El magistrado 'decano'

Cuando el juez Sergio Mu?oz, un magistrado muy profesional que investigaba los delitos de corrupci¨®n de Augusto Pinochet, fue ascendido hace algunas semanas a la Corte Suprema, los abogados de la acusaci¨®n no pudieron reprimir la sospecha de que pod¨ªa ser una t¨¢ctica para enterrar el caso. Se equivocaron. Y lo supieron cuando Carlos Cerda, magistrado de la Corte de Apelaciones de Santiago, fue designado hace algunas semanas para sustituir a Mu?oz. El suspiro fue profundo.

Carlos Cerda Fern¨¢ndez es el juez decano en la investigaci¨®n de los cr¨ªmenes de la dictadura militar de Pinochet.

Es el mes de marzo de 1986. Pinochet est¨¢ en el c¨¦nit de su mandato. El juez Cerda lanza una poderosa bomba cuando cita a declarar al general retirado Manuel Contreras, ex jefe de la Direcci¨®n de Inteligencia Nacional (DINA), por el secuestro y desaparici¨®n de diez dirigentes del Partido Comunista entre 1975 y 1976.

Cerda sigue los rastros del llamado Comando Conjunto, servicio de inteligencia operativo en el que participan miembros de la Fuerza A¨¦rea Chilena (FACH) y de las restantes fuerzas. Un s¨ªmbolo. En el subsuelo de ese comando fue torturado el general Alberto Bachelet, muerto meses despu¨¦s. Es el padre de Michelle Bachelet, que puede ser la pr¨®xima presidenta de Chile.

Cerda, el hombre tranquilo, no se inmuta. En agosto de 1986 dicta una orden de arresto contra 40 miembros de Carabineros, Investigaciones y la Fuerza A¨¦rea, incluyendo 33 en servicio activo. A la cabeza, ?qui¨¦n est¨¢? El mism¨ªsimo Gustavo Leigh, comandante de la temible FACH.

Los tribunales militares consiguen apartarle de la causa y la Corte de Apelaciones resuelve el archivo. Cerda recibe una orden precisa: aplique usted la ley de autoamnist¨ªa de 1978.

Pero Cerda decide ignorar esas instrucciones de dar el cerrojazo con un argumento: el art¨ªculo 226 del C¨®digo de Procedimiento Criminal chileno da margen suspender una disposici¨®n cuando "es evidentemente contraria a la ley".

La presi¨®n militar es intens¨ªsima. Pinochet y su banda le ponen la pistola en la sien a los supremos. La Suprema suspende a Cerda por dos meses, sin goce de sueldo, por falta grave.

"Mi actuaci¨®n va de la mano con el juramento de fidelidad a la justicia, la verdad y la paz que los jueces hacemos cuando asumimos nuestras funciones", replica Cerda.

Las investigaciones de los ¨²ltimos a?os se han inspirado en el ejemplo de Cerda. El ahora retirado juez Juan Guzm¨¢n le toma como modelo durante su actuaci¨®n en el caso Caravana de la Muerte y otras causas. "Carlos es el gran jurista. Es quien desde el comienzo ha tenido la valent¨ªa de investigar, cuando te lo jugabas todo", dijo Guzm¨¢n a EL PAIS en Santiago minutos antes de presentar al jurista a este peri¨®dico en la antesala de su despacho.

Cerda ha convertido a Pinochet en reo. Vamos, en un Al Capone que ma?ana, 25 de noviembre, cumple 90 a?os. Tendr¨¢ que resolver ahora la petici¨®n de sobreseimiento por razones de salud. Como el juez tiene un dictamen m¨¦dico seg¨²n el cual Pinochet est¨¢ en condiciones para someterse a un juicio, le ser¨¢ f¨¢cil rechazar la solicitud. ?Y que har¨¢ la Corte de Apelaciones y la Corte Suprema cuando le llegue la apelaci¨®n? ?Marear¨¢ la perdiz con nuevos ex¨¢menes m¨¦dicos? Quiz¨¢. Pero, ?qui¨¦n sabe?