La fuerza de la mayor marea humana del planeta
El Mediterr¨¢neo es el mar de los emigrantes. En torno a sus aguas se desarrolla hoy la mayor migraci¨®n humana del planeta: desde Marruecos hasta Turqu¨ªa, entre 10 y 15 millones de personas han abandonado sus pa¨ªses en busca de una vida mejor. La mayor¨ªa, entre 5,8 y 10,6 millones, se han establecido en la Uni¨®n Europea (UE). Y hablamos s¨®lo de inmigrantes documentados. Las estimaciones sobre los extranjeros en situaci¨®n irregular rondan los tres millones, que habr¨ªa que sumar a los anteriores. La dimensi¨®n del fen¨®meno ha convertido la inmigraci¨®n en el eje de las relaciones entre la UE y los pa¨ªses ribere?os del norte de ?frica, y entre ¨¦stos y las naciones de Oriente Pr¨®ximo. Su influencia pol¨ªtica supera incluso a la de los negocios.
Alemania y Francia acogen a las tres cuartas partes de los inmigrantes del ¨¢rea mediterr¨¢nea, seguidos de Holanda, Italia y Espa?a
La situaci¨®n se complica a¨²n m¨¢s si tenemos en cuenta que los 25 miembros de la UE carecen de una pol¨ªtica econ¨®mica de inmigraci¨®n
La interpretaci¨®n de esa realidad var¨ªa seg¨²n desde qu¨¦ orilla se contemple. Y la primera discrepancia surge en torno a las estad¨ªsticas: existen m¨¢s emigrantes que inmigrantes. Los europeos afirman que en su suelo residen 10 millones de extranjeros procedentes de pa¨ªses mediterr¨¢neos. Pero esos pa¨ªses aseguran que sus nacionales suman 15 millones, ?un 50% m¨¢s! La diferencia es consecuencia de que, mientras la mayor¨ªa de Estados de la UE s¨®lo considera inmigrante a la primera generaci¨®n de extranjeros, muchos pa¨ªses de origen incluyen, adem¨¢s, a todos los de segunda generaci¨®n cuyo padre ha nacido en su suelo.
La situaci¨®n se complica a¨²n m¨¢s si tenemos en cuenta que los 25 miembros de la Uni¨®n Europea carecen de una pol¨ªtica com¨²n de inmigraci¨®n, y que es dif¨ªcil hallar diferencias pol¨ªticas, econ¨®micas y sociales m¨¢s llamativas que las existentes al sureste del Mediterr¨¢neo. En efecto, Argelia, Egipto, Israel, Jordania, L¨ªbano, Marruecos, los Territorios Palestinos, Siria, T¨²nez y Turqu¨ªa, cuyas poblaciones suman 260 millones de personas, tienen poco o nada en com¨²n. Salvo la di¨¢spora.
Palestina, Turqu¨ªa, Marruecos y Egipto tienen, cada uno, m¨¢s de 2,5 millones de ciudadanos en el extranjero. Argelia, m¨¢s de un mill¨®n. T¨²nez y L¨ªbano, m¨¢s de medio mill¨®n.
Europa es el principal destino de la primera generaci¨®n de esos emigrantes, lo que supone casi la mitad de ellos. Los Estados ¨¢rabes productores de petr¨®leo, incluida Libia, son el segundo destino, a una distancia considerable de Estados Unidos y del resto del mundo.
El reparto de ese flujo de personas tiene mucho que ver con su lugar de origen. La mayor¨ªa de los egipcios, sirios y jordanos, que suelen tener una formaci¨®n media, se desplazan a los pa¨ªses del Golfo. Los israel¨ªes, que poseen titulaci¨®n universitaria, viajan a Estados Unidos. Los palestinos, tambi¨¦n con un alto nivel profesional, se trasladan a otros pa¨ªses ¨¢rabes. Son los magreb¨ªes y los turcos, que tienen escasa formaci¨®n, quienes eligen la UE.
S¨®lo dos pa¨ªses europeos, Alemania y Francia, acogen tres cuartas partes de los inmigrantes del Mediterr¨¢neo. A continuaci¨®n figuran Holanda, Espa?a e Italia. Estos dos ¨²ltimos ejercen un magnetismo creciente entre sus vecinos del sur.
Los turcos prefieren instalarse en Alemania. Son los m¨¢s numerosos, aunque su ritmo de llegada ha ido disminuyendo desde la inmigraci¨®n masiva de los sesenta y setenta. Lo demuestra el siguiente dato: de los dos millones que resid¨ªan en el pa¨ªs en 2001, s¨®lo un mill¨®n eran inmigrantes de primera generaci¨®n. Otros 890.000 hab¨ªan nacido all¨ª y 50.000 m¨¢s ten¨ªan doble nacionalidad.
El destino de los marroqu¨ªes
Los marroqu¨ªes eligen Francia, Espa?a e Italia, por ese orden. En nuestro pa¨ªs residen legalmente 473.048. Al contrario que los turcos, su ritmo de llegada es cada vez m¨¢s acelerado: entre 1993 y 1997, su crecimiento anual fue de 92.195 personas; entre 1997 y 2002, de 132.804, y entre 2002 y 2004, de 253.496. Y ese incremento se produjo casi exclusivamente en Europa. En los ¨²ltimos 12 a?os, los residentes en Francia aumentaron en 434.000, y los residentes en Espa?a en 358.000.
La inmigraci¨®n marroqu¨ª lleva camino de convertirse en la m¨¢s numerosa dentro de la UE. Y Espa?a ocupa un lugar preferente en sus anhelos.
El caso de los marroqu¨ªes sirve para ilustrar las dos pol¨ªticas que rigen el destino de los inmigrantes. Las autoridades de Rabat favorecen su marcha, pues ven en ella una fuente de ingresos para el Estado a trav¨¦s de las remesas que env¨ªan a sus familiares (3.800 millones de euros en 2004). En cambio, los Estados de la UE afrontan su llegada con recelo.
Las f¨®rmulas ideadas en Europa para integrar a los inmigrantes se encuentran en revisi¨®n. Ha fracasado la figura del trabajador invitado creada por Alemania, pues no ha conseguido evitar los estallidos xen¨®fobos entre la poblaci¨®n. Tras los atentados de Londres, ha saltado por los aires la separaci¨®n en comunidades nacionales promocionada por el Reino Unido. Y ha ardido el asimilacionismo franc¨¦s, a causa de los recientes disturbios de los barrios perif¨¦ricos de las ciudades.
Los l¨ªderes europeos saben que deben llegar a acuerdos con los pa¨ªses emisores de inmigrantes, pues sus esfuerzos por impermeabilizar las fronteras del espacio de Schengen son s¨®lo una medida provisional. Hace falta algo m¨¢s para gestionar con ¨¦xito los flujos migratorios. Porque est¨¢ claro que Europa no puede poner puertas al Mediterr¨¢neo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.