El monstruoso pecado de tener pene
En una pausa del serial del mediod¨ªa veo el anuncio. Es la nueva campa?a de la Generalitat de Catalu?a para concienciar a los m¨¢s j¨®venes sobre los malos tratos a las mujeres. (Es un problema terrible y est¨¢ muy bien que se hagan campa?as en la tele.) En ¨¦l, observamos a distintos adolescentes hablando sobre la cuesti¨®n. Una chica les dice a sus amigas: "?Qu¨¦ puedes esperar de un t¨ªo que no razona?". En otra secuencia, un chaval le explica a su amigo: "Le he comprado un m¨®vil para controlarla". Y el otro le contesta: "En lugar de ponerte celoso, razona". Al final, uno de ellos avanza por el pasillo de lo que me parece un instituto de secundaria y nos dice: "Levantarse cada d¨ªa con una noticia de violencia es muy duro. Hay d¨ªas en los que te averg¨¹enzas de ser hombre".
De verdad, nos estamos volviendo locos. ?C¨®mo pueden tener los creativos del anuncio un cerebro tan reduccionista? Me recuerdan a ese intelectual que declar¨® que no pensaba volver a hablar en vasco "porque era la lengua de los asesinos". (El se?or, coherente, habla en espa?ol, que es la lengua de Pinochet.) Me parece demencial que la mitad de la poblaci¨®n humana, por haber nacido con pene, tenga que cargar con el pecado original, s¨®lo porque hay hombres que pegan a las mujeres. Dejemos de lado que hay tantas mujeres celosas como hombres celosos y tantas mujeres que quieren controlar a sus novios como hombres que quieren controlar a sus novias. Lo que es impresionante es la frase que le hacen pronunciar a este chico, un chico que dir¨ªa que no ha cumplido los 18 a?os. "Hay d¨ªas en los que te averg¨¹enzas de ser hombre".
Hasta ahora, cuando alguna situaci¨®n de terror nos hac¨ªa generalizar, el Gobierno y las ONG se apresuraban a advertirnos de que generalizar es, adem¨¢s de injusto, peligroso. Durante los atentados del 11-M, por ejemplo, se nos repiti¨® que no hab¨ªa que meter a todos los musulmanes en el mismo saco s¨®lo porque los que hab¨ªan matado a tanta gente en Madrid lo eran. Pero si mi Gobierno generaliza con los hombres, no veo por qu¨¦ no va a generalizar con otros colectivos. Espero muy pronto un anuncio en el que un chaval, saliendo de la mezquita, diga: "El terrorismo no es la soluci¨®n. Hay d¨ªas en los que te averg¨¹enzas de ser musulm¨¢n". Porque es exactamente lo mismo. Si un hombre tiene que avergonzarse de ser hombre por culpa de otros, tambi¨¦n tienen que avergonzarse los musulmanes por culpa de Bin Laden. Del mismo modo, espero un anuncio que conciencie a las mujeres de la limpieza inmigrantes para que sean formales en el trabajo y no lleguen tarde a cuidar a los ancianos, situaci¨®n que -seg¨²n me cuentan- se produce con cierta asiduidad. En el anuncio, veremos a un abuelo agonizante, solo en casa, mientras una se?ora de tez oscura dir¨¢, bailando salsa: "Enga?ar no es la soluci¨®n. Hay d¨ªas en los que me averg¨¹enzo de ser peruana". Otra campa?a que tengo ganas de ver tendr¨¢ por escenario la Rambla. All¨ª veremos a un adolescente moreno comiendo kebab. Sus palabras ser¨¢n ¨¦stas: "Robar bolsos no es bueno. Hay d¨ªas en los que me averg¨¹enzo de ser marroqu¨ª". Y si la cosa prospera, hasta podemos hacer campa?as combinadas en las que un se?or se averg¨¹ence de ser hombre, catal¨¢n y heterosexual a la vez.
Desde luego, al colectivo femenino se le mide con otro rasero que al masculino. A pesar de que haya lesbianas que peguen a sus novias o a pesar de que la soldado England torturara prisioneros en Irak, no se nos echa la culpa a todas. Y me sabe mal decirlo, pero hasta se mide con otro rasero al colectivo canino. Es decir, si un beb¨¦ muere por culpa de los mordiscos de un perro de raza potencialmente peligrosa, la Generalitat no har¨¢ un anuncio en el que un chico diga: "Hay d¨ªas en los que te averg¨¹enzas de ser el due?o de un rotweiler". Con toda honestidad. Piensen en la que se habr¨ªa armado si, en lugar de generalizar con los hombres, nuestro Gobierno hubiese generalizado con los perros.
moliner.empar@gmail.com
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