Mitrovica, la ciudad dividida
Serbios y albaneses siguen viviendo de espaldas en la localidad de Kosovo
En el sur se paga en euros, en el norte en dinares. En un lado todos los carteles est¨¢n en serbio, en el otro en alban¨¦s. Al sur las matr¨ªculas de los coches son las que impuso la ONU a Kosovo, sin ninguna identificaci¨®n de procedencia para facilitar la movilidad. En el norte los veh¨ªculos llevan las antiguas placas serbias o van sin ellas. El puente sobre el r¨ªo Ibar que separa el sur y el norte de Mitrovica, la ciudad m¨¢s conflictiva de Kosovo, lleva a dos mundos enfrentados y es uno de los asuntos que m¨¢s complican la resoluci¨®n del estatuto para esta provincia administrada por la ONU.
"El puente sigue siendo sin¨®nimo de separaci¨®n, aunque los puentes sirven para unir no para dividir", explica Ergin K?roglu, un pol¨ªtico de origen ¨¦tnico turco de Mitrovica -actualmente es viceministro de Cultura de Kosovo-, respetado en ambos lados. El puente, en cuyos alrededores empezaron los violentos disturbios antiserbios de marzo de 2004 y que ha sido el escenario de muchos otros enfrentamientos, fue reabierto el pasado verano, aunque existe un control policial y un acuartelamiento franc¨¦s de las tropas de KFOR. Pr¨¢cticamente nadie lo cruza.
La comunidad internacional desea un acuerdo que no ser¨¢ nada f¨¢cil
Mitrovica es uno de los asuntos m¨¢s espinosos para las negociaciones sobre el estatuto final de Kosovo que acaban de empezar, dirigidas por el diplom¨¢tico finland¨¦s Martti Ahtisaari, enviado de Naciones Unidas. La decisi¨®n final est¨¢ en manos del Consejo de Seguridad, pero la comunidad internacional desea un acuerdo entre las partes y en esta ciudad, con 60.000 habitantes en el sur alban¨¦s y 15.000 en el norte serbio, no ser¨¢ nada f¨¢cil, ni siquiera entre los serbios.
"La partici¨®n no lleva a ning¨²n lado porque el conflicto seguir¨ªa abierto", asegura Jovan Djuricic, representante de las minor¨ªas en la zona de Orahovac y Velika Hoca, centro de Kosovo, donde viven unos 1.300 serbios en peque?as comunidades. Junto a un desolador paisaje de industrias destartaladas y abandonadas, Djuricic se encuentra en el lugar donde llegan y salen los autobuses de la ONU que transportan a los serbios desde el campo hasta Mitrovica norte. Vienen al hospital, a la Universidad, a comprar o a Belgrado, ya que desde all¨ª hasta la frontera la poblaci¨®n es mayoritariamente serbia.
En cambio, Rade Negollevic, responsable del Centro Internacional de Prensa de Mitrovica norte, una peque?a oficina decorada con s¨ªmbolos nacionalistas, asegura: "No hay otra salida, aunque no se tratar¨ªa de una partici¨®n cl¨¢sica, sino de la creaci¨®n de entidades siempre dentro de Serbia". La comunidad internacional, que a trav¨¦s del Consejo de Seguridad tendr¨¢ la ¨²ltima palabra en las negociaciones, ha descartado ya que vaya a producirse un reparto de este territorio en el que viven 1,8 millones de personas, en un 90% albaneses y un 8% serbios. Pero en Mitrovica existe una partici¨®n de facto.
Preguntado en una rueda de prensa sobre Mitrovica, el jefe de misi¨®n de la ONU en Kosovo (UNMIK), S?ren Jessen-Petersen, asegur¨® que "la cuesti¨®n de Mitrovica ser¨¢ resuelta dentro de las conversaciones sobre el estatuto" y reiter¨® que cualquier partici¨®n estaba descartada. Pero sobre el terreno las cosas son muy diferentes.
"A pesar de la fuerte presencia de la ONU, en el norte existen instituciones paralelas dirigidas por Belgrado", explica Ergin K?roglu. Tanto los habitantes del norte como del sur, todos insisten en que los contactos son m¨ªnimos. "Ten¨ªan amigos serbios, pero ya no les veo. Ellos no vienen aqu¨ª y yo tampoco voy all¨ª", se?ala el alban¨¦s Alush Syla, un vendedor de cigarrillos.
En ambas orillas del r¨ªo Ibar, los mercados muestran el gran problema de Mitrovica y de todo Kosovo: el desastre econ¨®mico y la enorme cifra de paro (en torno al 60%). Bajo una nieve intermitente, varios ancianos llegan desde el campo para vender unas pocas botellas de leche como ¨²nico medio de subsistencia. Son una muestra de las cifras difundidas en septiembre por el Banco Mundial: el 37% de la poblaci¨®n de Kosovo vive en la pobreza, con menos de 1,42 euros por persona al d¨ªa.
Aunque actualmente es una de las ciudades m¨¢s deprimidas de Kosovo, Mitrovica fue durante d¨¦cadas, a partir de los a?os treinta, sin¨®nimo de riqueza y desarrollo: las minas de Trepca, en torno a las que se cre¨® este n¨²cleo urbano, comenzaron a ser explotadas en la Edad Media y bajo el comunismo llegaron a proporcionar 20.000 empleos directos. Para algunos siguen siendo un mito.
Optimista sobre las posibilidades de recuperaci¨®n de la provincia, el diplom¨¢tico alem¨¢n Joachim R¨¹cker, responsable de Reconstrucci¨®n Econ¨®mica y adjunto del representante de la UNMIK, es, en cambio, muy contundente con respecto a estas minas: "Trepca nunca volver¨¢ a ser la misma, no podr¨¢ ser revitalizada como antes porque se trata de un conglomerado industrial comunista muy complejo". Ni Trepca, ni Mitrovica, tienen un futuro sencillo.
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