R¨¦quiem por el ¨²ltimo cine de Valencia
Cierra el c¨¦ntrico Acte¨®n ante el imperio de las multisalas y el descenso de p¨²blico
La ¨²ltima sala de estreno de Valencia, el c¨¦ntrico cine Acte¨®n, cerrar¨¢ sus puertas el pr¨®ximo domingo. Las paredes que dieron cobijo a algunas de las m¨¢s importantes pel¨ªculas de los ¨²ltimos 30 a?os, como Padre padrone, El tambor de hojalata o Cristo se par¨® en ?boli, albergar¨¢n un concesionario de coches suecos. Es el signo de los tiempos. Las multisalas se imponen: son m¨¢s baratas en proporci¨®n y generan m¨¢s beneficios. Adem¨¢s, la afluencia de p¨²blico "ha descendido mucho en los ¨²ltimos a?os", afirmo ayer uno de sus propietarios, Ernesto Sebasti¨¢n.
Un grupo de monjas rez¨® el rosario en la acera del cine por 'Yo te saludo, Mar¨ªa'
La sala sigue los pasos del Tyris o Serrano y s¨®lo se mantiene el cine de repertorio D'Or
La esc¨¦ptica y decepcionada expresi¨®n del actor Bill Murray, en b¨²squeda de un sentido a su vida, ser¨¢ la ¨²ltima imagen que se proyectar¨¢, pasada la media noche del domingo, en la pantalla de la peque?a y entra?able sala que se inaugur¨® en octubre de 1976. Un fundido en negro definitivo tras las inteligentes y amargas sonrisas que provoca la ¨²ltima y excelente pel¨ªcula de Jim Jarmusch, Broken flowers.
"La verdad es que me da mucha pena, porque es toda una vida", comenta Ernesto Sebasti¨¢n, propietario, junto con su hermano C¨¦sar, de la sala de la Gran V¨ªa de Valencia, y de las multisalas Arag¨®n y del complejo comercial El Osito.
El Acte¨®n sigue los pasos de otros cines de estreno de Valencia como el Tyris, en proceso de transformaci¨®n en aparcamiento; el Serrano, que se convertir¨¢ en tiendas y oficinas de marcas globalizadas como Zara o Porcelanosa; el Oeste, donde hoy hay un supermercado Caprabo; el Capitol, el Rex y tantos otros. Tan s¨®lo se mantiene abierto el Cine D'Or, con una buena programaci¨®n de repertorio y no de estreno.
"La gente prefiere ir a las multisalas. Adem¨¢s, se abaratan mucho los costes y los gastos son pr¨¢cticamente los mismos: la luz, los taquilleros entre semana... Por otro lado, las distribuidoras prefieren estrenar las pel¨ªculas m¨¢s codiciadas en las multisalas", explica Sebasti¨¢n.
"El cierre del Acte¨®n obedece a razones econ¨®micas. Desde hace un tiempo, adem¨¢s, el n¨²mero de espectadores ha ido bajando y las p¨¦rdidas se han ido acrecentando. Hace a?os, con tres o cuatro buenas pel¨ªculas en la cartelera pod¨ªas cubrir la temporada el a?o. Ha habido muchos problemas. Al final se ha decidido cerrar el Acte¨®n para salvaguardar tambi¨¦n el Arag¨®n", agrega.
El pasado a?o, disminuy¨® casi un 6% el n¨²mero de cines en Espa?a, pero no as¨ª el de pantallas, que se multiplicaron por 2,2 en los ¨²ltimos 10 a?os, seg¨²n los datos m¨¢s recientes del Instituto Nacional de Estad¨ªstica.
Los datos son fr¨ªos, pero el inminente cierre de un espacio como el Acte¨®n acalora la conversaci¨®n con Sebasti¨¢n, de 57 a?os. "Nosotros no venimos de una familia pudiente. A m¨ª lo que m¨¢s me gustaba era el atletismo, pero no pod¨ªa competir, porque todos los fines de semana ten¨ªa que trabajar vendiendo entradas", recuerda.
El cine, en cualquier caso, era una afici¨®n que ven¨ªa de lejos. Los hermanos Sebasti¨¢n fueron los responsables de dos cine-clubs a finales de los a?os sesenta y principios de los setenta.
El cr¨ªtico y director de la cartelera Turia, Vicente Vergara, rememora las sesiones en el cine-club de la Facultad de Ciencias o el posterior que montaron los hermanos en el Colegio de Farmac¨¦uticos. "Para sortear a la censura recuerdo que no anunciaban el t¨ªtulo de la pel¨ªcula, sino que se proyectar¨ªa una pel¨ªcula de S.M. Eisenstein, el director de El acorazado Potemkin", relata Vergara.
"Padecimos dos cierres coincidiendo con dos estados de excepci¨®n. Fue en un ciclo en el Ateneo. Nos prohibieron una adaptaci¨®n rusa del Quijote y eso que yo era compa?ero de estudios de la hija del gobernador, pero no hubo forma. Y tambi¨¦n censuraron la pel¨ªcula checa ?Qu¨¦ viva la Rep¨²blica!, de Karel Kachy?a", cuenta Sebasti¨¢n, que tambi¨¦n rigi¨® los destinos de la Sala Xerea y distribuy¨® pel¨ªculas como Furtivos, de Jos¨¦ Luis Borau.
L¨®gicamente, tras casi 30 a?os proyectando pel¨ªculas para el p¨²blico, el anecdotario del cine Acte¨®n es prolijo. Entrada ya la democracia, tambi¨¦n recibi¨® numerosas amenazas con motivo de la programaci¨®n de la pel¨ªcula Yo te saludo, Mar¨ªa, de Jean-Luc Godard. "Explosion¨® un petardo dentro del cine y un grupo de monjas ven¨ªa a rezar el rosario en la acera del cine", cuenta Ernesto Sebasti¨¢n, que el domingo por la noche lo pasar¨¢ mal. Ser¨¢ el final de una parte de su vida.
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