?Espa?a!, ?Espa?a!; ?Cope!, ?Cope!

Es dif¨ªcil explicar que un art¨ªculo de la Constituci¨®n le¨ªdo en la Puerta del Sol pueda emocionar a miles de personas. Pero no si es el segundo, el que habla de la "indisoluble unidad de la Naci¨®n espa?ola, patria com¨²n e indivisible de todos los espa?oles". Fue recibido al grito de "Espa?a, Espa?a, Espa?a", con la entonaci¨®n futbolera. Hab¨ªa miles de banderas nacionales, y alguna peque?a pancarta extremista -"una, grande y libre"-, pero ning¨²n escudo anticonstitucional, como mucho alg¨²n toro.

El grito de "Espa?a, Espa?a" fue el m¨¢s repetido, pero el que conquist¨® realmente al p¨²blico, el que se hizo atronador, fue el de "Cope, Cope, Cope". De hecho, muchos manifestantes llevaban pegatinas con la bandera de Espa?a y en medio un "Gracias, Federico", por el locutor de la cadena de radio Jim¨¦nez Losantos.

El ambiente era tranquilo, sin estridencias. La meticulosa organizaci¨®n se ocupaba de controlarlo.

Una mujer con una pancarta del PP proclamaba: "Estoy aqu¨ª para que zetap¨¦ se entere de que existe la Constituci¨®n". "Y que no estamos contra los catalanes", terciaba otro manifestante. A lo que la mujer replicaba: "?C¨®mo que no! S¨ª que estamos contra los catalanes, que no quieren ser espa?oles". "?Que s¨ª son espa?oles!", le reprend¨ªa el mismo hombre. Visto el inter¨¦s de los periodistas, un miembro de la organizaci¨®n se acerc¨® para desacreditar a la se?ora: "No le haga mucho caso, porque muy bien no puede estar".

El ambiente era relajado, de ma?ana soleada de s¨¢bado, pero algunos manifestantes andaban soliviantados. Un matrimonio de Badajoz con una enorme pancarta de Espa?a se quejaba: "Los socialistas s¨®lo han creado problemas. Y como las cosas sigan as¨ª con el tema del Pa¨ªs Vasco y Catalu?a, puede que haya una guerra. ?A qu¨¦ viene todo lo que est¨¢n haciendo con lo bien que est¨¢bamos? Contra los catalanes no vamos, pero hay que dejar claro que todos somos espa?oles", exig¨ªan.

No eran los ¨²nicos que hablaban del conflicto civil. Luis Fernando y Purificaci¨®n comentaban tras la marcha: "La Constituci¨®n est¨¢ en peligro por los separatismos. El Gobierno que tenemos se ha ido arrimando a los peores, Espa?a estaba muy bien y lo ha puesto todo patas arriba; y como sigamos as¨ª puede haber una guerra, porque no se puede permitir lo que se est¨¢ permitiendo: nos quitan la religi¨®n, nos ponen las bodas gays, se da papeles a todos... Y es una verg¨¹enza lo que est¨¢ pasando con la Cope, que yo los considero mis amigos porque son los verdaderos espa?oles.".

Un tr¨ªo de j¨®venes, de entre 19 y 25 a?os, se lamentaba de que otros partidos no se hubieran sumado a la manifestaci¨®n: "Es triste que el apoyo a la Constituci¨®n lo haga s¨®lo un partido", se lamentaban Alex, Teo y Marino. Jos¨¦, Antonio y Manuel, tres legionarios, portaban una bandera de Espa?a con un lema: "Legionarios a luchar, legionarios a morir".

El PP dispuso tambi¨¦n banderas auton¨®micas, y en los discursos hubo euskera y catal¨¢n. La gente aplaudi¨®, pero tambi¨¦n se oyeron algunos pitos mientras se hablaba en esas lenguas en la tribuna. Cuando Rajoy defend¨ªa a la monarqu¨ªa, un hombre muy engominado grit¨®: "?Por qu¨¦ est¨¢ callada?". Los nost¨¢lgicos del antiguo r¨¦gimen, que alguno hab¨ªa, eran pocos. Un se?or no pudo contenerse e hizo el saludo fascista mientras gritaba el "?Viva!" a la "naci¨®n espa?ola".

La organizaci¨®n no quer¨ªa transformar la concentraci¨®n en una protesta contra el Estatuto y Catalu?a, pero a veces era inevitable. Incluso se vend¨ªan a un euro pegatinas con el logotipo ensangrentado copiado del No a la Guerra, pero esta vez con un No al Estatut.

Muchos hab¨ªan acudido a las otras dos manifestaciones apoyadas por el PP, la de los matrimonios gays y la de educaci¨®n. "La izquierda pensaba que la calle era suya, y mire", se re¨ªa Luis, un jubilado madrile?o. "Yo nunca hab¨ªa ido a manifestaciones, pero no puedo m¨¢s. ?Qu¨¦ es eso de sacar los muertos de la tierra y hacer homenajes a Carrillo?". Su compa?ero Pablo asiente: "Los catalanes y zetap¨¦ se quieren cargar la Constituci¨®n". ?Si as¨ª fuera, no lo impedir¨ªa el Tribunal Constitucional? "Eso est¨¢ controlado por el Gobierno, no me f¨ªo", insiste Pablo. ?Oiga, y ustedes votaron la Constituci¨®n en el 78? "Yo s¨ª", dice Pablo, mientras Luis mira para otro lado.