Armario familiar
Tiene muchos de los defectos de las ¨®peras primas, aunque tambi¨¦n algunas de las virtudes que suelen atesorar los primeros trabajos en los que se pone un pedazo de las tripas y del coraz¨®n del que se atreve a preguntar; del que se cuestiona sobre la actitud y el remordimiento de la persona que ha vivido la situaci¨®n l¨ªmite de una sangrienta dictadura contra la que luchar o a la que evitar. La novel Julia Solomonoff ha recuperado parte de sus recuerdos y mucho de sus retroactivas investigaciones morales en Hermanas, la historia del reencuentro f¨ªsico y afectivo de dos j¨®venes separadas 10 a?os atr¨¢s por la demoledora maquinaria abrasiva de la dictadura.
Con cierta dispersi¨®n de estilos (los insertos musicales con los bailes parecen de otra pel¨ªcula) y una excesiva propensi¨®n a la sentencia pretendidamente elevada en torno a la literatura, Hermanas reflexiona sobre las distintas actitudes que puede tomar la consanguinidad ante la injusticia social y pol¨ªtica. A trav¨¦s de flash-backs no siempre bien introducidos (en ocasiones entran de una forma demasiado brusca, a lo que se une alg¨²n problema en la transici¨®n entre secuencias), Solomonoff va desgranando con creciente inter¨¦s los secretos familiares encerrados en un par de muertes.
HERMANAS
Direcci¨®n: Julia Solomonoff. Int¨¦rpretes: Ingrid Rubio, Valeria Bertuccelli, Adri¨¢n Navarro, Nicol¨¢s Pauls. G¨¦nero: drama. Argentina, Espa?a, 2005. Duraci¨®n: 88 minutos.
La cadencia en la entrega de la informaci¨®n es la adecuada, y conforme se tienen m¨¢s datos acerca del misterio, mayor es la identificaci¨®n del espectador. Sin embargo, en ocasiones, esas revelaciones no vienen ofrecidas por el m¨¢s correcto de los caminos. As¨ª, hay di¨¢logos entre las hermanas en los que ambas aportan datos que parecen de sobra conocidos por su interlocutora y que, por tanto, su inclusi¨®n aclaratoria para el espectador resulta tan forzada como poco cre¨ªble. No obstante, los numerosos defectos formales terminan quedando semiescondidos por la calidad de las interpretaciones y la fuerza de la historia, que acaba imponi¨¦ndose gracias a la rabia del que ha tenido que vivir y tomar decisiones entre la espada y la pared.
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