Un ayudante de Luxemburgo, 'castigado' por criticar a Guti
Juegue o no, Guti siempre se encuentra en el punto de mira. Las declaraciones de Paulo Campos, uno de los ayudantes de Vanderlei Luxemburgo, a una radio brasile?a, han desatado un terremoto en el seno del conjunto blanco. Campos acus¨® a Guti de simular una lesi¨®n para no ser convocado contra el Barcelona, choque que se sald¨® con un rotundo 0-3 en el Bernab¨¦u. El canterano asegur¨® que sufr¨ªa una contractura muscular. Luxemburgo orden¨® realizarle una resonancia magn¨¦tica al centrocampista, cuyo resultado fue negativo. Campos insinu¨® que muchos futbolistas simulan problemas f¨ªsicos para "borrarse de los encuentros", en clara referencia a Guti.
Ayer, tras conocerse la rajada del ayudante del entrenador, Guti exigi¨® explicaciones a Campos. ?ste habl¨® con el jugador y le pidi¨® disculpas por lo que se consider¨® una salida de tono, que fueron aceptadas, seg¨²n la Cadena Ser. Adem¨¢s, antes del partido, en la charla t¨¦cnica del vestuario madridista, Luxemburgo prefiri¨® que Paulo Campos no asistiese a la reuni¨®n, con el fin de evitar posibles pol¨¦micas.
A¨²n es m¨¢s: el ayudante ni siquiera fue al estadio en el autob¨²s que traslad¨® al equipo, como suele ser habitual, ni se sent¨® en el banquillo ni asisti¨® a la charla t¨¦cnica aprevia al encuentro. Campos viaj¨® a Anoeta desde el hotel de concentraci¨®nb en el autocar de los directivos, que no del pesidente, pues Florentino P¨¦rez lo hace en un coche particular, y vio el partido desde el palco. Seg¨²n la informaci¨®n de la Ser, ni siquiera habl¨® con Florentino P¨¦rez.
Ya sobre el c¨¦sped, el jugador madrile?o fue uno de los elegidos para completar el once blanco y port¨® el brazalete de capit¨¢n, como corresponde en ausencia del lesionado Ra¨²l. Guti, ajeno a cualquier tipo de crispaci¨®n, sali¨® enchufado, deseoso de reivindicar su calidad y de dar la cara. Frente a las cr¨ªticas, exhibi¨® su zurda y cre¨® espacios, su aut¨¦ntica labor en el Real Madrid. Primero, habilitando a Robinho, que err¨® el mano a mano contra Riesgo. Despu¨¦s, dos tiros lejanos y mucha predisposici¨®n para acompa?ar al resto del equipo, bajando y d¨¢ndose la vuelta para buscar a Robinho en largo o a Zidane para temporizar el ritmo.
En esta ocasi¨®n no se "borr¨®", aunque su labor se fue achicando con el paso de los minutos y se limit¨® a protestar las decisiones de Undiano Mallenco. Incluso le acompa?¨® tras el pitido del descanso critic¨¢ndole abiertamente camino de los vestuarios. Mientras, el p¨²blico de San Sebasti¨¢n le dedicaba los m¨¢s sonoros pitidos de la tarde. Todo ello lo contempl¨® desde el palco Paulo Campos, que ha abierto otra brecha en el ¨¢nimo de los jugadores y, vista su reacci¨®n de ayer, en el de su amigo Luxemburgo.
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