Compromiso cumplido

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, no dimite. Y no dimite, porque, mal que les pese a algunos, cumple. Ha cumplido el compromiso del Gobierno regional de reducir la espera quir¨²rgica de los ciudadanos de Madrid hasta un m¨¢ximo de 30 d¨ªas. Y lo ha hecho con cinco meses de antelaci¨®n y absoluta transparencia en la gesti¨®n, en la informaci¨®n y en la publicaci¨®n de los datos. Sin manipulaci¨®n posible ni necesidad de mentiras, algo que ni el grupo socialista en la Asamblea de Madrid ni la propia ministra de Sanidad y Consumo parecen alcanzar a comprender. Es m¨¢s, de forma incomprensible, se muestran molestos porque la atenci¨®n sanitaria prestada a los madrile?os mejore e incapaces de hacer de la reducci¨®n de la espera en Madrid un referente para beneficio de todos los espa?oles.

No se puede operar a un paciente en un m¨¢ximo de 30 d¨ªas sin saber si puede ser operado

Afortunadamente, el funcionamiento del Registro Unificado de Pacientes en Lista de Espera (Ruleq), sistema ¨²nico en todo el territorio nacional, no deja lugar a manipulaciones. Excluyendo, eso s¨ª, la voluntad de hacer un uso torticero y partidista de los hechos o bien la incapacidad de entender los conceptos. El Ruleq permite hacer el seguimiento de todos y cada uno de los pacientes pendientes de ser intervenidos, sin que ning¨²n ciudadano al que se le haya prescrito una intervenci¨®n quir¨²rgica quede excluido de la lista de espera. Ninguno; y afirmar lo contrario es mentir.

A diferencia de otras comunidades aut¨®nomas, Madrid incluye en este registro a los pacientes en espera estructural, a los transitoriamente no programables (a la espera de la realizaci¨®n de preoperatorio y valoraci¨®n preanest¨¦sica) y a aquellos que rechazan un centro alternativo o la fecha de operaci¨®n propuesta. Cuando el m¨¦dico prescribe la intervenci¨®n quir¨²rgica, el paciente entra en el Ruleq, cumpliendo as¨ª escrupulosamente con la normativa nacional (Real Decreto 605/2003, de 23 de mayo) y regional (Decreto 62/2004, de 15 de abril).

Lo que dif¨ªcilmente podr¨ªa hacer el Gobierno regional es comprometerse a operar a un paciente en un plazo m¨¢ximo de 30 d¨ªas si no cuenta previamente con el debido proceso preoperatorio. L¨®gicamente, un paciente se considera transitoriamente no programable -y no figura en la lista de espera estructural- hasta que las necesarias pruebas y valoraci¨®n preanest¨¦sica no se hayan realizado para determinar si puede ser operado. En resumen: no se puede operar a un paciente en un m¨¢ximo de 30 d¨ªas sin saber, previamente, si puede ser operado. Del mismo modo, tampoco puede ser operado en este plazo un paciente que no quiere serlo.

No hay, por tanto, contabilidad alguna que excluya a ning¨²n sector de la poblaci¨®n ni castigue a ning¨²n ciudadano. A menos de poner en tela de juicio la ley, pretender enga?ar a los madrile?os y falsear lo evidente, el Gobierno de Esperanza Aguirre cumple con su responsabilidad y su compromiso. Ning¨²n madrile?o espera m¨¢s de 30 d¨ªas para ser operado.

Y ha sido posible gracias a la optimizaci¨®n de los recursos propios, a la creaci¨®n de nuevos recursos y a la eficaz implicaci¨®n de los profesionales. Se ha incrementado la actividad quir¨²rgica en centros propios de la red asistencial p¨²blica; se han abierto nuevos quir¨®fanos y unidades de hospitalizaci¨®n y se ha reforzado la actividad durante el periodo vacacional. Se ha potenciado adem¨¢s la colaboraci¨®n con los centros sanitarios concertados, para poder ofrecer alternativas complementarias a los ciudadanos que se quieren operar.

Nada de esto tiene que ver con "desajustes" ni "sobreutilizaci¨®n" de recursos, sino con criterios de eficacia, eficiencia e incremento de estos recursos. Una vez m¨¢s, la oposici¨®n falsea los t¨¦rminos. M¨¢s a¨²n, pone en entredicho la oportunidad de los "criterios m¨¦dicos para priorizar las intervenciones", cuando, precisamente, los magn¨ªficos profesionales de la sanidad madrile?a son los art¨ªfices de la mejora de la calidad asistencial prestada.

De todo ello, la Comunidad de Madrid ha ido informando puntualmente a los ciudadanos, que son el objetivo del Gobierno regional, como es su obligaci¨®n. Para ello, la Consejer¨ªa de Sanidad y Consumo tiene en marcha una campa?a de comunicaci¨®n sobre el Plan Integral de Reducci¨®n de la Espera Quir¨²rgica, dotada con un mill¨®n de euros para este a?o. Dicha campa?a ha dedicado el 70% de la inversi¨®n total a acciones directas de informaci¨®n, divulgaci¨®n y atenci¨®n al ciudadano, y s¨®lo el 30% del total de la inversi¨®n a acciones en medios de comunicaci¨®n masivos. En total, la campa?a ha permitido atender de forma personalizada a m¨¢s de 184.000 ciudadanos. Sorprende, por carente de sentido, la comparaci¨®n de esta iniciativa con el plan de reducci¨®n de la espera diagn¨®stica, dotado con 15 millones de euros en los presupuestos de 2006, y en el que se incluye el compromiso para reducir la espera en mamograf¨ªas, que ha contado, adem¨¢s, con una inversi¨®n de 780.000 euros este a?o.

Habida cuenta de todo ello, la oposici¨®n podr¨ªa alejarse de un discurso burdo de cr¨ªticas desplazadas, asumir, de una vez por todas, la realidad de los datos, reconocer la mejora de la calidad de la asistencia sanitaria prestada a los madrile?os y agradecer a los profesionales su labor y su compromiso con los pacientes.

Antonio Beteta Barreda es portavoz del Grupo Popular en la Asamblea de Madrid.