La boda de la pobre ni?a rica

"Los ricos son diferentes de nosotros", dijo Scott Fitzgerald a Ernest Hemingway en el Par¨ªs de los a?os veinte. "S¨ª", le contest¨® Hemingway, "tienen mucho m¨¢s dinero". La boda de Athina Onassis, nieta y ¨²nica heredera del multimillonario griego muerto en 1975, comprueba que miles de millones de d¨®lares hacen diferencia. Y mucha.

El novio se llama ?lvaro Affonso de Miranda Neto, tiene 32 a?os, y es jinete profesional. Lo conocen por Doda Miranda. Vive con los 8.000 euros mensuales que le pasa su padre, el agente de seguros Ricardo Miranda, otros 2.000 que recibe de la Audi alemana, m¨¢s los premios que gana en concursos h¨ªpicos por todo el mundo. Es considerado uno de los mejores en su actividad: gan¨® medallas de bronce en las olimpiadas de Atlanta y de Sydney. Es padre de una ni?a de cinco a?os, Viviane.

Su fortuna se elevar¨¢ a m¨¢s de 2.000 millones de d¨®lares cuando en enero cumpla 21 a?os

La novia se llama Athina H¨¨lene Onassis Roussel, tiene 20 a?os y ninguna actividad profesional. A ejemplo del novio, le encantan los caballos. Los dos se conocieron saltando en pruebas h¨ªpicas. Pero a diferencia del novio, jam¨¢s dependi¨® de un solo euro de su padre. Primero, porque es mucho, pero mucho m¨¢s rica que su pap¨¢. Y segundo, porque no se lleva muy bien con ¨¦l. No le gust¨®, por ejemplo, la manera de Thierry Roussel de administrar parte de lo que Athina hered¨® de su madre cuando lleg¨® a los 18 a?os. Alrededor de los novecientos millones de d¨®lares, m¨¢s inmuebles que val¨ªan otros doscientos millones. El domingo 29 de enero, cuando cumpla 21 a?os, le tocar¨¢n por lo menos otros mil millones m¨¢s. Para evitar roces familiares y nuevos dolores de cabeza, dispone de un batall¨®n de consejeros y administradores para cuidar de su herencia.

Antes de la fijar d¨ªa y hora de la boda -las siete y media de la tarde de ayer, en S?o Paulo, tres horas m¨¢s en Espa?a- sus abogados prepararon un contrato entre novia y novio. Ninguna de las propiedades, empresas, obras de arte, cuentas bancarias, paquetes de acciones, t¨ªtulos, inversiones, ser¨¢ compartida. En caso de divorcio, Doda Miranda no tendr¨¢ ning¨²n derecho. Y si la novia se muere antes, a ¨¦l le tocar¨¢ la mitad de los bienes de ella en territorio brasile?o. Hasta donde se sepa, esos bienes se resumen a una vivienda de mil metros cuadrados divididos en dos pisos, y que vale poco menos de seis millones de euros. Es de los m¨¢s caros de S?o Paulo, pero nada que se compare a otras propiedades que la novia tiene por el mundo.

Para la fiesta de ayer, los 1.300 invitados tuvieron que enviar fotos de carn¨¦ y recibieron tarjetas magn¨¦ticas para ingresar a los salones. A un kil¨®metro de distancia de la mansi¨®n especialmente alquilada para la ceremonia fue preparado un espacio para coches y guardaespaldas de los invitados. Para cuidarlos y conducirlos hasta la fiesta fueron contratados 300 guardaespaldas especialmente entrenados para cuidar de ricos muy ricos y famosos muy famosos, a bordo de una flotilla de 25 autom¨®viles de la marca Audi, que adem¨¢s puso dos modelos A-6 blindados a disposici¨®n de novia y novio. En prevenci¨®n contra mirones indeseados, el helic¨®ptero particular de la novia estaba listo para sobrevolar la mansi¨®n tan pronto fuese detectado alg¨²n intruso a¨¦reo dispuesto a fotografiar la fiesta.

Su traje de boda fue especialmente creado por Valentino. Para las pruebas ella tuvo que viajar tres veces a Roma en los ¨²ltimos dos meses. Desde que se uni¨® a Doda Miranda, hace tres a?os, la joven novia trata por todos los medios vivir una vida parecida a la normalidad. Aprendi¨® a hablar portugu¨¦s, hace ella misma las compras del supermercado, se esfuerza para ser modesta y simp¨¢tica con la gente. La vida se resume a viajar, entrenar sus caballos, saltar, ver pel¨ªculas en casa, reunir amigos. Athina Onassis (ahora De Miranda) hace lo que puede para no parecer lo que es: la ni?a de los miles de millones.