Calvo Serraller analiza la evoluci¨®n de los g¨¦neros de la pintura
El cr¨ªtico y acad¨¦mico considera el arte contempor¨¢neo ejemplo de libertad extrema
"El arte contempor¨¢neo es ejemplo de absoluta libertad fundamentada en el vac¨ªo, que es todo y nada y mezcla de todo. Esta libertad extrema borra cualquier l¨ªmite o frontera. Me parec¨ªa interesante realizar un recorrido por los distintos g¨¦neros a trav¨¦s de la historia, y por ello escrib¨ª Los g¨¦neros de la pintura (Taurus)", explica el cr¨ªtico, acad¨¦mico de Bellas Artes y catedr¨¢tico Francisco Calvo Serraller (Madrid, 1948).
"El desnudo es el tema m¨¢s importante de la historia del arte occidental"
El autor aborda en este libro la compleja y apasionante historia del desnudo, del retrato, del autorretrato, del paisaje y del bodeg¨®n, y lo hace a trav¨¦s de una serie de obras que son representativas de cada uno de los g¨¦neros estudiados, muchas de ellas expuestas en el Museo del Prado. "Hay pinturas como el Guernica, de Picasso, en la que est¨¢n incluidos todos los g¨¦neros y no pertenece en exclusiva a ninguno de ellos. Es una pintura ¨¦pica que representa un momento tr¨¢gico, es un paisaje, es una monumental naturaleza muerta". El acad¨¦mico recuerda que el arte tradicional ten¨ªa un canon, el de la belleza, y el arte contempor¨¢neo posee un anticanon y se basa todo en la libertad.
Los g¨¦neros, indica Calvo Serraller, surgen de la necesidad del ser humano de clasificar y definir. "Parto de la pintura de historias inmortales porque la pintura tradicional estaba basada en contar una historia por seres legendarios con un contenido ejemplar para ir desarrollando el tema a lo largo del libro".
Habla del desnudo, "el tema quiz¨¢ m¨¢s importante de la historia del arte occidental", y cita como uno de los cuadros m¨¢s sobresalientes La maja desnuda, de Goya. "La figura que aparece en esta obra es un ejemplo de desnudo escalofriante, en el que aparece el cuerpo femenino de la manera m¨¢s directa y cruda. En el cuadro est¨¢ pintado hasta el vello p¨²bico, que no era muy habitual. Otra de las cosas que asombra de esa obra es la mirada desafiante de la retratada. Cuando el pintor empieza a mirar el cuerpo humano desde una posici¨®n oculta, al acecho, el erotismo se traslada a la pintura y los artistas est¨¢n pintando su propio deseo", se?ala el acad¨¦mico.
En las p¨¢ginas dedicadas al desnudo, el cr¨ªtico de arte analiza detalladamente Las tres Gracias, de Rubens, considerada "una de las obras capitales del arte occidental". "El pintor consigue el punto de equilibrio entre la exaltaci¨®n del cuerpo y del alma. Con toda la sensualidad con que est¨¢ revestida, con la gran delicadeza con que se describen las menores incidencias de la piel, la obra tiene algo de religioso".
"Los autorretratos", indica Calvo Serraller, "poseen una belleza que no es la de la hermosura, sino la de la perspectiva psicol¨®gica del retratado. Es una presentaci¨®n de la personalidad y de la vanidad del individuo".
El g¨¦nero del paisaje lo entiende Calvo Serraller como una evoluci¨®n del g¨¦nero de historia mientras que las historias de costumbres aparecen protagonizadas por hombres en lugar de divinidades. El g¨¦nero del bodeg¨®n tiene un sentido de recuerdo con la muerte y el del desnudo aparece finalmente como pura representaci¨®n f¨ªsica. El paisaje pasa de ser fragmento pict¨®rico a g¨¦nero, seg¨²n el autor, de forma "sutil y compleja. El hombre descubre que de la naturaleza es posible extraer un placer est¨¦tico". Y cita como uno de los ejemplos de paisajista de la historia de la pintura a Joachim Patinir.
Entre los grandes pintores de retratos, el autor de Los g¨¦neros de la pintura se?ala a Rembrandt, Goya y Picasso. "El retrato ofrece una visi¨®n m¨¢s dram¨¢tica de lo que es la propia existencia. Es la revelaci¨®n del personaje. El autorretrato permite que el autor se vea a trav¨¦s de un espejo. Cuando el retrato decae como g¨¦nero en la pintura contempor¨¢nea, los pintores espa?oles de vanguardia siguen practic¨¢ndolo, sobre todo a trav¨¦s del autorretrato".
El bodeg¨®n logra definirse como g¨¦nero a finales del siglo XVI y en Espa?a alcanza su momento ¨¢lgido en el primer tercio del XVII, y tiene poco que ver con el sentido plet¨®rico y suntuoso de las mesas de las cocinas flamencas y del fondo burlesco y expresivo de las figuras que aparecen en los cuadros italianos. Calvo Serraller destaca los bodegones de S¨¢nchez Cot¨¢n por "su marco arquitect¨®nico, por su composici¨®n, por su tem¨¢tica, por el simbolismo y por su calidad pict¨®rica".
El autor sentencia en el libro que "los g¨¦neros art¨ªsticos no han desaparecido en el arte contempor¨¢neo sino que su jerarqu¨ªa tradicional se ha visto alterada haciendo que un humilde objeto material tenga, en principio, el mismo valor est¨¦tico, social y econ¨®mico que una trascendente representaci¨®n ¨¦pica".
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