Reina bacana
Al grupo colombiano Aterciopelados habr¨ªa que ponerle en la sant¨ªsima trinidad del pop latino de los ¨²ltimos a?os. Seguramente los mexicanos Caf¨¦ Tacuba y el argentino Andr¨¦s Calamaro formar¨ªan con ellos el tr¨ªo divino, reparando s¨®lo en la influencia art¨ªstica, que no comercial, que el rock y el pop ha dado al otro lado del Atl¨¢ntico. Ya se sabe que Man¨¢ y Juanes entrar¨ªan en la categor¨ªa de m¨¢s vendedores, pero su influencia en cuanto a riesgo y capacidad innovadora es, pr¨¢cticamente, nula.
Aterciopelados atesoran un sentido musical ¨²nico. Colombia y sus m¨²sicas aut¨®ctonas, es su punto de partida, pero el rock y el pop lo impregna todo una vez reconocido ese arranque. Andrea Echeverri, su cantante y compositora, en una diosa, una mujer que la maternidad reciente le ha llevado a concebir la vida de otra manera m¨¢s enriquecedora. Su condici¨®n nueva de madre, ha determinado su ¨²ltimo arrebato creativo, seg¨²n ha plasmado en un disco reciente en solitario -ah¨ª estaba A.M.O.R.C.I.T.O., dedicado a su beb¨¦- aunque su repertorio m¨¢s s¨®lido es el que compuso y recrea con sus compa?eros de Aterciopelados. M¨¢s que una hechicera, la Echeverri es una bacana, que es como se conocen en su pa¨ªs a las mujeres que transmiten paz y sosiego: eso de las buenas vibraciones que por estos pagos se reconocer¨ªa como una "t¨ªa enrollada".
Aterciopelados
Andrea Echeverry (voz y guitarra), H¨¦ctor Buitrago (bajo), John (guitarra) y Orian Sarmiento (bater¨ªa y percusiones). Sala Arena. Madrid, 18 de noviembre.
Sin recurrir con nostalgia a un pasado que el tiempo no deteriora y hace que se vea con la misma simpat¨ªa que como se vivi¨®, Aterciopelados, dirigidos por su Reina bacana, quisieron hacer valer en Madrid el tiempo en el que la m¨²sica colombiana sufri¨® con ellos un tremendo cambio. Hace una d¨¦cada y pico, los j¨®venes colombianos tuvieron con ellos un revulsivo. Colombia, pa¨ªs que con tanta cumbia, vallenato y salsa carec¨ªa de tradici¨®n rockera, abri¨® con Andrea y sus amigos un nuevo camino que part¨ªa de canciones como Bolero Falaz, Lactochampeta, Luz azul o El estuche. Aterciopelados las recrearon en Madrid, entre otras muchas, al amparo del p¨²blico que la misma noche no hab¨ªa querido ir a ver al Rey Calamaro.
Canciones incluidas en aquellos magn¨ªficos discos de t¨ªtulos tan sugerentes como Caribe at¨®mico, Gozo poderoso, Evoluci¨®n o La pipa de la paz y que conforman una de las carreras m¨¢s coherentes que ha dado el rock latino, fueron cayendo en un concierto que iba de la cumbia al reggae y del rock a la champeta en secuencia medida y sobrecogedora. Andrea sali¨® con un gran coraz¨®n recortado sobre su maxifalda vaquera (por detr¨¢s, el s¨ªmbolo de la paz). El poderoso influjo de su fuerza, todo coraz¨®n.
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