Otra lucha del bien y el mal

Es imposible no sentir, detr¨¢s de las, por otra parte, impactantes im¨¢genes de Las cr¨®nicas de Narnia..., el latido de la inspiraci¨®n de Tolkien, el padre de El se?or de los anillos. Hay un similar inter¨¦s por mostrar la lucha entre el bien y el mal, hay multitud de referencias cristianas en ambas historias; y hay, igualmente, una imaginaci¨®n desbocada que crea enso?aciones y mundos que no est¨¢n en ¨¦ste. Y la inocencia como valor y virtud, una inocencia relacionada con las edades j¨®venes de la vida: la sombra de Tolkien es poderosa.

Y no podr¨ªa ser de otra manera, toda vez que el autor de la novela que le sirve de base, C. S. Lewis, era, como el padre de El se?or de los anillos, miembro del c¨ªrculo Inklings, un grupo de profesores amigos que compart¨ªan gustos comunes en el Oxford de entreguerras. Narnia naci¨®, al igual que la obra de Tolkien, como una f¨¢bula destinada a p¨²blicos peque?os y ha gozado siempre, al menos en los pa¨ªses anglosajones, de un amplio apoyo popular; no debe extra?arnos que se encuentren numerosas adaptaciones televisivas. Lo que diferencia este filme largo y torrencial de sus antecesores es la inmensa inversi¨®n que su realizaci¨®n ha supuesto. Extraordinarios efectos especiales y una ambientaci¨®n extra?a y sugerente hacen de la pel¨ªcula, como en su momento de El se?or de los anillos, una suerte de nueva frontera en lo que a hallazgos visuales por ordenador se refiere. Pero otra cosa es que su tono y el inter¨¦s de lo que cuenta hagan el filme aconsejable para los mismos p¨²blicos que la c¨¦lebre trilog¨ªa de Peter Jackson: estamos ante otra inspiraci¨®n y, desde luego, ante un director, Andrew Adamson, mucho menos interesante que el torrencial neozeland¨¦s.

Con todo, y a pesar de que su audiencia ¨®ptima est¨¦ entre los 10 y los 15 a?os, Las cr¨®nicas de Narnia... se muestra con un filme tributario de la larga saga de obras de ra¨ªz popular que sirvieron a Lewis de inspiraci¨®n para crear su c¨¦lebre novela. De modo que en ella encontramos todas las etapas del desarrollo del h¨¦roe que ya individualizara Vlad¨ªmir Propp cuando estudi¨® el cuento popular ruso: la profec¨ªa que augura la llegada de cuatro seres de otro mundo, el viaje hacia otra dimensi¨®n, la adquisici¨®n por parte del h¨¦roe (aqu¨ª, de los h¨¦roes) de las capacidades que le llevar¨¢n al buen desempe?o de su tarea, la traici¨®n, la lucha y, por fin, el restablecimiento de la situaci¨®n rota en el comienzo del relato.

Larga y laboriosa en su materializaci¨®n, descompensada entre unos proleg¨®menos un tanto fr¨ªos y un abrupto caer en las secuencias m¨¢s guerreras y espectaculares; y poco eficazmente descritos sus personajes principales, la pel¨ªcula gustar¨¢ no obstante a p¨²blicos ansiosos de absorber sus impactantes im¨¢genes, al tiempo que llenar¨¢ el imaginario popular de faunos, centauros, leones habladores y monstruos estremecedores, entre los que destaca la fr¨ªa, arrogante presencia de la Bruja Blanca, a quien Tilda Swinton concede una magn¨¦tica y al tiempo terrible apariencia demoniaca.