Un acuerdo contra el desmarque
La confluencia de PSOE e IU en torno a las propuestas de reforma del Estatuto andaluz, referidas a la financiaci¨®n y las competencias contrasta, notablemente, con el desacuerdo que se evidencia cada d¨ªa que pasa con el PP y con la indiferencia, parece, del PA. Socialistas e izquierdistas han cerrado con m¨¢s facilidad de lo que podr¨ªa parecer un acuerdo al que todav¨ªa podr¨ªan incorporarse los andalucistas una vez definan, con m¨¢s nitidez, si cabe, su posici¨®n con respecto a este proceso. Ahora, la clave est¨¢ en comprobar si hay margen para que se abra camino un entendimiento con los populares poco dados, desde luego, a visualizar en Andaluc¨ªa convergencias con el PSOE que pondr¨ªan en cuesti¨®n la estrategia de total confrontaci¨®n puesta en marcha por la direcci¨®n nacional de su partido a prop¨®sito del debate territorial suscitado.
Aun as¨ª, en el PP andaluz advierten, una y otra vez, que nadie les va hacer salir de la ponencia encargada de los trabajos de reforma en el Parlamento Andaluz. No se van a salir nunca, precisan, pero no tienen remilgo alguno en poner excusa tras excusa para no ir m¨¢s all¨¢ en el camino ya iniciado. En efecto, puede que nadie les obligue a marcharse pero puede ocurrir que, al final, sean ellos mismos los que se marchen con tal de no adquirir mayores compromisos. El argumento de que no se puede concretar nada en el proyecto de Estatuto a la espera de lo que ocurra en Catalu?a, y ahora, tambi¨¦n, en el Pa¨ªs Vasco, ha provocado que se recrudezcan las cr¨ªticas hacia ellos. Pero nada de esto parece importarles aunque de continuar esta tendencia al desmarque puede que la ciudadan¨ªa andaluza no lo entienda y se lo haga pagar bien caro en las urnas.
Tampoco est¨¢n las cosas para que la Junta choque frontalmente con el Gobierno "amigo" y el PSOE federal a cuenta de la reivindicaci¨®n de las competencias. El presidente andaluz, Manuel Chaves ya ha advertido que la v¨ªa del 150.2 de la Constituci¨®n puede ser buena para que acaben en manos de la Junta determinadas materias como los puertos, aeropuertos y la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica. En Madrid miran con recelos esta iniciativa. Con todo, piensan que el acuerdo llegar¨¢ plasmando esas competencias no a trav¨¦s del Estatuto si no por medio de una Ley Org¨¢nica. En todo caso, no habr¨¢ choque de trenes, avisan.
De igual modo, ha llegado el momento de la concreci¨®n por parte de los andalucistas. Ya tienen modelo propio de Estatuto, pero, tal vez, no la suficiente tranquilidad interna como para imprimir un ritmo adecuado y decidido en torno a unos trabajos en donde el PA podr¨ªa encontrar la oportunidad que buscan sus nuevos dirigentes para hacerse con un espacio adecuado en el debate pol¨ªtico andaluz. Los l¨ªos les persiguen. Esta semana, el alcalde de Utrera (Sevilla), Francisco Jim¨¦nez, presentar¨¢ un recurso ante la Comisi¨®n de Garant¨ªas de su partido por ser descabalgado de las primarias y no poder aspirar a la candidatura a la presidencia de la Junta con Juli¨¢n ?lvarez, el secretario general. De fondo, otra vez, discrepancias con el censo, fuente de continuos problemas.
Mientras tanto, Pedro Pacheco se mueve con rapidez para fraguar una alternativa al PA. Contin¨²an los contactos con todos aquellos que quedaron descarrilados tras el congreso de Torremolinos pero lo cierto es que esos afectados han quedado con tan pocas fuerzas que ni siquiera ahora tienen capacidad para constituir una masa cr¨ªtica contra la direcci¨®n actual del partido. Los acontecimientos les son favorables como ocurre con la condena por corrupci¨®n contra Carlos Fern¨¢ndez, en Marbella, pero ni por esas consiguen poner en dificultades a ?lvarez.
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