Televisi¨®n n¨®mada
No est¨¢ claro si Brunelleschi, al colocar el ¨²ltimo ladrillo de la c¨²pula de Santa Maria dei Fiore, exclam¨® "Hoy empieza el Renacimiento"; ni si Gutenberg, cuando acab¨® de imprimir la Biblia latina gracias a sus tipos m¨®viles, dijo "Aqu¨ª empieza una Nueva Era de la Humanidad". En cualquier caso, los informativos del viernes pronunciaron con id¨¦ntica prosodia la noticia de que el Consejo de Ministros acababa de decretar la existencia casera de la Televisi¨®n Digital Terrestre (TDT): "Hoy empieza una Nueva Etapa de la Televisi¨®n". Poco importa que por ah¨ª fuera la tecnolog¨ªa TDT ya no sea ninguna novedad, que haya nacido muerta y para lo ¨²nico que sirve es para marear con m¨¢s de lo mismo, porque lo ¨²nico que cuenta aqu¨ª dentro es que la TDT multiplicar¨¢ el n¨²mero de canales que pueden verse sentados en el cuarto de estar. Hay, s¨ª, una Nueva Era de la TV, pero no es precisamente la de la TDT.
Y lo m¨¢s curioso: las nuevas tecnolog¨ªas de la imagen se parecen much¨ªsimo a la vieja revoluci¨®n de Gutenberg. Porque la imprenta s¨®lo implic¨® transformar aquel rect¨¢ngulo llamado libro (formato codex) de un objeto sedentario, aparatoso y caligrafiado conventualmente, en escritura n¨®mada, desacralizada y al alcance de todos. Fue ante todo una revoluci¨®n de lectura, que de ser exclusiva de los monasterios, practicada en voz alta y ante fieles, pas¨® a ser alimento de los curiosos sin fronteras.
Inauguramos una Nueva Era cuando empezamos a leer en voz baja, en solitario y en cualquier sitio. Como ocurre con estas nuevas tecnolog¨ªas n¨®madas de las pantallas que las generaciones X e Y consumen masiva y profanadoramente, fuera del sagrado cuarto de estar familiar. La tele por m¨®vil, los programas por Internet, los videojuegos y los DVD port¨¢tiles, las c¨¢maras digitales, el iPod multimedia, qu¨¦ s¨¦ yo. Los tipos m¨®viles de Gutenberg cambiaron la lectura del libro sagrado, y estos tipos tan m¨®viles y siempre agarrados al m¨®vil tambi¨¦n han desacralizado y nomadizado la imagen. Adem¨¢s, ?desde hace cu¨¢ntos siglos una revoluci¨®n llega por v¨ªa terrestre?
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