El centro alternativo de Barcelona

Skaters de todo el mundo haciendo piruetas imposibles bajo la mirada de ancianos que pasean con sus caniches. Transe¨²ntes esquivando el bal¨®n que chutan unos ni?os magreb¨ªes. Modernos con gafas de pasta y una ni?a ¨¢rabe cubierta por un pa?uelo en patines. No es una ilusi¨®n ni una postal neoyorquina

. Es un d¨ªa cualquiera en la plaza de los ?ngeles.

Popularmente conocida por la plaza del MACBA, en honor al edificio del arquitecto Richard Meier, alrededor de esta llanura de cemento se resumen los valores de una de las zonas m¨¢s efervescentes de Barcelona. El Raval, otrora conflictivo gueto, como retrataron los escritores Georges Bataille o Narc¨ªs Oller -La Papallona-, es ahora un ejemplo de convivencia y pluralidad. Siguiendo las agujas del reloj y partiendo desde el insigne museo de arte contempor¨¢neo, encontramos una inmensa ¨¢rea universitaria en construcci¨®n, un muro habilitado para deleite de grafiteros, una escuela de primaria, un convento rehabilitado y una zona de terrazas muy chic presidida por un mural de Chillida.

Una buena manera de entrar en calor es empezar el paseo entrando, desde las Ramblas, por la calle de Tallers. Copado mayoritariamente por tiendas de discos, el punto de partida es la cocteler¨ªa Boadas, inaugurada en 1933 y cuyo primer propietario trajo consigo de La Habana los secretos de sus combinados. Otra entrada es la que ofrece el bullicioso Mercado de la Boquer¨ªa. En su interior, un par de bares con mucha solera donde llenar el est¨®mago: el Quim y, sobre todo, el Pinotxo. Desde primera hora sus desayunos son devorados por currantes y noct¨¢mbulos a punto de acostarse.

Y ahora, a curiosear. ?Arte? En el Raval, gracias al efecto dinamizador del MACBA y del CCCB (el Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona), han ido surgiendo algunas de las propuestas m¨¢s alternativas de la ciudad, como la Galer¨ªa dels ?ngels (calle de los ?ngeles, 16), la Ego Gallery (Doctor Dou, 11) o la Asociaci¨®n Cultural La Serilla (Ferlandina, 39). Cabe destacar un singular espacio: K¨¹ltur B¨¹ro Barcelona. Abierto en mayo de 2004 gracias, entre otros, al artista Sigismond de Vajay, ocupa la cuarta planta de un edificio industrial y su programaci¨®n, seg¨²n sus responsables, "se basa en mostrar din¨¢micas culturales contempor¨¢neas". 2006 empezar¨¢ con la exposici¨®n Fokus Finlandia. Pasen y vean.

Otro denominador com¨²n que marca la idiosincrasia del Raval son sus marcados contrastes. Entre los supermercados paquistan¨ªes y el comercio m¨¢s tradicional, hay lugar para tiendas ins¨®litas como The Air Shop. S¨®lo venden objetos y soluciones inflables de la marca Pa? Thio: desde jarrones, casas contra guerras qu¨ªmicas o un airbag para embarcaciones.

Eskandal y Comit¨¦ tambi¨¦n hablan de modernidad y del car¨¢cter cosmopolita de un barrio en el que se mezclan aut¨®ctonos y una incipiente comunidad inmigrante, mayoritariamente magreb¨ªes, paquistan¨ªes y filipinos. La primera tienda, objetos y muebles de dise?o n¨®rdicos, es el sue?o hecho realidad de dos islandeses afincados en Barcelona. A¨²n m¨¢s llamativo es lo de Comit¨¦. Moda exclusiva de una dise?adora sueca, otra francesa, una argentina y tres finlandeses. Su nombre no es casualidad: aunque cada uno va por su lado, se turnan al mostrador un d¨ªa a la semana. M¨¢s contraposiciones. Si hablamos de bares y clubes, encontramos cl¨¢sicos como el Marsella (Sant Pau, 65), para amantes de la absenta, La Paloma (Tigre, 27) o el Almirall, en la calle de Joaqu¨ªn Costa desde 1860, o templos de la Barcelona independiente y canalla: Benidorm (Joaqu¨ªn Costa, 39), Zentraus (Rambla del Raval), Manchester (Valldonzella, 40), La Bata de Boatin¨¦ (Robadors, 18) o el Burdel 74 (Carme, 74), petardeo puro regentado por travestis.

Antes de la remodelaci¨®n urbana, el Raval se caracterizaba por lo laber¨ªntico y congestionado de sus calles. A excepci¨®n de una, la del Doctor Dou, que sobresale por su amplitud y su arquitectura. La explicaci¨®n est¨¢ en el libro del periodista Luis Permanyer Biografia del Passeig de Gr¨¤cia: a finales del XIX fue creada como prueba piloto de lo que posteriormente ser¨ªa una de las principales arterias de la Ciudad Condal. En ella se concentran galer¨ªas, el insigne bar Raval o la exquisita librer¨ªa Ras, justo al lado del Mamacaf¨¦, un referente de la oferta gastron¨®mica del ¨¢rea, pr¨®xima al Mercado de la Boquer¨ªa, con creaciones mediterr¨¢neas a m¨®dicos precios (men¨² expr¨¦s,6,90 euros). Entre medias, opciones curiosas como el Foodball, comida r¨¢pida en forma de bolas de la marca de zapatos Camper. Y por encima de todos, tambi¨¦n en precio, el hist¨®rico Casa Leopoldo. "Vengo de parte de Pepe Carvalho y p¨®ngame lo que ustedes quieran", suger¨ªa uno de sus m¨¢s ilustres clientes, Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n. Para hacer la digesti¨®n, hay varias terrazas. Desde las de la plaza de Vicen? Martorell (pregunte por el Kasparov) hasta las de la calle Ferlandina, como el Horiginal. Igual de recomendables son las del C3 Bar y la de El Pati, en Montalegre, 5 y 7. La primera se esconde entre el MACBA y el CCCB; la otra, en el patio Manning del edificio del CERC.

Con la plaza Real repleta de turistas y el Borne convertido en zona de ocio, el Raval ha tomado el relevo como coraz¨®n de la Barcelona alternativa, multirracial e integradora, preservando su esp¨ªritu de barrio gracias a organizaciones como la Fundaci¨® Tot Raval. Sin olvidar las acciones municipales que desde los ochenta han hecho algo m¨¢s que limpiar sus fachadas y oxigenar su densidad urban¨ªstica. Y lo que a¨²n falta: la nueva Filmoteca, el Conservatorio del Liceo o un bloque de viviendas s¨®lo para la tercera edad. As¨ª de vital es lo que en otros tiempos se conoc¨ªa como el barrio chino, uno de los centros hist¨®ricos peninsulares m¨¢s degradados.