralls del Liceo. En un escenario presidido por la inscripci¨®n "el arte no tiene patria" y bajo un retrato del compositor Gl¨¹ck, la m¨²sica y la palabra se dieron la mano para festejar la larga relaci¨®n de esta instituci¨®n cultural con Barcelona.
La M¨²sica callada de Frederic Mompou, interpretada a ritmo de jazz por el tr¨ªo Beirach-H¨¹bner-H¨¹bner, abri¨® con elegancia una velada en la que, bajo la presidencia de la consejera de Cultura, Caterina Mieras, tomaron la palabra el actual director del Goethe-Institut, Ulrich Braess; el secretario de Estado del Ministerio de Asuntos Exteriores alem¨¢n, Georg Boomgaarden, y la presidenta del Goethe-Institut, Jutta Limbach. "Espa?a es un pa¨ªs enormemente popular en Alemania", dijo Boomgaarden, "y no s¨®lo por los 10 millones de turistas alemanes que recibe cada a?o, sino tambi¨¦n por su cultura".
El Goethe-Institut, dedicado a promocionar la lengua y la cultura alemanas, empez¨® a funcionar en Barcelona el 1 de noviembre de 1955, gracias al empuje de Rosemarie Hess, que consigui¨® reunir una biblioteca alemana en un piso de la calle de Val¨¨ncia. En 1960 la biblioteca pas¨® a denominarse Instituto Alem¨¢n de Cultura y se distingui¨®, en pleno franquismo, por promover las ideas democr¨¢ticas. En 1998, tras varios cambios de ubicaci¨®n, el instituto se estableci¨® en su actual sede de la calle de Manso y se calcula que desde su fundaci¨®n han estudiado alem¨¢n en sus aulas m¨¢s de 150.000 alumnos.
Entre los personajes de renombre que han pasado por el Goethe-Institut figuran G¨¹nter Grass, Hans Magnus Enzensberger, Pina Bausch y Ulrick Bech. Aunque la lengua alemana no figura entre las preferidas de los espa?oles, observ¨® Boomgaarden: "Hay una contradicci¨®n en el hecho de que s¨®lo el 1% de los estudiantes espa?oles opten por el alem¨¢n, una lengua con fama de dif¨ªcil, y que el 14% de los becarios de Erasmus elijan Alemania para estudiar. Ellos aprenden la lengua sin demasiados problemas".
Jutta Limbach apunt¨® que "el amor de los alemanes a Espa?a no se agota con el deseo de luz y sol". Precis¨® que la pintura y la literatura espa?olas siempre han sido valoradas por los alemanes y agreg¨® que en los ¨²ltimos tiempos ha ganado mucho prestigio la cocina. "En una reciente encuesta, una mayor¨ªa de alemanes se?al¨® a Espa?a como el pa¨ªs con m¨¢s futuro gastron¨®mico, y m¨¢s en concreto a Catalu?a y a Barcelona".
Cesc Gelabert, que habl¨® en nombre de los artistas catalanes que han mantenido relaci¨®n con el Goethe-Institut, elogi¨® el empuje dado por esta instituci¨®n a los distintos ¨¢mbitos de la cultura. La m¨²sica experimental de Josep Maria Balany¨¤, una tarta de aniversario y un brindis por los 50 a?os pasados y por el futuro redondearon la fiesta.
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