Cantautora a contracorriente
Anari muestra su lado m¨¢s rockero y sus textos m¨¢s realistas en 'Zebra', su tercer ¨¢lbum
Desarrollar una carrera como cantautora no es, ni ha sido, tarea f¨¢cil en Euskadi. La concepci¨®n actual de la canci¨®n de autor vasca debe mucho a Ez Dok Amairu, movimiento cultural que inclu¨ªa mujeres como Lourdes Iriondo, aunque las carreras art¨ªsticas m¨¢s pr¨®speras las han desarrollado hombres como Benito Lertxundi, Mikel Laboa y Xabier Lete. Y casi 40 a?os despu¨¦s el panorama vasco de cantautores contin¨²a dominado por voces masculinas. Lo evidencia, por ejemplo, la selecci¨®n de 11 cantantes y compositores que han participado en el ¨¢lbum Ehungarrenean hamaika, homenaje a Lauaxeta recientemente editado, donde no figura ninguna mujer.
"El disco es tambi¨¦n un reflejo de nuestra sociedad. Si ahora te pido que me hagas una lista con s¨®lo cinco cantantes y autoras, probablemente no llegar¨ªas a dos ¨® tres", se defiende Rafa Rueda, coordinador del disco dededicado al poeta vizca¨ªno. Puestos en dicha tesitura, uno de los nombres que se le ocurrir¨ªan a muchos aficionados ser¨ªa el de Anari, cantautora perteneciente a la generaci¨®n de Mikel Urdangarin, aunque ella asimila unas influencias m¨¢s rockeras que se han desatado en su tercer ¨¢lbum, Zebra (Metak).
"No soy una gran cantante. Mi mayor aportaci¨®n es cantar en euskera"
En la nueva grabaci¨®n, afrontada con el n¨²cleo de Inoren Ero Ni como banda de acompa?amiento, su rock sosegado recuerda a los planteamientos de Ruper Ordorika, aunque en los desarrollos instrumentales hay una tensi¨®n que la aproximan a lo indie, y a postulados anexos al post rock menos experimental. Es, en suma, el disco "m¨¢s el¨¦ctrico" de una artista que en el pasado vincul¨® su voz al sonido del violonchelo.
"En Zebra hay una gran aportaci¨®n de los m¨²sicos, que son una banda de rock duro, algo que no es ajeno a m¨ª, porque yo vengo de un entorno muy rockero y mis referencias son rockeras. Pienso que mi primer disco tambi¨¦n era rock, estaba como desenchufado pero la manera de tocar era muy rock. El segundo [Habiak] s¨ª era m¨¢s l¨ªrico, con m¨¢s acorde¨®n, m¨¢s chelo, m¨¢s ambiente electroac¨²stico. Y en este ¨²ltimo las letras ten¨ªan quiz¨¢s otro tono m¨¢s realista y quer¨ªa que fuera como m¨¢s real, que todo sonara m¨¢s sencillo, m¨¢s directo", explica la compositora, que esta vez canta textos crudos acerca de naufragios existenciales, temores, soledad o la sombr¨ªa presencia de los cuervos.
Y lo hace en euskera. Con sus dos entregas anteriores se gan¨® el favor de la mayor¨ªa de la cr¨ªtica espa?ola (la revista especializada Rockdelux incluy¨® Habiak entre los 100 mejores discos espa?oles del siglo XX) y no contempla el idioma como una barrera en el desarrollo de su carrera. Al contrario. "Siento que menos mal que hablo euskera y soy de aqu¨ª. Si hubiese nacido en Londres, ?cree que podr¨ªa aportar algo? Porque s¨¦ que no soy una gran cantante, ni una gran m¨²sica. Pienso que mi mayor aportaci¨®n es el cantar en euskera. Esto, en vez de una barrera, pienso que es mi raz¨®n de ser en la m¨²sica", cuenta con modestia una int¨¦rprete que tambi¨¦n reconoce que en Euskadi existe discriminaci¨®n positiva a favor de quienes cantan en euskera.
Aunque ella es consciente de que se encuentra "entre dos escenas". A nivel dom¨¦stico el idioma le sit¨²a en una que aglutina a los artistas euskaldunes, y su sonoridad y el contar con miembros de bandas como Atom Rhumba y Audience entre sus ¨²ltimos colaboradores, en otra. "Yo tengo mucha relaci¨®n con la gente de Manta Ray, de Migala, de Refree, y musicalmente creo que tenemos cosas muy paralelas. Canto en euskera, y eso seguramente me acerca a Ruper [Ordorika], pero la m¨²sica me lleva a otro terreno", reconoce.
Zebra figura entre las novedades que destaca este a?o la feria de Durango. De hecho, como prueba adicional de la preponderancia masculina en el panorama musical vasco, es uno de los dos ¨²nicos discos firmados por mujeres que incluye esa selecci¨®n de 35 grabaciones recientes. ?Se enfrentan a m¨¢s dificultades ellas? "De m¨ª han dicho muchas veces que, si no fuera mujer, lo que hago pasar¨ªa m¨¢s desapercibido. O sea, que hay como discriminaci¨®n positiva, as¨ª que no s¨¦ qu¨¦ decir", responde de primeras Anari, aunque pronto se atreve a exponer una teor¨ªa. "Una vez o¨ª a una bertsolari decir que las mujeres somos m¨¢s perfeccionistas, que se nos educa para 'en caso de que hagas algo, hazlo bien y perfecto. Si no, no lo hagas'. Que somos m¨¢s exigentes con nosotras mismas. Y estoy totalmente de acuerdo. Yo soy profesora de literatura, y veo que las chicas, como norma, escriben mucho mejor que los chicos, por ejemplo. Y siempre salen m¨¢s escritores que escritoras. Pienso que va un poco relacionado con la seguridad en s¨ª mismos. Hay excepciones pero creo que los t¨ªos, con menos, sois m¨¢s seguros", concluye la cantautora guipuzcoana tratando de explicar la inferioridad num¨¦rica.
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