La verdad y la mentira salen a pelear

Claudio Magris, el escritor italiano de El Danubio, hizo en la Feria de Guadalajara una inquietante pregunta, hablando de la verdad y la mentira literarias: "?Es La metamorfosis de Kafka la cr¨®nica sobre la condici¨®n humana o el resultado de una experiencia gen¨¦tica?". Es ficci¨®n, sin duda, ?pero es verdad?

Toda ficci¨®n es verdad, le dijo su colega Mario Vargas Llosa, autor de La verdad de las mentiras. Para ¨¦ste, todo aquello que sea ficci¨®n y tenga la capacidad de seducir al p¨²blico se convierte "en verdad literaria", aunque sea una verdad descabellada.

Fue un combate entre la verdad y la mentira en el que, adem¨¢s de la literatura, se introdujeron la imagen, la televisi¨®n y la pol¨ªtica. ?stas vinieron de la mano de la mexicana Denise Dresser, polit¨®loga, escritora, feminista, que evoc¨® las distintas fases que ha seguido su pa¨ªs con respecto al manejo de la verdad y la mentira desde los medios de comunicaci¨®n.

Magris: "Cuando el mosaico de la realidad est¨¢ completo ya es lo ficticio"

Palabras como libertad, derechos humanos, tan viejas como los nombres de los que las pronunciaron, desde Voltaire a Churchill, deber¨ªan desempolvarse para devolverles el brillo que han perdido en el mundo y han perdido en M¨¦xico.

La informaci¨®n, encargada de emitir la verdad, se ha convertido en entretenimiento, y ya no importa que transporte verdad, porque el tiempo de los comunicadores tambi¨¦n se vende: lo compran las grandes corporaciones y lo compran los pol¨ªticos. El centro de la argumentaci¨®n de Denise fue la presidencia de Fox, que ¨¦ste alcanz¨® gracias a la mercadotecnia y a los medios: la imagen le result¨® buena para ganar, pero no le ha servido para gobernar. Lo cierto, seg¨²n ella, es que en M¨¦xico no gobiernan los representantes, sino los que tienen el poder de la imagen y el poder de los medios.

Denise Dresser ve de tal gravedad la confusi¨®n verdad / mentira que habita en la vida p¨²blica mexicana que alert¨® sobre "la compra de conciencias" que puede devolver a este pa¨ªs la costumbre del dedazo, y, por tanto, el regreso del factor miedo que un d¨ªa llev¨® a acu?ar aqu¨ª esta frase: "El que se mueva no sale en la foto". La democracia, impulsada por la mentira, explic¨® la polit¨®loga, "se reduce a un negocio". "Esta democracia es m¨ªa", subray¨®, "y no de Televisa o de la TV Azteca".

Frente a esa argumentaci¨®n tan concreta sobre la verdad y la mentira en la vida cotidiana, las intervenciones de Magris y Vargas Llosa tuvieron el valor de la met¨¢fora. Magris record¨® lo que dijo Italo Svevo: "La realidad es lo mejor que puedo inventar". Para Magris, la realidad se parece a las piezas de un mosaico: "Cuando el mosaico est¨¢ completo ya es lo ficticio". El escritor toma muchas cosas de la realidad, "pero cuando las combina y las publica ya no est¨¢ contando algo real". Pasar de la realidad a la fantas¨ªa, indic¨® el escritor triestino, "es como hacer una mudanza: pierdes unas cosas y ganas otras".

Vargas Llosa fue m¨¢s radical, y acaso m¨¢s fantasioso: la verdad es cuando la cuentas bien, aunque sea mentira. Cuando un lector dice de una obra "Es como la vida misma", no lo dice porque lo que lee refleje su vida, sino porque muestra una o varias de las vidas que querr¨ªa vivir, y no las acepta porque sean verdad o mentira, sino porque le conmueven.

La ficci¨®n, explic¨® el autor de Conversaci¨®n en La Catedral, es lo que llena el abismo que hay entre la vida que tenemos y los apetitos que albergamos. "Toda ficci¨®n que seduce convence al lector y se convierte en verdadera". Es mentira tan s¨®lo aquello que est¨¢ mal expresado. La mentira bien dicha es una verdad de ficci¨®n.

El lector siempre estar¨¢ m¨¢s cerca de disfrutar de la ficci¨®n que el espectador de medios audiovisuales. "El medio audiovisual es m¨¢s superficial y predecible que el libro". Y termin¨®: "La ficci¨®n literaria, la mentira, es uno de los verdaderos reductos de la libertad". Da igual que La metamorfosis sea verdad o mentira, en tanto que conmueva.