Alteraci¨®n tributaria

El equilibrio fiscal de un pa¨ªs requiere conjugar la funci¨®n recaudatoria, destinada a sostener los servicios p¨²blicos, con la redistribuidora. Por esta raz¨®n las modificaciones tributarias deben ser examinadas no s¨®lo por sus ventajas parciales en cada impuesto sino tambi¨¦n por el beneficio o perjuicio que causa en el conjunto de los impuestos. El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, ha anunciado que el tipo del impuesto sobre sociedades, que en el sistema impositivo espa?ol grava los beneficios de las compa?¨ªas, bajar¨¢ desde el 35% actual hasta el 30%, una decisi¨®n que desde luego altera el marco actual de los impuestos.

Las razones de la modificaci¨®n son variadas, desde las estrictamente pol¨ªticas -el Gobierno parece dispuesto a exponer ante la opini¨®n p¨²blica iniciativas econ¨®micas de cierto fuste para contrarrestar la p¨¦rdida de popularidad que revelan las encuestas- hasta el deseo de privilegiar a las peque?as y medianas empresas (pymes), que sostienen buena parte del empleo en Espa?a y que en esta modificaci¨®n tributaria se beneficiar¨¢n de mayores rebajas en el impuesto.

Tal y como se aplica el impuesto de sociedades, las grandes compa?¨ªas disponen de amplias posibilidades legales para reducir el tipo efectivo, algo que les resulta m¨¢s dif¨ªcil a muchas pymes. De ah¨ª que la reducci¨®n del gravamen al 25% en el caso de las peque?as empresas suponga un alivio importante en su cuenta de resultados. Por otra parte, parece congruente que la Hacienda P¨²blica se decida a actuar mediante est¨ªmulos fiscales a las empresas a cambio de renunciar a una parte de la recaudaci¨®n fiscal por el impuesto de sociedades -la rebaja le costar¨¢ unos 3.000 millones de euros al Tesoro P¨²blico- antes que distribuir aportaciones entre Gobiernos auton¨®micos cuyo destino final no necesariamente suele coincidir con las razones por las que se concedieron.

Pero el fondo de la cuesti¨®n sigue siendo cu¨¢l ser¨¢ la relaci¨®n futura entre la tributaci¨®n efectiva por sociedades y la tributaci¨®n efectiva por el IRPF. El misterio se despejar¨¢ cuando Hacienda desarrolle la reforma del impuesto sobre la renta. Para ello hay que esperar. No est¨¢ de m¨¢s recordar que en materia tributaria no es conveniente prolongar las incertidumbres; ni aunque sea para bajar los impuestos.