Homenaje a Cabrera Infante en la feria internacional del libro de Miami

La feria internacional del libro de Miami rindi¨® el viernes un sentido homenaje al narrador cubano Guillermo Cabrera Infante en un coloquio en el que participaron personajes allegados al autor de Tres tristes tigres como el saxofonista Paquito D'Rivera, el productor musical Nat Chediak y la viuda del escritor, Miriam G¨®mez, tras lo cual se proyect¨® un documental sobre los ¨²ltimos d¨ªas del escritor realizado por Mari Rodr¨ªguez Ichaso. La feria se plantea como "una fiesta cultural para el lector y no como un mecanismo comercial", seg¨²n los organizadores.

En la presente edici¨®n, que termin¨® ayer, participaron escritores espa?oles como Eduardo Mendicutti, Elvira Lindo, y Leopoldo Mar¨ªa Panero, poeta maldito por excelencia, que constituye una rara aparici¨®n en estos cert¨¢menes y da una idea de los riesgos program¨¢ticos de los organizadores.

La feria se ha convertido por m¨¦rito propio en un evento singular por varias razones: desde la programaci¨®n original en tres idiomas diferentes (espa?ol, ingl¨¦s y creole), a su falta de inter¨¦s comercial (no se les paga a los escritores y se realiza gracias a voluntarios). Entre los autores latinoamericanos hay figuras como Jorge Volpi o Laura Restrepo y entre los de habla inglesa destacan Joan Didion, reciente ganadora del National Book Award, que se enter¨® de que hab¨ªa recibido el premio a su llegada a Miami, o la canadiense Margaret Atwood, ganadora del premio Booker.

Alejandro R¨ªos, que es parte del comit¨¦ organizativo, afirma que la feria "no es un mecanismo comercial, sino una fiesta cultural para el lector. Para llevarla a cabo dependemos de cientos de voluntarios y de patrocinadores. Es decir, que es lo contrario de lo que normalmente se cree: que porque es Estados Unidos somos una feria que contamos con grandes fondos y todas esas cosas".

A modo de ejemplo cuenta que escritores tan renuentes al ambiente de circo que tienen muchas ferias como V. S. Naipul se sienten extra?amente a gusto en Miami. "Yo he visto a Naipul, que no es dado a que le tomen fotos ni a dar entrevistas, hacer todo eso y de lo m¨¢s tranquilo". Y el fallecido escritor mexicano y tambi¨¦n ganador del premio Nobel, Octavio Paz, "estaba por aqu¨ª bailando la ¨²ltima vez que vino a Miami".

El colombiano Germ¨¢n Castro Caycedo present¨® en la feria su ¨²ltimo libro Que la muerte espere, una serie de cr¨®nicas de gente que ha burlado a la muerte. Una de ellas narra la historia de cinco j¨®venes que quedaron atrapados durante 17 d¨ªas en una caverna tropical colombiana a un kil¨®metro bajo tierra.

"Me prepar¨¦ muy bien, entrevist¨¦ a los protagonistas, habl¨¦ con un espele¨®logo, con un experto en murci¨¦lagos, con un monta?ista y con un neuropsiquiatra que me explic¨® que las alucinaciones que tuvieron se debieron a que cuando los encontraron estaban ya premortis". Castro Caycedo llev¨® luego a dos de los j¨®venes a la caverna, "porque entonces ya no est¨¢n recordando, est¨¢n viviendo otra vez los acontecimientos".

Cuando se le pregunt¨® por qu¨¦ no escribe novelas, el autor coment¨® que "en Colombia la vida es tan din¨¢mica, tan rica, que no creo que valga la pena hacer ficci¨®n si haces un trabajo de campo profundo. De hecho, todos mis libros est¨¢n basados en hechos reales".

Uno de los primeros escritores hisp¨¢nicos en participar en la feria fue el cubano Reynaldo Arenas, en una ¨¦poca en que su obra era poco conocida. Y de hecho, una de las cosas en las que los organizadores tienen cuidado es en incluir tambi¨¦n a escritores locales para conseguir un equilibrio tanto idiom¨¢tico como geogr¨¢fico y literario.

Este a?o se le rindi¨® homenaje a un escritor cubano poco conocido: Lorenzo Garc¨ªa Vega, cuyas memorias, El oficio de perder, han sido publicadas recientemente por el Fondo de Cultura Econ¨®mica de M¨¦xico. Garc¨ªa Vega, que trabajaba hasta hace poco en un supermercado local, es un poeta y narrador que no es muy apreciado en esta ciudad, precisamente porque tienen una opini¨®n pol¨ªtica independiente.

A Miami por ejemplo la llama "playa albina", es decir, un lugar sin color. Es un personaje al que el exilio cubano no ha podido captar, pero a quien tampoco quieren en Cuba.