En recuerdo de los militares muertos
Treinta a?os cantando La muerte no es final, cada viernes, en el acto de homenaje a los ca¨ªdos por la patria. Lo he cantado, completamente convencido, de que lo que dec¨ªa la letra era verdad. Mientras entonaba sus estrofas, cada uno de los innumerables rostros, de compa?eros fallecidos en acto de servicio, iban pasando por mi mente. Treinta a?os en los que, verdaderamente, cuando cantaba dicho himno lo hac¨ªa pensando que cada uno de ellos me estaba oyendo en aquel momento, que desde alg¨²n lugar rec¨®ndito comprobaban orgullosos c¨®mo sus compa?eros no s¨®lo evitaban que cayesen en el olvido sino que les recordaban casi a diario y honraban su muerte.
Pero, en momentos de debilidad las dudas me asaltan y me pregunto si en realidad, el t¨ªtulo del himno, tendr¨¢ alg¨²n sentido para aquellos padres, esposas, e hijos que pierden a su ser querido sin comprender el motivo. Puedo jurar, por experiencia, que es muy duro, que las palabras no valen, que no consuelan, por mucha autoridad que tenga el que las pronuncie. Hay que estar ah¨ª para comprenderlo, comprobando de cerca los rostros de incomprensi¨®n cuando se les entrega, a las esposas y padres, los restos mortales de sus seres m¨¢s queridos envueltos en nuestra bandera. Luego, la entrega de los petates con los objetos personales. Nadie sabe lo que el petate de un soldado esconde en su interior cuando marcha durante mucho tiempo lejos de su familia. Yo lo s¨¦ perfectamente. Mucha tristeza por los que esperan tu regreso, mucha ilusi¨®n por la misi¨®n encomendada, mucho amor por las personas a las que vas a ayudar, mucha a?oranza por la tierra que dejas atr¨¢s.
Hace poco te toc¨® a ti, amigo Juan Morales Parra, junto a 16 compa?eros m¨¢s. Tuviste que ir a morir, a 6.000 kil¨®metros de distancia, para demostrar que amabas tu profesi¨®n, que amabas tus helic¨®pteros, que amabas ayudar a las personas. He de reponerme, he de seguir pensando, que en verdad "la muerte no es el final"; necesito seguir creyendo que hay un despu¨¦s y me gustar¨ªa transmitir a tu familia que no solo ca¨ªste como un h¨¦roe sino que has vivido tambi¨¦n como h¨¦roe. El lema de tu unidad define tu pensamiento: "Cuando el cuerpo dice basta, la mente dice adelante". Por eso, mi homenaje hoy es para ti, y para todos los que desinteresadamente, y con una fe ciega en las ¨®rdenes del mando, demostrando de este modo vuestra vocaci¨®n y amor a la digna profesi¨®n militar, ofrecisteis vuestras j¨®venes vidas al servicio de Espa?a, de la libertad y la paz.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.