Anhelo de Europa
Por qu¨¦ no decir algo que puede parecer grandilocuente, pero de lo que estoy profundamente convencido? La uni¨®n de Europa es lo mejor que le ha pasado a la humanidad desde hace cerca de medio siglo. A pesar de las dificultades afrontadas recientemente y las que pueda reservar el futuro, ya existen logros palpables para los pueblos y las naciones que se han involucrado en la construcci¨®n europea. ?Es necesario reiterar aqu¨ª lo que es evidente: el establecimiento definitivo de la paz en una regi¨®n del mundo que ha conocido los conflictos m¨¢s mort¨ªferos del siglo XX, la ampliaci¨®n considerable del ¨¢mbito de la democracia y de los derechos humanos y el espectacular desarrollo econ¨®mico de un determinado n¨²mero de pa¨ªses que hasta ahora viv¨ªan al margen de la prosperidad del grupo fundador? A estas ventajas intr¨ªnsecas hay que a?adir algo que puede ser m¨¢s importante desde la perspectiva de los pa¨ªses del Sur y de los pueblos del Tercer Mundo. En el mundo actual, en el que rige la ley del m¨¢s fuerte, la de la superpotencia estadounidense, marcado por el declive y el desmantelamiento del imperio sovi¨¦tico, testigo del surgimiento de una nueva superpotencia en China, cuyo ritmo inusitado de desarrollo y r¨¦gimen pol¨ªtico autoritario que podr¨ªa derivar hacia el militarismo dejan entrever nuevos peligros a escala planetaria; en este mundo, el ¨²nico componente capaz de constituir un contrapeso, un elemento de equilibrio, incluso una fuerza de resistencia frente a las tentaciones hegem¨®nicas, vengan de donde vengan, es precisamente Europa.
Me hac¨ªa falta recordar lo que est¨¢ en juego para expresar otra convicci¨®n: el destino de un pa¨ªs como Marruecos est¨¢ ligado a Europa. El establecimiento de una verdadera asociaci¨®n entre ambos ser¨ªa, en mi opini¨®n, determinante en lo que concierne a su proyecto democr¨¢tico, su elecci¨®n de la modernidad, sus posibilidades de crecimiento, e incluso la salvaguarda de su soberan¨ªa. Por otra parte, los argumentos a favor de esta tesis son conocidos: la cercan¨ªa geogr¨¢fica, la historia com¨²n, con su parte de conflictos y su parte de acercamiento y de mezcla, la realidad de los intereses econ¨®micos cada vez m¨¢s convergentes, la urgencia de abordar juntos las fuentes del extremismo y de la violencia y de encontrar modalidades justas y humanas en la gesti¨®n de los flujos migratorios, etc¨¦tera. Tengo la impresi¨®n de que muchos marroqu¨ªes comparten este anhelo de Europa que expreso. Sin embargo, se ve contrariada por la sensaci¨®n de que es unidireccional. Del lado europeo, las declaraciones de intenciones ponen el acento sobre la visi¨®n pol¨ªtica que permitir¨ªa tomar conciencia sobre una responsabilidad particular de Europa con respecto a Marruecos, as¨ª como con los otros pa¨ªses del sur del Mediterr¨¢neo. Este enfoque llevar¨¢ a considerar con mayor facilidad que la soluci¨®n a ciertos factores desestabilizadores que afectan al Viejo Continente radica en el apoyo sin fisuras y a largo plazo al despegue socioecon¨®mico y democr¨¢tico de estos pa¨ªses.
Ci?¨¦ndome al caso de Marruecos, creo que un escenario ideal como ¨¦ste tiene todas las posibilidades de generar resultados convincentes en un plazo de tiempo razonable. Desde luego, el Marruecos actual est¨¢ listo para ello. Pero los avances pol¨ªticos que ha conocido a lo largo de los ¨²ltimos a?os corren el riesgo de estancarse o de ser radicalmente cuestionados por las fuerzas sociales tradicionalistas si Europa no pone toda la carne en el asador. Sabemos de sobra, en vista del ejemplo iraqu¨ª, que la democracia no puede imponerse con las armas. Se consigue con m¨¢s seguridad por la v¨ªa pac¨ªfica del crecimiento y del desarrollo humano. Con su "anhelo de Europa", los marroqu¨ªes no aspiran a otra cosa que a la solidaridad de un continente a cuya riqueza y diversidad cultural creen haber contribuido y contribuir todav¨ªa con lo mejor de s¨ª mismos.
Traducci¨®n de News Clips.
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