Carta

Querido Dios: espero que al recibo de ¨¦sta te encuentres bien. Nosotros, mal, como siempre, ahora por un asunto que quiz¨¢ te interese y que no es f¨¢cil resumir en dos palabras. Resulta que una parte de tus fieles pretende que el Estado financie los gastos inherentes a una asignatura de religi¨®n. Como son gente muy belicosa, se les dijo en su d¨ªa que de acuerdo, que las escuelas ofrecer¨ªan obligatoriamente esta materia, aunque ser¨ªa voluntaria para los alumnos. En principio, parec¨ªa una soluci¨®n equitativa, justa, porque ninguna parte impon¨ªa su voluntad a la otra. Pero ahora se han descolgado con que a los que no estudien Religi¨®n se les penalice de alg¨²n modo, para evitar deserciones. No conciben otra forma de difundir tu existencia que a trav¨¦s del BOE, en forma de decreto.

Qu¨¦ raro que al cabo de los tiempos Dios vuelva a ser lo de siempre: un decreto, un proyecto de ley, una ordenanza impuesta a gritos desde un p¨²lpito radiof¨®nico en el que todos los d¨ªas se crucifica a alguien en cumplimiento, una vez m¨¢s, de aquella regla seg¨²n la cual el crucificado se convertir¨¢ en crucificador. Los obispos, que no hab¨ªan salido nunca a la calle, se han manifestado ya dos veces en lo que va de a?o, una para exigir a los homosexuales que abracen el celibato, y otra para convertirte en un precepto. ?Es razonable que individuos que no se movilizan por nada, estando el mundo hecho un cristo (con perd¨®n), se comporten as¨ª?

Y muchos piensan que mejor no quejarse porque ahora s¨®lo gritan. Hace poco mataban. De hecho, todav¨ªa circulan por ah¨ª versiones de ti en las que apareces como un sanguinario que disfruta viendo inmolarse a los suyos mientras siembran restaurantes, plazas o mercados de cad¨¢veres. ?Pero c¨®mo va a querer Dios eso?, les preguntas y ellos te aseguran que s¨ª, que eso es lo que quiere Dios, eso y la asignatura de Religi¨®n obligatoria. Estas letras, querido Dios, son para pedirte que les env¨ªes una se?al de que las cosas no son as¨ª (como dice el refr¨¢n, cada uno en su casa y Dios en la de todos). Pero no quiero despedirme sin trasladarte un par de preguntas de mi hijo: ?Por qu¨¦ has puesto el sexo tan cerca del culo y por qu¨¦ hay obispos castrenses? Muchas gracias.