El Madrid recupera la actitud
Dos goles en dos minutos salvan a los madridistas en Anoeta ante una Real fr¨¢gil en la defensa
En dos minutos, Vanderlei Luxemburgo, acosado por los resultados y los asuntos internos, con Guti como ¨²ltimo protagonista, gan¨® una semana m¨¢s de vida en el banquillo blanco y el Madrid un punto que ten¨ªa perdido. Toda su falta de pegada se recobr¨® en esos dos fogonazos finales, inesperados, cuando Anoeta, fruto de las expulsiones, parec¨ªa una inmensa pradera. Las expulsiones no fueron anecd¨®ticas. La Real pag¨® m¨¢s precio por la ausencia de Garitano que el Madrid por la del impulsivo Sergio Ramos. La raz¨®n era obvia. El Madrid perdi¨® un central cuando ya s¨®lo pensaba en atacar y la Real a otro cuando s¨®lo pretend¨ªa defender. En dos jugadas a¨¦reas encaj¨® dos goles por su mala defensa.
REAL SOCIEDAD 2 - REAL MADRID 2
Real Sociedad: Riesgo; Rekarte, Labaka, Jauregi, Garrido; Garitano; Xabi Prieto, Mikel Alonso, Nihat (Novo, m. 84) Aranburu; y De Paula (Uranga, m. 67).
Real Madrid: Casillas; Salgado, Pav¨®n (Baptista, m. 46), Helguera, Roberto Carlos; Sergio Ramos, Pablo Garc¨ªa (Soldado, m. 71); Beckham, Guti, Zidane; y Robinho (Ra¨²l Bravo, m. 80)
Goles: 1-0. M. 43. Xabi Prieto marca un penalti se?alado a Roberto Carlos por derribo a De Paula. 2-0. M. 58, Jugada de Xabi Prieto, el centro al ¨¢rea lo toca De Paula para Nihat cuyo disparo lo repele Casillas y De Paula marca de cabeza. 2-1. M. 86. Ra¨²l Bravo resuelve un barullo en el ¨¢rea tras un c¨®rner. 2-2. M. 88. Zidane aprovecha un flojo despeje de Riesgo.
?rbitro: Undiano Mallenco. Expuls¨® a Sergio Ramos (m. 73) y Garitano (m. 81) por doble amarilla, y amonest¨® a Labaka, Helguera, Xabi Prieto, Beckham y Ra¨²l Bravo.
Unos 25.000 espectadores en Anoeta.
El resultado fue fiel a un partido ciclot¨ªmico, lleno de altibajos en ambos equipos, poco t¨¢ctico y demasiado en¨¦rgico en su segunda mitad, al que el Madrid supo ponerle cara y m¨²sculo, aunque su juego sigue adoleciendo de falta de continuidad. A la Real, el resultad final le sorprendi¨® tanto como su moment¨¢nea victoria.
Probablemente al Madrid le sobra arte para tirar rombos, manejar el bal¨®n en espacios cortos, guardarlo como una pieza de museo y obligar al contrario a perseguirlo como un lebrel desesperado. Probablemente es el juego que m¨¢s les gusta a sus futbolistas porque les recuerda aquellos tiempos en que les llamaban gal¨¢cticos y exhib¨ªan su fantas¨ªa en cualquier campo mezclando sentido t¨¢ctico con arabescos de lujo.
Pero ahora al Madrid le falta cemento para aguantar los empujones de los partidos y materializar las ocasiones que su arte, y el miedo de los rivales, le procuran. Sin Ronaldo, la pegada del Madrid parec¨ªa una cuesti¨®n del pasado. Robinho muy dado al gambeteo, es decir al arte, no vive c¨®modo en el ¨¢rea como referencia del equipo y su f¨²tbol, entonces, se antoja tan liviano como su carcasa. En el f¨²tbol no basta con hacerlo bonito, hay que hacerlo bien y en el Madrid prevalece lo primero sobre lo segundo, aunque tampoco le acompa?¨® la suerte: Riesgo abort¨® un mano a mano ante el g¨¦lido Robinho y el larguero devolvi¨® un cabezazo de Sergio Ramos en la primera mitad, cuando su jerarqu¨ªa era tan est¨¦tica como inoperante.
Todo ocurr¨ªa mientras la Real daba muestras de impotencia, incapaz de robar el bal¨®n y de hacer correr al Madrid, su asignatura m¨¢s pendiente. La Real es un equipo enga?oso. Tiene una defensa fr¨¢gil y sin Kovacevic pierde referencias ofensivas, pero guarda futbolistas interesantes. Xabi Prieto es el m¨¢s singular. Su manejo de bal¨®n tiene mucho que ver con la escuela brasile?a y su frialdad anuncia una experiencia que a¨²n no tiene. Ayer le amarg¨® la tarde a Roberto Carlos, ninguneado en la jugada previa al segundo gol de la Real. Tan agobiado estaba el brasile?o que Beckham, en m¨¢s de una ocasi¨®n, tir¨® de malos modos para reconvenir al muchacho y frenar la sangr¨ªa. Quien pic¨® el anzuelo fue Sergio Ramos, que se fue a la ducha tras una innecesaria entrada al extremo realista
El Madrid hab¨ªa perdido la cabeza mucho antes. El penalti de Roberto Carlos a De Paula, se?alado por el ¨¢rbitro auxiliar en una carga del brasile?o, no s¨®lo le fundi¨® los cables sino que resucit¨® a una Real Sociedad que hasta entonces hab¨ªa jugado con mojigater¨ªa, como asumiendo un rol inferior y s¨®lo preocupada de agruparse en la defensa para frenar su sangr¨ªa de goles.
El penalti le hizo crecer y la segunda mitad fue un ejercicio futbol¨ªstico lleno de fortaleza y velocidad que desarbol¨® al Madrid. El segundo gol de De Paula, el impulso fren¨¦tico del medio campo realista, la expulsi¨®n de Sergio Ramos (que se hab¨ªa incrustado en la defensa por la salida de Baptista en lugar de Pav¨®n) parec¨ªan hundir definitivamente al Madrid y poner fin al ciclo de Luxemburgo en la casa blanca. El t¨¦cnico puso todo cuanto ten¨ªa. Incluso la salida de Ra¨²l Bravo parec¨ªa querer evitar una situaci¨®n m¨¢s grave, un resultado m¨¢s abultado ante una Real que segu¨ªa teniendo en Prieto el futbolista necesario para desequilibrar al Madrid.
Pero hay cosas que no se pierden y el Madrid no le perdi¨® la cara al partido. La expulsi¨®n de Garitano le dej¨® abierto el juego a¨¦reo y lo aprovech¨® en dos ocasiones. En dos minutos, el bal¨®n llovido del cielo cay¨®, una vez en la puntera de Ra¨²l Bravo y otra en el empeine izquierdo de Zidane. Los goles castigaban la fragilidad defensiva de la Real y premiaban la actitud del Madrid, m¨¢s fiel a su historia que a su juego.
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