Otras princesas

Se conocen trabajando duro, sin contrato y por poco dinero. Una, la digamos local (Berrokal), hace de puta en sus ratos muertos mientras alimenta la esperanza de que el capataz de la f¨¢brica, con el que mantiene relaciones, la saque de pobre. La otra, la visitante (Vald¨¦s), es caribe?a y ha venido a Espa?a en busca de lo que cualquier emigrante: un porvenir mejor... o sencillamente, un porvenir cualquiera, que siempre es mejor que no tenerlo. Entre ambas se tejer¨¢ una bella historia de amistad; aunque el precio que haya que pagar para ello sea el de los sue?os rotos. Y aunque, como en Princesas, un vuelo transoce¨¢nico clausure muchas cosas.

Segunda pel¨ªcula de ficci¨®n de un hombre, el valenciano Pedro P¨¦rez-Rosado, que tambi¨¦n ha trabajado espor¨¢dicamente en el documental, Agua con sal es un drama social contenido y narrado con ejemplar pudor, con una humildad que le va muy bien a las duras peripecias que la pel¨ªcula muestra: no hay aqu¨ª el menor asomo de espectacularidad, de maquillar la grisura de la existencia, de colar de rond¨®n falsas ternuras o rimbombantes declaraciones de intenciones.

No es, claro est¨¢, un filme acabado y perfecto, ni pretende serlo: en ocasiones, alg¨²n actor se le va de la mano al director (el caso m¨¢s evidente, la propia Berrokal, excesivamente exagerada a la hora de componer su personaje), pero tiene mucha verdad, mucha comprensi¨®n para lo que est¨¢ contando. Y por tener, hasta tiene a una actriz, Yoima Vald¨¦s, que da un aut¨¦ntico recital de talento y matices... un trabajo, por cierto, que no se ve todos los d¨ªas.