Heridas de las guerras chechenas
La rep¨²blica norcauc¨¢sica rusa elige un Parlamento con el que Mosc¨² pretende normalizar una situaci¨®n dram¨¢tica
"Escriba que hay que pagar para poder obtener un salario; diga que los funcionarios nos extorsionan", dice Sulim, un muchacho que se encuentra con otra decena de j¨®venes en la calle frente a un colegio electoral del poblado de Gvard?evski. Todos ellos est¨¢n en el paro como la inmensa mayor¨ªa -cerca del 75%- de la poblaci¨®n activa de Chechenia. Sulim dice que a¨²n no ha votado pero que lo har¨¢ por su paisano, con la esperanza de que cree puestos de trabajo en el pueblo. ?l y sus amigos no piensan sufragar con la lista de partidos porque no conf¨ªan en ellos.
Como en Gvard?evski, los habitantes de las dem¨¢s localidades de Chechenia acudieron ayer a las urnas para elegir un Parlamento bicameral. Con ello finaliza el programa de reintegraci¨®n de la peque?a rep¨²blica norcauc¨¢sica en el espacio pol¨ªtico de Rusia. Despu¨¦s de haber hecho aprobar una Constituci¨®n que termina con los anhelos independentistas y de haber hecho elegir un presidente promoscovita, lo ¨²nico que quedaba para acabar el proceso de lo que el Kremlin califica de "normalizaci¨®n pol¨ªtica" era la elecci¨®n de un Parlamento.
Las autoridades chechenas y rusas se esforzaron por presentar un aspecto de normalidad ante los periodistas invitados a cubrir las elecciones, a los que llevaron, con guardias armados, a algunos colegios electorales de poblados tranquilos del norte de Chechenia y de los suburbios de Grozni, sin permitirles variar de ruta "por razones de seguridad".
La capital no ha sanado sus heridas de las dos sangrientas y devastadoras guerras que ha sufrido en los ¨²ltimos 10 a?os. Abundan las casas y edificios de viviendas semidestruidos, con las huellas de los bombardeos a que fueron sometidas por los militares rusos. A pesar de que algunos parece que en cualquier momento se desplomar¨¢n, ya en un balc¨®n ya en otro, se ve ropa colgada a secar. La gente no ha abandonado sus apartamentos sin cristales y con agujeros dejados por la metralla y contin¨²a malviviendo en ellos.
La participaci¨®n en las elecciones, a juzgar por lo visto en los colegios modelos que la prensa pudo visitar, ha sido baja, lo que no ser¨¢ impedimento para que las autoridades anuncien m¨¢s tarde un alto porcentaje de votaci¨®n ciudadana. Ya ocurri¨® con el plebiscito y durante los comicios que consagraron como presidente primero a Ajmad Kad¨ªrov y, despu¨¦s de la muerte de ¨¦ste en un atentado hace dos a?os, a Al¨² Alj¨¢nov.
Sucede, como explican los expertos de las organizaciones de derechos humanos Memorial y Demos, que el censo realizado en 2002 fue simplemente falsificado y aumentado en Chechenia en unos 300.000 habitantes. De ah¨ª que el n¨²mero de electores sea tambi¨¦n abultado y que existan 100.000-200.000 almas muertas, es decir, votantes fantasmas que las autoridades pueden entregar al partido que quieran. Demos afirma que de hecho hay un acuerdo entre las diferentes fuerzas pol¨ªticas que compiten por esca?os parlamentarios para que cada partido se lleve una parte del pastel. La parte leonina se la llevar¨¢, por supuesto, Rusia Unida, el partido proPutin y el del hombre fuerte de Chechenia, Ramz¨¢n Kad¨ªrov.
Hijo del presidente asesinado en mayo del a?o pasado, Ramz¨¢n -apoyado por el Kremlin, que incluso lo condecor¨® como H¨¦roe de Rusia-, se ha convertido en el aut¨¦ntico se?or de Chechenia, con un inmenso poder que ejerce gracias a los miles de hombres armados que tiene bajo su mando. El nombre de Ramz¨¢n Kad¨ªrov "se asocia en Chechenia a una serie de delitos, como asesinatos, secuestros, torturas, toma de rehenes, arrestos ilegales, extorsi¨®n y corrupci¨®n", asegura Alexandr Cherk¨¢sov, de Memorial.
Pese a ello, nadie duda de que el gran triunfador de estos comicios ser¨¢ Kad¨ªrov, cuyos hombres ser¨¢n elegidos no s¨®lo en la lista de Rusia Unida, sino tambi¨¦n en las de otros partidos. Un grupo de maestras lo confirma: Zeleim¨¢, de 22 a?os; Lila, de 40, y Kameta, de 37. Las tres son las ¨²nicas con trabajo en sus familias de varios miembros que alimentar.
La farsa electoral
Los defensores de derechos humanos consideran un error que los partidos dem¨®cratas hayan aceptado participar en unos comicios que no pueden ser ni libres ni representativos debido a la inseguridad y la atm¨®sfera de miedo que reina en Chechenia. Consideran que deber¨ªan haber rechazado la invitaci¨®n a tomar parte en esta farsa.
Entre sus candidatos, sin embargo, hay figuras muy interesantes. As¨ª la Uni¨®n de Fuerzas de Derechas (UFD) incluye a Magomed Jamb¨ªyev, ex ministro de Defensa de los independentistas y uno de los principales organizadores del ataque a Grozni de 1996, que sell¨® la derrota del Goliat ruso en la primera guerra chechena. Jamb¨ªyev se pas¨® al bando promoscovita despu¨¦s de que los hombres de Kad¨ªrov tomaran como rehenes a varias decenas de sus familiares, la mayor¨ªa mujeres.
La ¨²ltima encuesta realizada antes de los comicios daba un 35% a Rusia Unida; 10% a Y¨¢bloko y a los comunistas; 6% al ultranacionalista ruso Partido Liberal Democr¨¢tico; 4,2% a R¨®dina y 3,2% a la UFD. Pero, como denuncian los defensores de derechos humanos, las elecciones est¨¢n ama?adas y a la UFD le han prometido el 8% de los votos.
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