"Debemos blindar a Zapatero frente a agentes externos en su firme apuesta por la paz"
El l¨ªder de los socialistas vascos, Patxi L¨®pez (Portugalete, 1959), reelegido en el cargo con un porcentaje in¨¦dito en el PSE-EE (96,7%), se muestra cauteloso a la hora de hablar del proceso de paz. Pero apunta que vivimos un momento "hist¨®rico".
Pregunta. Arnaldo Otegi y Rafa D¨ªez han pedido a Zapatero una declaraci¨®n similar a la efectuada por el Gobierno brit¨¢nico sobre el conflicto irland¨¦s (Declaraci¨®n de Downing Street) que sirva de "abrelatas del proceso de paz".
Respuesta. Para que haya proceso de paz lo que hace falta es ausencia de violencia: ETA tiene que anunciar el abandono de las armas. A partir de ah¨ª, entra la pol¨ªtica: conversaciones para ver c¨®mo ese proceso consolida la paz.
"En estos momentos, la rumorolog¨ªa sobre una posible tregua de ETA est¨¢ fundamentada en nada. Hay que ser m¨¢s prudentes con este tema"
"La mesa de partidos ser¨¢ un instrumento para resolver problemas pol¨ªticos, pero no para pagar a ETA peajes pol¨ªticos por la paz"
P. ?En qu¨¦ cosas concretas ha cambiado Batasuna desde la declaraci¨®n de Anoeta hace un a?o?
R. De momento son palabras, y el debate interno que tienen. Han adaptado su discurso a la realidad en temas como la territorialidad, hablan de buscar acuerdos transversales, no imposiciones. Lo tienen que demostrar con hechos. Pero sigue faltando el paso previo: la ausencia de violencia
P. El Gobierno vasco y los nacionalistas piensan en una nueva pol¨ªtica penitenciaria como pista de aterrizaje, frente a la dispersi¨®n de los presos etarras.
R. Todo esto puede formar parte del proceso de paz, pero ahora la pol¨ªtica penitenciaria es una pieza de la lucha antiterrorista. Y la lucha antiterrorista la marca el Gobierno. Y mientras siga ETA, se mantendr¨¢ como ahora.
P. Pieza con tintes de "venganza", dice el nacionalismo.
R. Vengativa cuando a ellos les conviene. La dispersi¨®n y la pol¨ªtica de reinserci¨®n se puso en marcha con un acuerdo absoluto con el PNV. El PP lo dinamit¨®. Ojal¨¢ pudi¨¦ramos retomar el consenso en materia penitenciaria.
P. ?Y el PSE, qu¨¦ m¨¢s puede hacer, adem¨¢s de lo que algunos de sus dirigentes han hecho?
R. Ahora nos toca estar detr¨¢s y alentar al presidente Zapatero en su firme apuesta por la paz. Blindarle para que ning¨²n agente externo condicione su apuesta. Hay condiciones hist¨®ricas para avanzar en ese camino.
P. ?Y hay condiciones para transitar ese camino? Rajoy ya ha dicho que con ¨¦l no cuenten.
R. Con Zapatero se han dado unas condiciones in¨¦ditas: la ETA posiblemente m¨¢s debilitada de la historia, un Estado de derecho fuerte y con ¨¦xito en la lucha antiterrorista y un presidente decidido a conseguirlo y haci¨¦ndolo p¨²blico ante los ciudadanos en una resoluci¨®n en el Congreso. Y una reflexi¨®n en Batasuna que puede llevarles a admitir que la violencia no es el camino. Zapatero tiene la obligaci¨®n de explorar esa posibilidad y de arriesgar.
P. ?La Ley de Partidos, el Pacto Antiterrorista y el plan Ibarretxe son ya cosas del pasado?
R. Los objetivos del Pacto Antiterrorista y de la Ley de Partidos siguen vigentes: ETA debe saber que no se va a ceder a su chantaje, sino que se le va a combatir. La pol¨ªtica antiterrorista debe sacarse de la lucha partidista, algo imposible porque el PP lo incumple sistem¨¢ticamente. Y la Ley de Partidos dice que no puede haber formaciones que sean tapadera para dar cobertura pol¨ªtica a los terroristas.
P. El PP les acusa de relegalizar Batasuna, que ya no hay tolerancia cero frente a ese mundo.
R. Es que la tolerancia cero tiene que ser al terrorismo. No vamos a perseguir ideolog¨ªas.
P. Algunos creen que el peaje pol¨ªtico a ETA se va a pagar en la mesa de partidos. Y no en el di¨¢logo ETA-Gobierno.
R. No hay peaje pol¨ªtico. La mesa de partidos ser¨¢ un instrumento para resolver problemas pol¨ªticos, buscando pactos entre diferentes para que todos estemos c¨®modos en un marco de convivencia. No iremos a la mesa a aceptar chantajes nacionalistas. Entendiendo que el adversario tiene parte de raz¨®n, porque el PSE tiene voluntad de acuerdo. Los de EA dicen: las condiciones de la mesa son la territorialidad, la libre decisi¨®n y la soberan¨ªa. ?Pues si¨¦ntese solo con sus planteamientos m¨¢s rancios y excluyentes!
P. ?La reforma del Estatuto se debe pactar en esa mesa o en el Parlamento?
R. De todo eso tenemos que hablar los partidos. Lo que no podemos hacer ahora es poner condicionantes imposibles. Ah¨ª no tenemos una posici¨®n cerrada; donde sea mejor.
P. ?Y c¨®mo va la cocina?
R. A¨²n no ha habido cocina para la mesa. Nadie puede impedir que el PNV lleve a ella el plan Ibarretxe. Nosotros llevaremos el Estatuto. Si hay consenso, el PSE no ser¨¢ muro de contenci¨®n del acuerdo entre vascos, y lo defenderemos en Madrid juntos.
P. El PP vasco no est¨¢ por la labor.
R. El PP est¨¢ en la estrategia del todo vale para desgastar al Gobierno y a Zapatero. Y aqu¨ª, en la pol¨ªtica fracasada de los frentes. Eso demuestra que el PP no entiende a la sociedad vasca. No han sabido situarse en el nuevo tiempo de la pol¨ªtica vasca.
P. ?Se puede hacer la Espa?a plural de espaldas al PP, que apela al doble consenso para las reformas estatutarias?
R. Yo preferir¨ªa hacerla con el PP. Pero aplican un doble rasero: donde les conviene (Valencia) promueven la reforma, y donde no, lo usan para atacar al PSOE. Se defiende mejor la unidad de Espa?a haciendo que todas las singularidades se sientan c¨®modas y no fomentando el enfrentamiento de las dos Espa?as, como hace el PP. En Euskadi llegan al extremo: cuando hablamos de reformar el Estatuto, nos acusan de dar ox¨ªgeno a ETA.
P. ?El documento del PNV es la rectificaci¨®n que esperaban a su deriva soberanista?
R. Tiene avances cuando habla de consensos superiores a los que tuvo el Estatuto, lo que implica acuerdos entre diferentes, o el reconocimiento de que la violencia es radicalmente incompatible con la pol¨ªtica y que la mesa de partidos debe entonces darse en ausencia de violencia. Pero no se puede quedar s¨®lo en ese papel.
P. El nacionalismo lo que va a poner encima de la mesa es el derecho a decidir y la obligaci¨®n de pactar. Y la territorialidad.
R. Hay cosas que est¨¢n cambiando ¨²ltimamente, como el concepto de territorialidad de la izquierda abertzale. Yo pongo antes la obligaci¨®n de pactar entre diferentes que el derecho a decidir. El derecho a decidir, dentro de las reglas de juego, me parece bien. Y las reglas tambi¨¦n es la Constituci¨®n.
P. El ministro del Interior dice que la rumorolog¨ªa sobre la tregua perjudica a la lucha antiterrorista. Y usted diciendo que estamos en "el umbral de un nuevo tiempo" de paz en Euskadi.
R. Estoy completamente de acuerdo con el ministro. La gente habla para posicionarse en un escenario por si acaso pasa algo. La rumorolog¨ªa genera unas expectativas, jugando con los mejores sentimientos de una sociedad que quiere la paz. Y de no producirse s¨®lo generar¨¢ frustraci¨®n. En estos momentos, la rumorolog¨ªa sobre una tregua est¨¢ fundamentada en nada. Hay que ser mucho m¨¢s prudentes.
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